13 junio 2013, Prensa Latina http://www.prensa-latina.cu (Cuba)
Por Orlando
Oramas León*
La Habana (PL) ¿Es irreversible el
cambio de época que ha vivido América Latina en los últimos años? La pregunta
no sorprende a Fander Falconí, titular de Planificación y Desarrollo de
Ecuador, quien compartió en esta capital con Prensa Latina criterios y visiones
sobre asuntos considerados por él vitales para la región.
Miembro
del Buró Político del Movimiento Alianza PAIS, la agrupación que llevó a un
segundo mandato al presidente Rafael Correa, Falconí señala peligros y
fortalezas para las fuerzas del cambio en Latinoamérica.
"Creo que los enemigos de los procesos de transformación en América Latina siempre tienen la posibilidad de rearticularse, de rearmarse. Lo vimos con claridad con el golpe de Estado contra el presidente Manuel Zelaya en Honduras, ejecutado por los sectores más reaccionarios de la derecha hondureña y latinoamericana, vinculados con los halcones de la derecha norteamericana".
"Estas amenazas están presentes en nuestras sociedades. Las polaridades se
unen en nuestra región; a veces la ultraderecha se vincula con intereses de
sectores que no se sienten representados por los procesos progresistas y de
cambio. Son retos que tenemos que enfrentar", subraya."Creo que los enemigos de los procesos de transformación en América Latina siempre tienen la posibilidad de rearticularse, de rearmarse. Lo vimos con claridad con el golpe de Estado contra el presidente Manuel Zelaya en Honduras, ejecutado por los sectores más reaccionarios de la derecha hondureña y latinoamericana, vinculados con los halcones de la derecha norteamericana".
"Pero lo que se demuestra también es la fortaleza de los procesos en el continente. América Latina ha madurado; hay gobiernos progresistas que se centran en la búsqueda de la equidad. Hay un sostenimiento social y popular, políticas públicas activas que están siendo eficaces".
"Esa fortaleza estriba de los logros profundos alcanzados prácticamente por todos los gobiernos que, con sus matices, han girado a la izquierda. Dígase en la reducción de la pobreza, de distancias sociales y económicas, en avances sustantivos de capacidades humanas y de infraestructura productiva que son valorados por nuestras sociedades".
"Muchas amenazas subsisten en la región, pero también hay muchas fortalezas que tienen los procesos políticos latinoamericanos", enfatiza.
Para Falconí, la situación generada en Venezuela por sectores de la oposición que desconocen la victoria electoral del presidente Nicolás Maduro, evidencian la "necesidad de fortalecer la organización social y popular".
"Creo que en Venezuela se demostró que hay una organización popular que va más allá de un líder, lo cual implica un nivel de conciencia y organización social enraizada" que, asegura, se puso a prueba tras el fallecimiento del presidente Hugo Chávez.
Refiere que tanto en la patria de Bolívar como en Ecuador y otros países latinoamericanos se libra una "batalla por la verdad" contra medios de comunicación privados que actúan como fuerzas políticas de la reacción.
"Hemos defendido el derecho a la información que necesitan nuestras sociedades. Es un derecho a tener información adecuada, objetiva, oportuna, que no responda a los intereses de empresas mediáticas que suplantan el rol de organizaciones políticas generalmente derrotadas en las urnas".
El excanciller explica que en Ecuador esos medios reniegan de la legitimidad democrática conseguida por el presidente Rafael Correa en las urnas, quien se alzó con el 57 por ciento de los votos en una sola vuelta electoral.
"Significa que hay un consenso bastante grande en nuestra sociedad alrededor de lo que se viene construyendo en los últimos seis años y medio en términos democráticos. También en el viraje de políticas públicas, los planteamientos del gobierno sobre soberanía y dignidad latinoamericanas, los énfasis en la equidad. Entonces resulta paradójico que la oposición venga de ciertas empresas mediáticas".
Y concluye al respecto: "Si algo positivo podemos encontrar es que como sociedad hemos madurado mucho en identificar estos intereses y derrotarlos electoralmente".
CELAC: una esperanza a construir
La Comunidad de Estados Latinoamericanos y Caribeños (Celac) fue uno de los temas que trajo al dirigente ecuatoriano a La Habana. Aquí participó en el seminario internacional Desafíos contemporáneos estratégicos de las Diplomacias de Cumbres: Celac e Iberoamérica, organizado por la Facultad Latinoamericana de Ciencias Sociales (Flacso).
"La Celac es una gran esperanza para América Latina y el Caribe, un espacio de integración regional distinto que no responde a los tradicionales tutelajes de Estados Unidos y su agotado panamericanismo que no nos ha representado", afirma.
Considera que la Organización de Estados Americanos ha quedado como un mecanismo obsoleto de diálogo político, de búsqueda de consenso en problemas gravitantes para la región, "muchas veces con interferencia clara del poder hegemónico".
Pero para el titular ecuatoriano de Planificación y Desarrollo, la Celac debe definir si va a ser solo un espacio de diálogo y concertación política, "aunque solo ello sería muy importante".
"La integración tiene aristas adicionales necesarias para nuestros pueblos y debemos debatir sobre esos otros espacios: de integración agrícola, complementariedades productivas, concertaciones en materia comercial, búsqueda de elementos comunes para lograr que la región tenga sus propios mecanismos de solución de arbitraje frente a las controversias con la inversión extranjera directa".
"El otro elemento -acota- es lo qué estamos entendiendo como estrategia de desarrollo. Siempre vamos a tener gobiernos que no necesariamente comulguemos en los aspectos programáticos e ideológicos; es más difícil aún siguiendo las reglas electorales".
"Con el respeto de nuestras diferencias podemos llegar a aspectos articuladores que nos unen a todos. Estoy pensando en declaraciones muy importantes que ha habido, por ejemplo, en la Unión de Naciones Suramericanas cuando la crisis en el Pando, Bolivia; o el rechazo a la intentona de golpe de Estado en Ecuador".
"También al firme rechazo de la Celac a la decisión de Estados Unidos de mantener a Cuba en su unilateral lista de países que apoyan el terrorismo. Eso quiere decir que, independientemente de los signos ideológicos, tenemos posibilidades de alcanzar acuerdos en temas importantes".
*Editor jefe de la redacción Nacional de Prensa Latina.
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