2 abril 2015, TeleSUR http://www.telesurtv.net (Venezuela)
VOLVEREMOS
Un 2 de abril, pero hace 33 años, inició el conflicto bélico por la
soberanía de las Islas Malvinas, que tuvo su punto de partida el 3 de enero de
1833, cuando el Reino Unido ocupó ilegalmente ese territorio y desalojó a las
autoridades argentinas impidiendo su regreso.
La Organización de las Naciones Unidas (ONU) en 1960 calificó la
ocupación como un caso colonial especial e instó a Gran Bretaña a poner fin al
colonialismo. Por su parte, en 1977 Gran Bretaña decide no concertar por la
soberanía y organiza la “defensa” de las islas.
A partir de 1981, el Gobierno de Argentina emite varias propuestas
para negociar el tema de la soberanía, pero Gran Bretaña no accede.
Inicio del conflicto bélico
Los constantes desacuerdos entre Argentina y Gran Bretaña dan
origen a un conflicto armado que
inició el 2 de abril de 1982 cuando las
fuerzas argentinas desembarcaron en las islas durante 74 días.
No obstante, el 14 de junio de ese año los ingleses volvieron a
usurpar las islas.
Esta ocupación justificó la instalación de una base de la
Organización del Tratado del Atlántico Norte (OTAN) en el Atlántico Sur.
A finales de 1998, la cancillería argentina pidió a las Naciones
Unidas participar como mediador entre Londres y Buenos Aires.
Desde entonces Argentina ha buscado por medios pacíficos recuperar
las islas tomando en consideración los principios del Derecho Internacional.
Pese a la permanente voluntad de diálogo por parte del Gobierno argentino, el
Reino Unido no ha tomado en cuenta el llamado de la comunidad internacional
para reanudar las negociaciones de la soberanía.
Acciones actuales
Recientemente, la presidenta argentina, Cristina Fernández, aseguró
que el Gobierno británico utiliza las Malvinas para justificar su inversión en
gastos militares.
En un comunicado, la mandataria señaló que rechaza categóricamente
que Argentina sea una amenaza para las Malvinas. Por su parte, el canciller
argentino, Héctor Timerman, calificó como una provocación la decisión de Gran
Bretaña de reforzar militarmente las Islas Malvinas y aseguró que el Gobierno
de ese país apuesta por el diálogo y al derecho internacional.
En ese momento también señaló que presentará la denuncia ante el
Comité de Descolonización de Naciones Unidas para “seguir demostrando que
América Latina y el Caribe han decidido ser una zona de paz”. "Argentina
no tiene hipótesis de conflicto con ningún país del mundo mientras que Gran
Bretaña está continuamente en estado de guerra en algún lugar del mundo",
enfatizó Timerman.
En noviembre pasado, el Gobierno argentino rechazó las maniobras
militares que Gran Bretaña realiza en las Malvinas y afirmó que el lugar debe
ser una zona de paz.
El dato
El conflicto bélico duró 74 días de los cuales durante 33 días hubo
combates; 654 argentinos perdieron la vida. La mayor parte de las bajas
argentinas ocurrieron por acción de la artillería británica y el cañoneo naval.
Treinta y tres países apoyan el reclamo argentino. Entre tanto, la
Unión de las Naciones Suramericanas (Unasur), la Comunidad de los Estados
Latinoamericanos y Caribeños (CELAC) y la Alianza Bolivariana para los Pueblos
de Nuestra América (ALBA), el Mercado Común del Sur (Mercosur) también han
sumado su voz de apoyo.
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Argentina/MALVINAS: UN ENCLAVE COLONIAL EN
AMERICA LATINA
1 enero 2015, TeleSUR http://www.telesurtv.net (Venezuela)
1 enero 2015, TeleSUR http://www.telesurtv.net (Venezuela)
La Cuestión Malvinas cobró en los últimos años una relevancia de
carácter geopolítico en la conciencia de los países de América Latina por el
peligro que implica la militarización del Atlántico Sur, una zona de paz, por
una potencia militar como es el Reino Unido.
La Organización de las Naciones Unidas en la Cuestión de las Islas
Malvinas en la Resolución 2065 (XX) y subsiguientes de la Asamblea General,
como un caso colonial “especial y particular” que involucra una disputa de
soberanía entre la Argentina y el Reino Unido, la cual debe ser resuelta mediante
negociaciones entre las dos partes, teniendo en cuenta los intereses de la
población de las islas.
17 colonias persisten en el siglo XXI. 10 del Reino Unido 3 de Estados Unidos 2 de Francia 1 de Nueva Zelanda 1 Marruecos y Mauritania
Desde 1965, distintos órganos de las Naciones Unidas han adoptado más de 40 resoluciones llamando a las dos partes a encontrar una solución pacífica y definitiva a la disputa de soberanía. La Cuestión de las Islas Malvinas incluye también a las Islas Georgias del Sur, Sandwich del Sur y los espacios marítimos circundantes.
