6 de Agosto de 2013, TeleSUR http://www.telesurtv.net (Venezuela)
Tras asumir la presidencia protémpore del
Consejo de Seguridad de Naciones Unidas, la presidenta de Argentina, Cristina
Fernández, destacó la importancia de repensar estos organismos en función de un
nuevo mundo.
La presidenta de Argentina,
Cristina Fernández, abogó este martes por la necesidad de repensar el
funcionamiento del Consejo de Seguridad de la Organización de Naciones Unidas
(ONU), en el marco de "un nuevo mundo y una nueva realidad que exige
nuevos métodos".
"Debemos repensar el funcionamiento
del organismo porque tenemos un nuevo mundo y una nueva realidad (...) No se
pueden enfrentar nuevos problemas con viejos métodos porque no nos van a dar
respuestas", enfatizó Fernández.
Asimismo, urgió la importancia de
que los consensos se den en la Asamblea General de Naciones Unidas en torno a
la paz y la estabilidad y no hacia los intereses de algunos miembros con
derecho a veto, que, a juicio de la mandataria, utilizan ese beneficio en
contra de los demás países integrantes.
"La eficacia del Consejo de
Seguridad para resolver cuestiones radica en que todos los Estados miembros den
cumplimiento a las resoluciones de la Asamblea General, porque muchas veces
quienes se sientan en este ámbito, y porque son miembros permanentes con
derecho a veto, no las cumplen".
En ese sentido, también destacó que
los Estados deben dar cumplimiento a los lineamientos emanados de la Asamblea.
La Resolución sobre Las Malvinas
Cristina Fernández reiteró su
demanda de que "se cumpla la resolución de la ONU y que ambos países
(Argentina y Reino Unido) nos sentemos a conversar sobre este hecho
controversial".
"Mi país y Reino Unido deben
entablar en el marco de la resolución de Naciones Unidas la soberanía de las
Islas Malvinas", enfatizó la mandataria argentina.
Consideró que las naciones del
mundo "pueden tener opiniones discordantes sobre algo que no está resuelto
en la ONU, pero cuando en la Asamblea General emana una resolución no estamos
ante opiniones discordantes sino ante una resolución a la que llegamos todos".
La resolución 2065 de las Naciones
Unidas es todavía clave, porque constituye una decisión de la Asamblea General
de esa organización, que el 16 de diciembre de 1965 votó, por 94 votos a favor,
ninguno en contra y 14 abstenciones, el reconocimiento de la existencia de una
disputa entre los Gobiernos de la Argentina y del Reino Unido de Gran Bretaña e
Irlanda del Norte sobre la soberanía de las islas.
La resolución invitaba a ambos a
proseguir sin demora las negociaciones recomendadas por el Comité Especial
encargado de examinar la aplicación de la declaración sobre la concesión de la
independencia a los países y pueblos coloniales a fin de encontrar soluciones
pacíficas a los problemas existentes, teniendo debidamente en cuenta las
disposiciones y los objetivos de la carta de las Naciones Unidas y de la
Resolución 1514 de la Asamblea General, así como los intereses de la población
de las islas.
Notas Relacionadas
----------------- Relacionada
Abya
Ayala, Patria Grande/Latinoamérica instala en la ONU caso de espionaje
de EE.UU.
7 agosto 2013, Prensa Latina http://www.prensa-latina.cu (Cuba)
Por
Victor M. Carriba
Naciones
Unidas (PL) -- Una andanada de
críticas a las acciones ilegales de espionaje de Estados Unidos y de reclamos
para una intervención de la ONU al respecto marcó el estreno de la nueva
embajadora norteamericana ante Naciones Unidas, Samantha Power.(RadioPL)
Solo unas
horas antes de la presentación de las cartas credenciales de la flamante
representante estadounidense al secretario general de la ONU, Ban Ki-moon, el
propio titular del organismo recibió a los cancilleres de cinco naciones del
Mercado Común del Sur (Mercosur).
Los ministros de Argentina, Brasil, Uruguay, Venezuela y Bolivia acudieron a la oficina del jefe de la ONU para denunciar el sistema de espionaje global que practica Estados Unidos como violatorio de los derechos, la soberanía e independencia de los países.
El repudio del Mercosur a esa labor revelada por el exanalista de la Agencia Central de Inteligencia (CIA) norteamericana fue sancionado días antes por los jefes de Estado de ese mecanismo de integración sudamericano.
Sin embargo, ese rechazo no se limitó a la reunión entre los cancilleres y Ban Ki-moon, sino que concentró parte importante de un debate abierto celebrado ayer por el Consejo de Seguridad.
La sesión estuvo encabezada por la presidenta de Argentina, Cristina Fernández, y fue el debut de la embajadora Power en el escaño de su país, el cual tiene carácter de miembro permanente y el privilegio del vetar decisiones en el órgano.
