23 mayo 2013, Rebelión http://www.rebelion.org (Mexico)
Durante 50 años, la Organización para la
Unidad Africana (después convertida en Unión Africana) ha luchado contra
numerosas adversidades y contratiempos surgidos a lo largo del camino pero ha
logrado con denodado esfuerzo, trabajar por la integridad y el avance de sus 54
países.
Tras varios siglos de colonialismo donde primaron las
luchas por las independencias nacionales, contra la esclavitud, el saqueo de
los territorios y sus riquezas, el continente africano comenzó a liberarse a
fines de las décadas del 50 y principios del 60.
El impulso hacia esas acciones sucedió el 25 de mayo de
1963 cuando 3l líderes africanos se reunieron en Addis Abeba y firmaron la
Carta de Principios de la OUA, después de un proceso en el que dejaron a un
lado las diferencias regionales e ideológicas que habían sembrado los
colonialistas.
Desde su creación en 1963, la OUA enfrentó grandes retos
pues su primera razón de ser fue la de acabar de liberar al continente del
colonialismo, el apartheid y la discriminación racial.
El 9 de julio del 2002, ante los cambios y las nuevas
situaciones internacionales, más de 40 jefes de Estado y Gobierno del
continente, participaron en el cónclave de Durban, Sudáfrica, que dio paso al
nacimiento de la Unidad Africana (UA) y puso fin a las actividades ejercidas
hasta entonces por la OUA.
En esa Cumbre se fijaron metas para luchar contra la
enorme pobreza que padece la región, e impulsar el desarrollo, la integración
política y económica.
La UA, a la cual pertenecen 54 países del continente,
excepto Marruecos porque la organización reconoció a la República Árabe
Saharaui Democrática como un Estado independiente, ha logrado avances como
lograr la estabilidad y la paz en el continente con fuerzas propias.
Hace una década, los golpes de Estado y las guerras
internas eran constantes en toda la región y en estos años se han logrado
reducir debido a la política aplicada por los dirigentes de la UA para no
reconocer a gobiernos ilegales y contar además con contingentes militares
integrados por los diferentes países para no tener que depender de fuerzas
extranjeras cuando ocurra algún hecho de ese tipo.
Aun quedan casos como los de Madagascar, Guinea Bissau y
Mali, en los que la UA trabaja para buscarled soluciones. En sentido general,
Naciones Unidas ha reconocido los esfuerzos de la región para consolidar la paz
y seguridad y rechazar cambios de poder que violan la Constitución.
En la búsqueda de un modelo propio de desarrollo sin
injerencia de las naciones occidentales, aunque con su colaboración, surgió la
Nueva Alianza para el Desarrollo de África (NEPAD) que traza las líneas a
seguir económica y política para la integración del continente.
La NEPAD ha encaminado sus pasos a alcanzar los Objetivos
del Milenio de Naciones Unidas como son la reducción de la pobreza y del
analfabetismo, la igualdad de géneros, la satisfacción de las necesidades de la
población, el desarrollo económico, entre otros.
Además, se han potenciado diferentes organismos de
integración como la Comunidad de Desarrollo de África Austral (SADC) y la
Comunidad Económica de los Estados de África Occidental (ECOWAS).
Estas alianzas han ido dando resultados. En 2012, en
general los países del continente crecieron 5 % y para una cuarta parte fue de
7 % o más. Asimismo, Sierra Leona, Níger, Costa de Marfil, Liberia, Etiopía,
Burkina Faso y Ruanda, fueron de los de más rápido crecimiento a nivel mundial.
Organismos internacionales anuncian que esa tendencia continuará de 2013 a 2015
y como promedio el Producto Interno Bruto regional será del 5 % debido a los
altos precios de los productos básicos a nivel mundial y al reforzamiento del
consumo en el continente.
Pero no es menos cierto que la Unión tiene grandes retos
que enfrentar como son los elevados índices de pobreza, las enfermedades
(específicamente el síndrome de Inmunodeficiencia), la desigualdad, la
marginalización social, el analfabetismo y el desarrollo sostenido.
Esas problemas de antaño, motivado principalmente por
colonialismos rapaces y posteriores imposiciones de sistemas neoliberales, la
Unión Africana los esta enfrentando con sabiduría y una mayor integración.
Asimismo, trabaja y coordina para elevar las
infraestructuras, la producción de electricidad, alimentos, empleos y
oportunidades para las familias y comunidades con el fin de mejorar el nivel de
vida, acabar con la pobreza extrema y promover la prosperidad común.
Existen otros desafíos debido a las enormes riquezas
naturales que posee el continente y que lo convierten en un gran pastel de
inestimable importancia para las naciones occidentales desarrolladas.
Efectivamente, además de ser privilegiada
geopolíticamente con cuatro circunvalaciones marítimas, (por el Mediterráneo,
el Atlántico, el Índico y el Mar Rojo) posee un potencial energético hasta
ahora insospechado que se calcula en el 15 % del orbe; 50 % del oro, 50 % de
minerales estratégicos; 60 % de las tierras cultivables del mundo y enormes
reservas de agua potable, por citar algunas.
Debido a las abundantes riquezas, surgen peligros desde
el exterior como la nueva versión de neocolonialismo, el llamado
US. Africa Command (AFRICOM).
Con una cara humanitaria que propagandiza la ayuda al
desarrollo africano, esta agrupación de fuerza organizada por Estados Unidos,
se enfila a controlar desde el petróleo, oro, diamantes y todo tipo de
minerales hasta sus inmensas riquezas ecológicas.
El 18 % del petróleo que importa Estados Unidos proviene
de África Occidental cuya región posee reservas del crudo calculadas en 60 000
millones de barriles. Interés especial ha puesto en Angola, Chad, Camerún,
Guinea Ecuatorial, Cabo Verde, Gabón, Nigeria, Sao Tomé y Príncipe, Senegal y
Mali. Resulta una zona mucho más segura que la del Medio Oriente y de bajo
costo de transporte pues esta a siete días de la costa este de Estados Unidos.
Otro desafío es concientizar a algunos Estados para que
enfrenten la adquisición de vastos espacios de tierras fértiles por gobiernos y
firmas interesadas en asegurarse recursos alimentarios a precios accesibles en
los altamente volátiles mercados de materias primas. Uno de esos casos fue el
de empresa surcoreana Daewoo que compró más de un millón de hectáreas en
Madagascar.
Lo importante es que la mayoría de los actuales
dirigentes africanos agrupados en la UA, estan al tanto de las dificultades y
problemas a enfrentar y trabajan al unísono por una mayor integración y unidad
de sus países en beneficio de sus pueblos.
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