6
agosto 2013, Fórum de São Paulo http://forodesaopaulo.org
(Brasil)
PROFUNDIZAR LOS CAMBIOS Y
ACELERAR LA INTEGRACIÓN REGIONAL
Nosotras y nosotros, delegadas y
delegados presentes al XIX Encuentro del Foro de São Paulo, realizado entre los
días 31 de julio y 4 de agosto de 2013, ratificamos más que nunca nuestra
disposición de hacer frente a los desafíos que surgen a partir de la grave
situación internacional, conscientes de que la unidad en la reflexión y en la
acción es fundamental para avanzar en los cambios democráticos y vencer los
actuales ataques del imperialismo y de la derecha.
Sin embargo, desde el final del
siglo XX está en curso un proceso de cambios en nuestra región que ofrece
esperanzas y alternativas para este mundo en crisis, al desarrollar políticas
de gobierno que navegan contra la corriente del neoliberalismo, al promover
medidas contra cíclicas en la economía y de inclusión social de millones de
personas que anteriormente vivían en la miseria. América Latina y el Caribe en
su conjunto viven hoy no sólo una época de cambios,
sino un cambio de época,
que implica transformaciones de la propia estructura de nuestras sociedades.
Este ciclo político ha forjado la
unidad y la integración latinoamericana y caribeña, a través de mecanismos
múltiples y complementarios que, al profundizar y converger, podrán promover
condiciones más favorables al curso de nuestros proyectos nacionales de
desarrollo, en un sistema internacional en transición, cuyo desenlace es incierto.
Este proceso de cambios en el mundo todavía no está consolidado y tendrá un
largo camino, pero frente a la crisis del sistema, la construcción de
alternativas representa nuestras oportunidades para colocar el debate político
de la izquierda latinoamericana y caribeña, así como de nuestros gobiernos, en
nuevos niveles.
Debemos profundizar y alcanzar
nuevas conquistas de las fuerzas políticas favorables a los cambios en América
Latina y el Caribe, promoviendo la estabilidad regional y defensa de la soberanía
y la independencia nacionales, así como manteniendo el énfasis en opciones
dirigidas al desarrollo, crecimiento, distribución del ingreso y combate a la
pobreza y a las desigualdades. Tenemos que reposicionar el Estado y profundizar
la democracia, asegurar la hegemonía y la estabilidad política para la
realización de los cambios y generar nuevos espacios de participación popular
en la gestión pública y en el cumplimiento de los derechos básicos de la
población.
El XIX Encuentro se realiza este
año en Brasil, país que está viviendo una serie de manifestaciones populares en
demanda de transformaciones en las estructuras, así como más derechos y mejoras
en las políticas públicas. Entendemos que dichas demandas son justas e
importantes pues, a pesar de los grandes avances conquistados desde el inicio
del gobierno Lula en 2003, éstos revelan la necesidad de ampliar los espacios
de participación y expresión política de sectores sociales que han alcanzado un
progreso económico gracias a las políticas implementadas por su gobierno.
Nuestros partidos y organizaciones sociales deben ser capaces de asumir dichas
transformaciones y encontrar la manera de abrir estos espacios.
Al final de este XIX Encuentro
tenemos varias tareas por cumplir para asumir los temas analizados durante
estos cinco días del evento, que incluyen los desafíos de profundizar las
movilizaciones por la realización de los cambios en nuestros países, así como
enfrentar y vencer las disputas electorales con la derecha que ocurrirán en el
próximo periodo, particularmente en las elecciones presidenciales en Honduras,
Chile, El Salvador, Costa Rica, Colombia y Panamá.
El capitalismo vive una profunda
crisis, derivada de su propia dinámica estructural, marcada por fuertes
conflictos sociales, crisis políticas agudas y conflictos militares cada vez
más peligrosos. No se vislumbra una salida de esta crisis en el corto plazo y
tampoco está claro cuál será su desenlace. Sin embargo, estamos seguros que la
humanidad no puede y no debe aceptar el costo de la superación de esa crisis
poniéndolo sobre las espaldas de los trabajadores, la creciente concentración
de ingreso, la profundización de las diferencias entre los países desarrollados
y países en desarrollo y las guerras inherentes a la tentativa de retomar la
acumulación capitalista.
La crisis ambiental es parte
integrante de la crisis capitalista. La defensa del medio ambiente debe tomar
en cuenta los intereses de los trabajadores, la sustentabilidad y la soberanía
nacional pues la derecha y el imperialismo han utilizado la bandera ambiental
para atacar a los gobiernos de izquierda en América Latina y Caribe.
