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Febrero 2015, Portal Alba http://www.portalalba.org
Escrito
por Stella Calloni
Sentí
la necesidad de escribir esto, por la inmensa tristeza que me produce que
tantos (muchos compañeros de otras épocas) opinen sin saber de qué se trata
esta falsa y escandalosa denuncia de un fiscal como Nisman; que nunca debió
estar a cargo de la causa AMIA, porque fue parte de los desastres – no ingenuos
sino impuestos por otros desde afuera – realizados por el Juez Juan José
Galeano.
Si
desde la misma noche del atentado EEUU e Israel determinaron que el acusado
debía ser Irán, sin haber investigado nada. Era imposible hacer una
investigación seria con semejante obstáculo.
Para
recordar: EEUU e Israel ofrecieron un “testigo” en 1994. Ya nadie recuerda que
Galeano salió disparado para Venezuela a interrogar al supuesto testigo
Manoucher Moattamed, que se presentaba como un ex funcionario iraní, escapado
de su país, algo que nunca fue y que nunca sucedió como se demostró. Tanto
gasto, tanta información falsa, transmitida con grandes titulares. Era un
testigo inventado por la CIA y el MOSSAD israelí,
pero que al poco tiempo quedó
totalmente desacreditado por sus mentiras, contradicciones y falsedades,
después de crear también falsas ilusiones a los familiares de las víctimas.
Ahora
¡que poca memoria tienen algunos!, que olvidaron que se montó un juicio sin una
sola línea de verdad. Un juicio escandaloso, acusando a unos y a otros, y como
testigo Telleldín, delincuente que se ocupaba de descalabrar o luego vender
autos robados. A quien Galeano, con aprobación de Rubén Beraja entonces
presidente de la DAIA, entregó 400 mil dólares – en la cárcel donde estaba –
para que mintiera y señalara a un iraní y a otros; incluso policías locales que
tendrían cuentas pendientes, pero que como se demostró en el juicio oral nada
que ver con este caso, y debieron se liberados.
Tantas
y tantas mentiras – todo esto consta en la justicia y se puede leer en los
diarios de la época – convirtieron al juicio en un desastre. A esto se agrega
el robos de pruebas, que precisamente no acusaban a Irán. Esa justicia, para
mantener la tesis de EEUU e Israel ha cometido tantos desatinos, que lograron
la detención en Londres del ex Embajador iraní en Argentina Hadi Soleimapour en
2004, por el que se pidió la extradición.
Cuando
la justicia británica solicitó las pruebas para dicha extradición, lo que mandó
Argentina – la “justicia argentina” – no contenía ninguna. Porque no existen.
Como resultado Londres debió pagar al funcionario iraní casi 200 mil libras
esterlinas de indemnización, por haber detenido a este hombre, sin causa
alguna. Está en todas partes. Estos sí no son inventos. En un principio hasta
Interpol por esos mismos tiempos, devolvió un pedido de la justicia argentina,
para una alerta roja por falta de pruebas.
En
los últimos tiempos -- y después de grandes cambios en ese organismo y
presiones de los poderosos -- se impuso el alerta roja, pero pregunten por las
pruebas. ¿Qué pruebas mandó Nisman?. Pregunten eso. Porque si esas pruebas son
el alegato de acusación a Irán que dio a conocer el fiscal el año anterior, es
un escándalo. Letra por letra toma lo que EEUU e Israel utilizan como
acusación, supuestos, medias verdades, prueba concreta ninguna. Intentar
utilizar este cruento atentado con tantas víctimas, acusando a un determinado
país al que quieren invadir desde hace tiempo, es tan criminal como el atentado
mismo.
Aunque
se sigue actuando sin pruebas concretas y se habla de un testigo C -por cierto
también entrevistado en el exterior y provisto por los mismos servicios – este
no ha podido entregar ninguna prueba.
Ningún
país que se respete en el mundo va a entregar funcionarios, acusados por la CIA
y el MOSSAD u otro servicio de inteligencia externo. Esos mismos servicios son
los que realizaron la siguiente acción en el último tiempo (para citar alguna
de las recientes): atacar a un barco de pacifistas que iba llevando
medicamentos y alimentos a Gaza, donde un pueblo sitiado resiste permanentes
bombardeos, intervenciones y matanzas. Ese barco fue asaltado en aguas
internacionales por fuerza especiales israelíes; hubo 13 muertos y varios
golpeados y torturados. La reciente difusión de un resumen -- sólo un resumen --
de las torturas y crímenes cometidos por la CIA, a la que hay que agregar
servicios de inteligencia de los países europeos en la OTAN, impiden a
cualquier país del mundo entregar a personas acusadas por estos servicios y sin
prueba alguna. Esta no es una toma de posición. Esto está en la carta de
Naciones Unidas.
¿Porqué
el gobierno israelí no quiere que así como viajó la justicia argentina a
Venezuela y a Europa para interrogar testigos falsos, fuera a tomar
declaraciones a los acusados, en su propia tierra, en presencia de comisiones
de veedores internacionales imparciales, como garantía de absoluta seriedad y
respeto a la justicia?
El
Memorándum surge de un trabajo paciente diplomático como un extraordinario
gesto, que contribuye a la política internacional y a la solución pacífica de
conflictos. ¿Será que escuchar a estos acusados podría poner en escena la
verdad y no todo lo que se ocultó con presiones, dinero y demás en los juicios
que se intentaron aquí?
Pero
cuando se investiga se comprueba que todos los que han intervenido en atentados
en el mundo, están ligados a los servicios de inteligencia de los países que
como EEUU están decididos a controlar el mundo, con sus socios menores en una
gobernanza global. Países que bajo el mando de la OTAN – cuyas acciones son
ilegales y donde utilizan a miles y miles de mercenarios -- quieren quedarse
con los grandes recursos naturales. Como fueron mentiras las que utilizaron
para invadir Afganistán, Irak o Libia; y las que ahora usan para intentar
invadir Siria.
Fuente:
Question Digital
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