En su intervención en la reunión, la mandataria argentina aludió al problema del espionaje al defender que la privacidad de las personas constituye un valor inalienable que nadie debe despreciar.
Y fue más allá al reclamar el establecimiento de reglas de carácter global para asegurar la soberanía de los estados y la privacidad de los ciudadanos y convocar a "vivir y convivir en pluralidad y diversidad".
En la misma sesión, el canciller venezolano, Elías Jaua, anunció que el Mercosur inició gestiones para impulsar en el organismo mundial una discusión amplia de carácter multilateral que permita diseñar acuerdos para salvaguardar la soberanía y seguridad de los estados frente a esas prácticas ilegales.
Por su parte, el jefe de la diplomacia de Ecuador exigió al Consejo de Seguridad que exija a uno de sus miembros permanentes (Estados Unidos) el cese de "la vigilancia global, masiva, discrecional, sin límites".
"Todos -absolutamente todos- deudores y acreedores, amigos y enemigos, Sur y Norte, somos considerados sospechosos habituales por las autoridades de los Estados Unidos de América", indicó.
Reclamó la fijación de límites porque "cualquier límite que pudiera existir se ha esfumado y la seguridad nacional de los Estados Unidos ha sido elevada por encima de todos los valores morales universales".
Lo ocurrido constituye una amenaza a la paz mundial y una responsabilidad del Consejo de Seguridad, agregó, para afirmar que "es el momento de que la propia ONU afronte responsablemente este asunto".
En la misma línea, el canciller de Brasil, Antonio de Aguiar Patriota, advirtió que "la interferencia de telecomunicaciones y las acciones de espionaje sobre nuestros países son parte de una inaceptable conducta contra la soberanía" y en detrimento de las relaciones entre las naciones.
Sin dudas, la nueva embajadora norteamericana inició su gestión en la ONU con un fuerte viento en contra proveniente, también, del sur latinoamericano y caribeño.
Los ministros de Argentina, Brasil, Uruguay, Venezuela y Bolivia acudieron a la oficina del jefe de la ONU para denunciar el sistema de espionaje global que practica Estados Unidos como violatorio de los derechos, la soberanía e independencia de los países.
El repudio del Mercosur a esa labor revelada por el exanalista de la Agencia Central de Inteligencia (CIA) norteamericana fue sancionado días antes por los jefes de Estado de ese mecanismo de integración sudamericano.
Sin embargo, ese rechazo no se limitó a la reunión entre los cancilleres y Ban Ki-moon, sino que concentró parte importante de un debate abierto celebrado ayer por el Consejo de Seguridad.
La sesión estuvo encabezada por la presidenta de Argentina, Cristina Fernández, y fue el debut de la embajadora Power en el escaño de su país, el cual tiene carácter de miembro permanente y el privilegio del vetar decisiones en el órgano.
En su intervención en la reunión, la mandataria argentina aludió al problema del espionaje al defender que la privacidad de las personas constituye un valor inalienable que nadie debe despreciar.
Y fue más allá al reclamar el establecimiento de reglas de carácter global para asegurar la soberanía de los estados y la privacidad de los ciudadanos y convocar a "vivir y convivir en pluralidad y diversidad".
En la misma sesión, el canciller venezolano, Elías Jaua, anunció que el Mercosur inició gestiones para impulsar en el organismo mundial una discusión amplia de carácter multilateral que permita diseñar acuerdos para salvaguardar la soberanía y seguridad de los estados frente a esas prácticas ilegales.
Por su parte, el jefe de la diplomacia de Ecuador exigió al Consejo de Seguridad que exija a uno de sus miembros permanentes (Estados Unidos) el cese de "la vigilancia global, masiva, discrecional, sin límites".
"Todos -absolutamente todos- deudores y acreedores, amigos y enemigos, Sur y Norte, somos considerados sospechosos habituales por las autoridades de los Estados Unidos de América", indicó.
Reclamó la fijación de límites porque "cualquier límite que pudiera existir se ha esfumado y la seguridad nacional de los Estados Unidos ha sido elevada por encima de todos los valores morales universales".
Lo ocurrido constituye una amenaza a la paz mundial y una responsabilidad del Consejo de Seguridad, agregó, para afirmar que "es el momento de que la propia ONU afronte responsablemente este asunto".
En la misma línea, el canciller de Brasil, Antonio de Aguiar Patriota, advirtió que "la interferencia de telecomunicaciones y las acciones de espionaje sobre nuestros países son parte de una inaceptable conducta contra la soberanía" y en detrimento de las relaciones entre las naciones.
Sin dudas, la nueva embajadora norteamericana inició su gestión en la ONU con un fuerte viento en contra proveniente, también, del sur latinoamericano y caribeño.
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