Persecusiones, asesinatos, expulsiones de sus territorios o niños vendidos como esclavos a blancos fueron algunos de los testimonios expuestos en la audiencia pública. (Foto: TeleSUR)
En la audiencia los indígenas relataron asesinatos y venta de niños como esclavos.
17 julio 2008/TeleSUR http://www.telesurtv.net/
La Comisión de Verdad y Justicia de Paraguay realizó este miércoles una audiencia especial en el Congreso de ese país donde se escucharon desgarradores relatos sobre las violaciones de los derechos humanos y los crímenes de lesa humanidad contra poblaciones indígenas durante la dictadura de Alfredo Stroessner, entre 1954 y 1989.
Los casos de indígenas perseguidos, asesinados, expulsados de sus territorios o historias de niños de la étnia aché vendidos como esclavos a blancos, fueron algunos de los testimonios en la audiencia pública sobre los pueblos indígenas durante el gobierno militar stronista, que continúa este jueves.
Margarita Mbywangi, una de las víctimas de los abusos gubernamentales, explicó que era muy difícil poder contarle a sus hijos, cuando le preguntan qué fue de la suerte de sus abuelos, que habían sido masacrados.
"Es muy doloroso, ahora que mis hijos dicen donde están mis abuelos, y que yo nos les puedo contar cómo fueron masacrados, como fueron muertos, es triste para mi", dijo.
Esteban López, de la comunidad aché Yakye Axa, contó como su comunidad vivía tranquilamente en el Chaco (al oeste del país) hasta la llegada de un grupo de misioneros blancos, quienes les dijeron que debían vivir mejor y comer alimentos más nutritivos y ellos los siguieron.
Pero en vez de ofrecerle una vida mejor, los llevaron a trabajar como peones a sus establecimientos, donde eran explotados. Cuando se cansaron de la esclavitud decidieron retornar a sus tierras, pero el Gobierno ya las había tomado y estaban cercadas con alambrados.
"Nuestro anciano y gran líder fue enterrado dentro de una propiedad alambrada", comentó ante el auditorio y agregó que los indígenas fueron dispersados y algunos se quedaron sin tierras.
En la sesión, además se inauguró una muestra fotográfica y documental sobre las vivencias de los territorios nativos durante la dictadura, que dejó unas cuatro mil personas asesinadas.
Estos casos de desplazamientos forzosos fueron denunciados a la justicia paraguaya, no obstante ésta se declaró incompetente para devolverles sus territorios, por lo que el expediente pasó a la Corte Interamericana de Derechos Humanos, que condenó a Paraguay a reintegrar las tierras ancestrales a los nativos
A su turno, el sacerdote católico Bartomeu Meliá aseguró que cuando los blancos incursionaban para apoderarse de los terrenos aborígenes organizaban cacerías humanas y mataban sin piedad
"Era como una diversión aniquilar a una familia o arrebatarles sus hijos para venderlos como 'criaditos'", confirmó y recordó que en una ocasión un pequeño aché fue asesinado de un escopetazo por robar una sandía.
Todos estos hechos sucedieron durante la dictadura de Stroessner y Paraguay llegó a ser denunciado por genocidio.
Con estas intervenciones se prevé impulsar una mayor participación de los sectores indígenas para esclarecer los mecanismos y condenar a los responsables de estas violaciones a los derechos humanos.
El presidente de la Comisión de Verdad y Justicia, monseñor Mario Melanio Medina, garantizó que estos relatos formarán parte del informe que presentará la organización y que serán utilizados para reivindicar a los pueblos indígenas, con quienes aún está en deuda el gobierno de turno.
La Comisión de Verdad y Justicia paraguaya fue creada por ley y sus miembros fueron designados por decreto del Poder Ejecutivo en julio del 2004.
Está integrada por miembros de los poderes Ejecutivo y Legislativo, personalidades de la sociedad y del clero y miembros de organizaciones de víctimas de la dictadura.
Los casos de indígenas perseguidos, asesinados, expulsados de sus territorios o historias de niños de la étnia aché vendidos como esclavos a blancos, fueron algunos de los testimonios en la audiencia pública sobre los pueblos indígenas durante el gobierno militar stronista, que continúa este jueves.
Margarita Mbywangi, una de las víctimas de los abusos gubernamentales, explicó que era muy difícil poder contarle a sus hijos, cuando le preguntan qué fue de la suerte de sus abuelos, que habían sido masacrados.
"Es muy doloroso, ahora que mis hijos dicen donde están mis abuelos, y que yo nos les puedo contar cómo fueron masacrados, como fueron muertos, es triste para mi", dijo.
Esteban López, de la comunidad aché Yakye Axa, contó como su comunidad vivía tranquilamente en el Chaco (al oeste del país) hasta la llegada de un grupo de misioneros blancos, quienes les dijeron que debían vivir mejor y comer alimentos más nutritivos y ellos los siguieron.
Pero en vez de ofrecerle una vida mejor, los llevaron a trabajar como peones a sus establecimientos, donde eran explotados. Cuando se cansaron de la esclavitud decidieron retornar a sus tierras, pero el Gobierno ya las había tomado y estaban cercadas con alambrados.
"Nuestro anciano y gran líder fue enterrado dentro de una propiedad alambrada", comentó ante el auditorio y agregó que los indígenas fueron dispersados y algunos se quedaron sin tierras.
En la sesión, además se inauguró una muestra fotográfica y documental sobre las vivencias de los territorios nativos durante la dictadura, que dejó unas cuatro mil personas asesinadas.
Estos casos de desplazamientos forzosos fueron denunciados a la justicia paraguaya, no obstante ésta se declaró incompetente para devolverles sus territorios, por lo que el expediente pasó a la Corte Interamericana de Derechos Humanos, que condenó a Paraguay a reintegrar las tierras ancestrales a los nativos
A su turno, el sacerdote católico Bartomeu Meliá aseguró que cuando los blancos incursionaban para apoderarse de los terrenos aborígenes organizaban cacerías humanas y mataban sin piedad
"Era como una diversión aniquilar a una familia o arrebatarles sus hijos para venderlos como 'criaditos'", confirmó y recordó que en una ocasión un pequeño aché fue asesinado de un escopetazo por robar una sandía.
Todos estos hechos sucedieron durante la dictadura de Stroessner y Paraguay llegó a ser denunciado por genocidio.
Con estas intervenciones se prevé impulsar una mayor participación de los sectores indígenas para esclarecer los mecanismos y condenar a los responsables de estas violaciones a los derechos humanos.
El presidente de la Comisión de Verdad y Justicia, monseñor Mario Melanio Medina, garantizó que estos relatos formarán parte del informe que presentará la organización y que serán utilizados para reivindicar a los pueblos indígenas, con quienes aún está en deuda el gobierno de turno.
La Comisión de Verdad y Justicia paraguaya fue creada por ley y sus miembros fueron designados por decreto del Poder Ejecutivo en julio del 2004.
Está integrada por miembros de los poderes Ejecutivo y Legislativo, personalidades de la sociedad y del clero y miembros de organizaciones de víctimas de la dictadura.
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