Caracas, 12 septiembre 2007 (ABN) - Según un estudio divulgado por el Ministerio del Poder Popular para el Trabajo y Seguridad Social (Minpptrass), la nómina en los turnos rotativos de las industrias estratégicas como Petróleos de Venezuela (Pdvsa) y las empresas de la Corporación Venezolana (CVG) se incrementará en 25%, lo que se traduce entre las dos compañías en un promedio de 5 mil 750 nuevos trabajadores.
Este escenario se presentaría en caso de aprobarse el Proyecto de Reforma Constitucional presentado por el presidente Hugo Chávez Frías que contempla la reducción de la jornada laboral en 6 horas diarias y un máximo de 36 horas semanales.
De acuerdo con el estudio, en el caso de Pdvsa, el incremento sería de 3 mil 500 trabajadores, lo que llevaría a 17 mil 500 el personal que laboraría en turno rotativo, aspecto que además -en la actualidad- se ha considerado dentro del proceso de discusión de la convención colectiva de la estatal petrolera.
En el caso de la CVG, la incorporación de nuevos trabajadores sería de 2 mil 250 trabajadores para un total de 11 mil 250 trabajadores que se desempeñarían en horario rotativo.
Sugiere el análisis que en las empresas de producción continua o de alta demanda de mercado, tienen que incluir a otro grupo de trabajo y pasar de cuatro a cinco grupos. De igual forma, tienen que pasar de tres turnos de rotación a cuatro turnos.
En cuanto a la aplicación global de esta reducción en caso de ser aprobado el Proyecto de Reforma Constitucional, el Minpptrass estima que para el sector público se crearía un turno adicional de trabajo en las empresas rotativas o de producción continua.
Se prevé sincerar las estructuras de nóminas de personal de las instituciones públicas y promover el uso del tiempo libre para la formación del nuevo servidor público con ética y moral socialista, para derrotar la burocracia, la corrupción y la ineficiencia.
En el caso del sector privado, el análisis subraya que el ministerio estudiaría el tejido empresarial conjuntamente con las organizaciones sociales y el poder comunal para evitar el tráfico de empleo y prevén constituir mesas de trabajo con los diversos actores sociales.
Subraya el estudio que la reducción de la jornada no puede implicar disminución del salario básico ni de los beneficios socioeconómicos y laborales, ni debe significar la precarización de las condiciones de trabajo.
Tampoco debe significar sobreexplotación por incremento de los ritmos de trabajo (intensificación del trabajo), ni la enajenación del trabajo, y además, debe fomentar el trabajo creativo.
En el caso de empresas de servicios que no van a contratar más personal, el escenario que sugiere el despacho del trabajo es que de lunes a jueves se trabaje de 8 de la mañana a 12 del mediodía y de 2 a 6 de la tarde, mientras que el viernes sólo se labore desde 8 de la mañana a 12 del mediodía, quedando libre viernes en la tarde, sábado y domingo.
Acota el análisis que si los empresarios asumen con audacia la propuesta, pueden incorporar un turno adicional de trabajo para usar más tiempo sus maquinarias y equipos y así mejorar la eficiencia.
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