La gran novedad del escenario
internacional -por ellos admitida- es la pérdida relativa de poder de los
Estados Unidos de América, como gran potencia imperialista. Sin embargo,
también es verdad que insiste en mantener su hegemonía militar, política y
económica de forma agresiva y radical. En el plano económico, busca inclusive
maniobrar en el sentido de ganar nuevo aliento. En las maniobras por retardar su
pérdida relativa de poder, no es ninguna sorpresa la reciente denuncia de
espionaje del gobierno estadounidense de sus propios ciudadanos por medio de
Internet, así como de los demás usuarios en el mundo en su ansia de controlar
todo, así como la utilización de estos medios para evaluar ventajas comerciales
para sus conglomerados internacionales, a través del espionaje industrial o,
aún, espionaje ubicando objetivos estratégico-militares. Varios gobiernos
fueron monitoreados a través de sus representaciones diplomáticas o durante
eventos internacionales importantes. Rechazamos totalmente este tipo de
injerencia en nuestros países y exigimos que las agencias de seguridad de las
grandes potencias quiten las manos de las redes sociales de Internet, que debe
tener una gestión universal y transparente.
Nuestra respuesta a esos actos debe
ser la defensa intransigente de la paz, la autodeterminación de los pueblos y
el fin de todo tipo de colonialismo. De esta forma, defendemos el fin de las
intervenciones en Afganistán, Irak y África del Norte. También reiteramos
nuestro incondicional apoyo a la autodeterminación de los pueblos palestino y
saharaui y sus derechos a un territorio libre y soberano.
Denunciamos con vehemencia la
sanguinaria agresión promovida por las potencias occidentales y sus aliados
regionales contra Siria, las reiteradas amenazas y sabotajes contra Irán y la
constante violación de la soberanía del pueblo egipcio. En especial en la ya
larga guerra en Siria, cínicamente las potencias occidentales arman terroristas
fundamentalistas ligados a Al Qaeda en la tentativa de violar la soberanía del
país.
En nuestro continente, reiteramos
nuestra exigencia por el fin del bloqueo de los Estados Unidos de América a
Cuba y que lo saquen de lista de países terroristas. De la misma forma exigimos
la inmediata liberación de los luchadores antiterroristas cubanos presos en las
cárceles estadounidenses. De la misma manera, denunciamos las intervenciones y
golpes de Estado contra gobiernos legítimamente electos, como ocurrió en
Honduras y Paraguay, en expresión de los ataques de las fuerzas del
imperialismo y de la derecha.
Reafirmamos nuestro apoyo a los
Diálogos de Paz que se realizan en La Habana entre las FARC y el gobierno de
Colombia y abogamos por la incorporación de otras fuerzas insurgentes en el
proceso de paz. La mejor forma de superar el conflicto armado, ofrecer una vida
digna para los millones de víctimas y refugiados del conflicto y fortalecer la
estabilidad en nuestra región es alcanzar un acuerdo de paz y excluir la
presencia de fuerzas militares extra-regionales. La paz en Colombia será una
contribución fundamental para la paz en América Latina y alcanzarla es un
compromiso de gran alcance histórico para la izquierda colombiana,
latinoamericana y caribeña, Al mismo tiempo, repudiamos la decisión del
gobierno de Colombia de solicitar su incorporación a la OTAN, lo que coloca en
grave riesgo la paz en nuestra región.
Exigimos la eliminación definitiva
de la herencia colonial representada por la situación de las Malvinas, Puerto
Rico y demás naciones caribeñas colonizadas y de la llamada “Guyana Francesa”.
De la misma forma, la eliminación del racismo y de la discriminación contra los
pueblos originarios y afro descendientes debe ser asumida por todos nuestros
partidos y los gobiernos progresistas de nuestra región.
Ante la agenda económica neoliberal
del imperialismo, de la liberalización financiera, de la enorme transferencia
de recursos públicos para bancos y especuladores diversos y de las políticas de
austeridad que están eliminando una serie de derechos sociales y castigando a
los trabajadores con altas tasas de desempleo, así como a la retomada de los
Tratados de Libre Comercio como la Asociación Transpacífico y el Acuerdo
Transatlántico, nuestra respuesta debe ser la aceleración de la integración
regional latinoamericana y caribeña.
Ésta -nuestra respuesta- debe
contener la perspectiva de alcanzar la complementariedad económica, reducir las
asimetrías y promover el desarrollo económico y social de nuestro continente.
Los procesos de integración que están en marcha, como UNASUR, CELAC, MERCOSUR,
ALBA, entre otros, responden con contundencia a dicha complementariedad,
representando movimientos de convergencia de los proyectos nacionales de
desarrollo.
Denunciamos las tentativas,
inspiradas por potencias extra-regionales, en el sentido de fracturar y
sabotear la integración regional, como es el caso de la llamada Alianza del
Pacífico -que no por casualidad está conformada por países que poseen tratados
de libre comercio con Estados Unidos- y la búsqueda incesante por generar
crisis y estimular divisiones en el MERCOSUR.
El multilateralismo e iniciativas
como los BRICS también deben tener nuestro apoyo, por su papel en la
construcción de nuevos centros de poder y de un mundo multipolar en
contraposición al imperialismo estadunidense y europeo, que constantemente
buscan imponer sus intereses unilaterales al resto del mundo.