17 colonias persisten en el siglo XXI. 10 del Reino Unido 3 de Estados Unidos 2 de Francia 1 de Nueva Zelanda 1 Marruecos y Mauritania
Desde 1965, distintos órganos de las Naciones Unidas han adoptado más de 40 resoluciones llamando a las dos partes a encontrar una solución pacífica y definitiva a la disputa de soberanía. La Cuestión de las Islas Malvinas incluye también a las Islas Georgias del Sur, Sandwich del Sur y los espacios marítimos circundantes.
La comunidad internacional en su conjunto llama reiteradamente al
diálogo, a través de un gran número de resoluciones y declaraciones, no sólo de
Naciones Unidas, sino de la Organización de Estados Americanos (OEA), el
MERCOSUR, la Unión de Naciones Suramericanas (UNASUR), la Comunidad de Estados
Latinoamericanos y Caribeños (CELAC), el Sistema de Integración Centroamericano
(SICA), las Cumbres Iberoamericanas, las Cumbres de América del Sur con Países
Árabes (ASPA), las Cumbres de América del Sur y África (ASA) y el G-77 más
China (131 países), entre otros.
Todos los países de la región reconocen a las Islas Malvinas,
Georgias del Sur, Sandwich del Sur y los espacios marítimos circundantes como
parte integrante del territorio nacional argentino y manifestan su rechazo a la
ocupación británica en el sur del Continente.
Asimismo, la región rechaza las actividades unilaterales británicas
de exploración y explotación de recursos naturales renovables y no renovables
en el área disputada, así como la presencia y ejercicios militares británicos.
Pese a que Londres se niega a cualquier negociación por la
soberanía, el derecho internacional ha sido claro y en tal sentido se han
expresado diversos bloques regionales para terminar con un anacrónico enclave
colonial en pleno siglo XXI.
El derecho a la libre determinación no es un derecho reconocido a
cualquier comunidad humana establecida sobre un territorio, sino únicamente a
los pueblos. Los actuales habitantes de las Islas Malvinas no son reconocidos
como un “pueblo” por las resoluciones de las Naciones Unidas, es población
británica trasplantada, a diferencia de los casos clásicos de colonialismo en
que un pueblo preexistente es víctima de la instauración de una dominación
colonial.
El Reino Unido ocupó las islas en 1833 y expulsó de ellas a la
población y autoridades argentinas que se encontraban ejerciendo soberanía.
Procedió luego a llevar a sus propios colonos y a controlar ferreamente la
política migratoria de un territorio aislado, al mismo tiempo que se negaba a
solucionar la disputa. Es el gobierno colonial quien decide hasta el día
de hoy la composición poblacional del territorio. Se trata de una reducida
población cuya demografía no crece naturalmente, sino que es dependiente de las
necesidades económicas y administrativas del gobierno colonial. De acuerdo
a censos de las Islas Malvinas, los nacidos en las islas (44,7%) no constituyen
la mayoría de la población y alrededor del 40% de los habitantes residen en las
islas desde hace menos de 10 años. Sugestivamente, por primera vez en la
historia, el censo del año pasado no menciona cuántos son los habitantes
nacidos en las islas, ni la nacionalidad de sus habitantes. Cabe señalar, por
otra parte, que las Islas Malvinas se encuentran entre los territorios más
militarizados del mundo, teniendo en cuenta la proporción de efectivos
militares (más de dos mil) y la población civil (2.563) Ninguna resolución de
las Naciones Unidas sobre la Cuestión de las Islas Malvinas se ha referido a la
libre determinación. Al contrario, la Cuestión es considerada como un caso “especial
y particular” de descolonización, en el que se reconoce la existencia de una
disputa de soberanía entre la Argentina y el Reino Unido, la cual debe ser
resuelta por negociaciones bilaterales, teniendo en cuenta los “intereses” (no
los “deseos”) de los habitantes de las islas.
En 1985 la Asamblea General expresamente rechazó, en dos
oportunidades, la inclusión de ese principio en las resoluciones sobre la
Cuestión Malvinas. Más aún, las Naciones Unidas continúan instando con
preocupación, año a año, a la reanudación de las negociaciones bilaterales para
una solición pacífica y definitiva a la disputa de soberanía. Desde 1966
hasta 1982 ambos países mantuvieron negociaciones y la Argentina hizo un gran
esfuerzo para mejorar las condiciones de vida de los habitantes de las islas a
través de medidas prácticas. Se contemplaron soluciones como la transferencia,
la administración conjunta o el retroarriendo de las islas. Hubo documentos
redactados, acordados e incluso inicialados por los negociadores, en los que el
Reino Unido aceptó reconocer la soberanía argentina.
La actitud intransigente de sectores con intereses económicos en las islas impidió una solución. Llama la atención que el Reino Unido haya negociado con una dictadura militar y no esté dispuesto a hacerlo ahora con un gobierno democrático y popular que ha condenado el conflicto armado y asigna un papel central al respeto por los derechos humanos.
La actitud intransigente de sectores con intereses económicos en las islas impidió una solución. Llama la atención que el Reino Unido haya negociado con una dictadura militar y no esté dispuesto a hacerlo ahora con un gobierno democrático y popular que ha condenado el conflicto armado y asigna un papel central al respeto por los derechos humanos.
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