TeleSUR/16 noviembre 2007
El presidente de Bolivia, Evo Morales, denunció que la oligarquía de su país ha puesto en marcha una guerra política para atentar contra la Asamblea Constituyente, y otra económica que intenta promover el incremento de la inflación y de los precios de la canasta familiar.
Durante un encuentro con campesinos de la localidad de Tiquina (73 kilómetros de La Paz), el mandatario boliviano aseguró que está en marcha un plan desestabilizador que busca atentar contra los cambios que impulsa desde su Gobierno.
"Si quieren cerrar la Asamblea Constituyente es parte de una guerra política, no quieren que se cambien esas normas, esas leyes que están orientadas a saquear los recursos naturales y a discriminar la gente pobre", aseveró Morales.
La Asamblea Constituyente está paralizada desde mediados del mes de agosto. El 14 de diciembre vence el plazo de prórroga que la ley le concedió. Sin embargo, hasta el momento, no se ha aprobado oficialmente ningún artículo, aunque se tiene consensuado, al menos, el 85 por ciento de su contenido.
El reinicio de las sesiones fue suspendido el pasado miércoles, ante los hechos violentos protagonizados por sectores opositores de Sucre y Santa Cruz. En esa oportunidad, la directiva decidió aplazar los trabajos del foro ante la falta de garantías para los asambleístas.
Sobre la guerra económica que también denunció, Morales dijo que la intentan usar para aumentar los niveles de inflación, a través de la especulación y el monopolio de los grandes productores de azúcar, harina, arroz, aceite, entre otros.
Al respecto, señaló que algunos grandes comercializadores de carne y de aceite, se están aprovechando de la actual situación para especular y priorizar por sobre todo sus intereses.
Explicó Morales que para hacer frente a las políticas de esa grandes industrias, se optó por importar harina de trigo de Argentina y de inmediato el pan fue rebajando de costo. De igual forma, denunció un plan similar por parte de los ganaderos, que provocó un incremento en el precio de la carne.
Intento de huelga en la banca privada
El jefe de Estado boliviano alertó a su gabinete de ministros sobre "un posible paro" de la banca privada, como parte de la "guerra económica y política" en contra de su Gobierno.
"Yo les dije a los compañeros del gabinete (de ministros): prepárense van a enfrentar un paro de la banca privada", dijo Morales al comparar esta estrategia de la derecha en Bolivia, con la situación que Venezuela enfrentó en 2003 y que incluyó un sabotaje petrolero.
Aseguró que, pese a estas amenazas, el Poder Ejecutivo insistirá en sus políticas para impulsar el desarrollo del país, con equidad y justicia.
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