Realizado en Brasil, el XIX
Encuentro del Foro de Sao Paulo denuncia las maniobras políticas de la derecha
brasileña, a través de los medios y de otros mecanismos, en el sentido de
sabotear al gobierno de la Presidenta Dilma Rousseff y poner fin a esta
experiencia marcada por importantes avances conquistados en los últimos diez
años. Nos solidarizamos con la posición de la Presidenta Dilma Rousseff y de
las fuerzas de izquierda y progresistas brasileñas de reconocer la importancia
de la voz de las calles, para avanzar por el camino de los cambios y evitar que
ese camino conduzca a un retroceso en las conquistas ya alcanzadas.
Defendemos la adopción de políticas
específicas para asegurar la defensa de los derechos plenos de todos los
migrantes y de sus familias. La gran presencia de migrantes latinoamericanos en
Estados Unidos de América se está convirtiendo en un elemento político
trascendente y cada vez más capaz de definir resultados electorales.
Ante ello, saludamos la iniciativa
del Grupo de Trabajo de articular las representaciones de los partidos del Foro
en Estados Unidos y Europa, como forma de promover el debate e incidir
políticamente sobre lo que ocurre en estas regiones a partir de nuestra
perspectiva.
En otro orden de ideas, reconocemos
que aún es un desafío para los partidos del Foro de São Paulo diseñar
políticas, estrategias y programas que garanticen de jure y de facto desterrar
totalmente todas las formas de discriminación y violencia en contra de la
mujer, para lograr la igualdad real entre los géneros como condición
indispensable para la construcción de una sociedad verdaderamente socialista.
Las delegadas y delegados presentes
a este XIX Encuentro del Foro de São Paulo rinden un cálido homenaje al
Comandante y Presidente de la República Bolivariana de Venezuela, Hugo Chávez
Frías. El proceso de cambios en Venezuela continúa bajo la presidencia del
compañero Nicolás Maduro. Manifestamos nuestro profundo reconocimiento por el
papel fundamental del Comandante Chávez en las transformaciones políticas
ocurridas en nuestro continente a partir de su primera elección en 1998, así
como su apoyo al Foro de São Paulo, inclusive como anfitrión de la edición
anterior de nuestro Encuentro.
Destacamos su compromiso con la
democracia y la movilización popular, su internacionalismo y antiimperialismo
militantes y su importante visión sobre la historia de nuestra región y el
socialismo.
Del Comandante Chávez recordamos
especialmente su papel a favor de la integración regional, la denuncia del
ALCA, el impulso dado al ALBA y la defensa de la integración de su país al
MERCOSUR, así como a otros procesos de integración y solidaridad entre los
pueblos de la patria grande latinoamericana y caribeña.
Manifestamos nuestro integral apoyo
y solidaridad al mandato del Presidente Nicolás Maduro, escogido por la mayoría
del pueblo venezolano para suceder al Presidente Chávez, y registramos nuestro
rechazo a las acciones de la derecha venezolana e internacional, que intentan
cuestionar y desestabilizar su mandato claramente emanado de las urnas el
último mes de abril.
Nos solidarizamos y condenamos
enérgicamente el secuestro del compañero Presidente de Bolivia, Evo Morales,
perpetrado por cuatro gobiernos europeos en flagrante violación de la soberanía
boliviana y de las leyes internacionales, inclusive poniendo en riesgo la vida
del Presidente y de toda la delegación que lo acompañaba, lo que constituye una
afrenta a toda América Latina.
Felicitamos al Presidente Rafael
Correa por su reelección este año a la presidencia de Ecuador, seguros de que
representa la reafirmación de la voluntad del pueblo ecuatoriano de proseguir
en la ruta del rechazo al neoliberalismo y en la construcción de alternativas
que lleven al desarrollo y a la justicia social, en los marcos de su profunda
revolución ciudadana. Nos solidarizamos con su pueblo y su gobierno que
enfrentan las tentativas de empresas petroleras de imponer sus intereses por
encima de la soberanía ecuatoriana por medio de fallos en instancias
internacionales.
Igualmente felicitamos el pueblo y
el gobierno nicaragüense por los 34 años de la Revolución Sandinista, que marcan
el inicio de las grandes transformaciones en este país.
También expresamos nuestra
solidaridad al pueblo y al gobierno sudafricano en este momento de grave
enfermedad de su compatriota y ex presidente Nelson Mandela, una de las
personalidades políticas de la mayor importancia de nuestro tiempo.
La guerra de posiciones entre las
tentativas de avances de los cambios y profundizaciones de la integración
regional por un lado y, por otro, los ataques de las fuerzas de la derecha y
del imperialismo, definirán la consolidación y la continuidad del actual ciclo
político avanzado, instalado hace quince años en nuestra América Latina y el
Caribe.
Tenemos la convicción de que,
continuando con la profundización de los cambios y acelerando la integración
regional, podemos recorrer caminos hacia el socialismo en nuestra América
Latina y el Caribe, lo que será una obra original de nuestros pueblos.
Reiteramos el valor fundamental de
la unidad latinoamericana y caribeña y de la unidad del pueblo en cada uno de
nuestros países para continuar por este camino de las transformaciones
necesarias, para profundizar y consolidar los cambios y para que podamos
avanzar aún más en el XX Encuentro del Foro de São Paulo, a realizarse en 2014
en Bolivia.
Brasil, São Paulo, 4/8/2013
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