La Paz, 26 noviembre 2007 (ABI) - La violencia registrada el fin de semana en Sucre para evitar el trabajo de la Asamblea Constituyente forma parte de un plan no sólo para matar el foro sino para derrocar al presidente Evo Morales.
"Claramente hay un plan que tiene varios puntos. Comienza por la resistencia civil, ocupación de instalaciones públicas, promover algunas movilizaciones y bloqueos del sector del transporte", declaró el Vicepresidente.
"Claramente hay un plan que tiene varios puntos. Comienza por la resistencia civil, ocupación de instalaciones públicas, promover algunas movilizaciones y bloqueos del sector del transporte", declaró el Vicepresidente.
Agregó que también forma parte de este presunto plan el cerrar válvulas de gas y de petróleo, subir los precios de los productos, es decir, todo un decálogo que ha sido emitido por el sector cívico y la ultraderecha.
"Hay una guerra económica que ya la ha denunciado el Jefe de Estado. También hay la decisión de intentar aprobar una carta de una autonomía de facto, que es golpista, eso si es golpismo", expresó.
El Segundo Mandatario declaró que a esas medidas de la ultraderecha, el Gobierno responderá con dos herramientas: "La defensa de la legalidad y, por lo tanto, la protección de las instalaciones con los mecanismos que nos brinda la Constitución y, en segundo lugar, apelando a la población en esta confrontación con estos sectores ultraderechistas, fascistas y golpistas".
Para García Linera hay una clara intensión que muestra la guerra contra el cambio y que esa guerra es a muerte contra la Constituyente y el Gobierno.
"La mejor forma de resistir es cumplir la legalidad y apelar al soberano que es la población, el ciudadano de a pie que es quien tiene que defender, comprometiéndose con este proceso de cambio, la Constitución y la democracia y eso ya lo estamos viendo", señaló.
Para el Vicepresidente, después de un largo periodo de descanso, de letargo del movimiento social, estas últimas semanas se ha visto un despertar porque democracia también significa participación social y movilización colectiva.
"Hay una guerra económica que ya la ha denunciado el Jefe de Estado. También hay la decisión de intentar aprobar una carta de una autonomía de facto, que es golpista, eso si es golpismo", expresó.
El Segundo Mandatario declaró que a esas medidas de la ultraderecha, el Gobierno responderá con dos herramientas: "La defensa de la legalidad y, por lo tanto, la protección de las instalaciones con los mecanismos que nos brinda la Constitución y, en segundo lugar, apelando a la población en esta confrontación con estos sectores ultraderechistas, fascistas y golpistas".
Para García Linera hay una clara intensión que muestra la guerra contra el cambio y que esa guerra es a muerte contra la Constituyente y el Gobierno.
"La mejor forma de resistir es cumplir la legalidad y apelar al soberano que es la población, el ciudadano de a pie que es quien tiene que defender, comprometiéndose con este proceso de cambio, la Constitución y la democracia y eso ya lo estamos viendo", señaló.
Para el Vicepresidente, después de un largo periodo de descanso, de letargo del movimiento social, estas últimas semanas se ha visto un despertar porque democracia también significa participación social y movilización colectiva.
Agregó que las dos bases de la estabilidad del Gobierno están en apoyarse en la legalidad con sus herramientas y, en el soberano y su movilización social.
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