29 abril 2013, ADITAL
Agência Frei Tito para a America Latina http://www.adital.com.br (Brasil)
Serie:
Buen Vivir, una vivencia y propuesta para tomadores de decisión y líderes de
opinión
Por Raquel Gargatte, desde Lima
La
Municipalidad de Río Negro, ubicada en la provincia de Satipo, en la céntrica
región de Junín, es reconocida hoy como un modelo de gobierno de Buen Vivir.
Esta es una de las primeras experiencias de institucionalización de la
representación indígena en un gobierno local que se ha convertido, además, en
un modelo para muchas municipalidades en el Perú. En el 2012 fue reconocida con
el premio nacional de Buenas Prácticas de Gestión Pública que otorga cada año
la institución peruana Ciudadanos al Día (CAD) por su trabajo de inclusión
social. Río Negro cuenta con una población promedio de 26,000 habitantes, de
los cuales un 36% son indígenas del pueblo Asháninka, grupo nativo duramente
azotado por la violencia política que vivió el Perú entre 1980 y el 2000. Las
comunidades Asháninka pudieron sobreponerse al flagelo de la violencia que
agudizó la pobreza y exclusión, gracias a su única arma: la organización.
En el
2007 la municipalidad creó la Subgerencia de Desarrollo del Pueblo Asháninka a
iniciativa y propuesta de los propios pueblos indígenas. Actualmente está
dirigida por Teddy Sinacay Tomas, quien conversó con Raquel Gargatte,
colaboradora de Noticias Aliadas, sobre la experiencia de gobernar bajo el
modelo del Buen Vivir.
¿Cómo se
inicia la experiencia de gobierno con representación del pueblo Asháninka en la
municipalidad de Río Negro?
El año
2000 nuestras organizaciones como la Asociación Interétnica de Desarrollo de la
Selva Peruana (AIDESEP) y la Confederación de Nacionalidades Amazónicas del
Perú (CONAP) venían impulsando a nivel nacional la creación del INDEPA
[Instituto de Desarrollo de los Pueblos Indígenas]. Este planteamiento de tener
un espacio de los pueblos indígenas en el aparato de gobierno no tuvo éxito;
entonces nosotros, como rionegrinos, entendiendo la importancia de esta
iniciativa, lo que hemos hecho es copiarnos este modelo y lo planteamos como
una propuesta al gobierno local de Río Negro.
Por
suerte en ese entonces el alcalde señor Guillermo Chumpitaz Quispe nos escuchó
y entendió nuestra propuesta. En el año 2003 se logra la creación de la
Secretaría de Asuntos Indígenas como un espacio consultivo, que contaba apenas
con un pequeño presupuesto con el que se trataba de desarrollar actividades en
la medida de las posibilidades. En el 2007 se crea la Subgerencia de Desarrollo
del Pueblo Asháninka, un espacio donde se toman decisiones políticas en
beneficio de las comunidades nativas, de sus organizaciones y en beneficio de
la conservación del territorio, para mejorar la calidad de vida, respetando sus
costumbres, su idiosincrasia, la cosmovisión de los pueblos. En ese entonces la
subgerencia fue asumida por Yenny Muñoz Hilares, quien fue la primera
representante indígena elegida en un congreso de todas las comunidades nativas
del distrito de Río Negro.
Usted
habla de modelo de desarrollo que le propusieron al municipio de Río Negro.
¿Cómo definen ese modelo de desarrollo, qué características tiene?
Lo que
planteamos es un desarrollo en el marco del respeto a los derechos de los
pueblos indígenas. Muchas veces se piensa que el desarrollo es tener calles,
veredas, casas de material noble, pero eso no se puede hacer en una comunidad.
Nadie dice que no debemos contar con servicios básicos, pero lo que queremos es
que esto se desarrolle paralelamente en el marco del respeto de nuestra
cultura, donde exista en la comunidad una tranquilidad, una paz, donde todo sea
armonía, una vida saludable, juntamente con el entorno ambiental relacionado al
bosque, a la naturaleza.
¿Qué
proyectos se implementan desde el municipio para garantizar el desarrollo de
los pueblos indígenas de Río Negro?
Inicialmente,
cuando se creó la secretaría, empezamos con campañas para obtener el DNI
[documento nacional de identidad] y actualmente ya tenemos a 98% de personas
documentadas. La segunda actividad ha sido los trabajos de proyectos
productivos, como cultivo de cacao, café, crianza de peces, luego abordamos un
proyecto de orquídeas para recuperar esas especies. Hemos desarrollado
proyectos de fortalecimiento de capacidades, estamos tratando de fortalecer la
gobernabilidad indígena en las comunidades nativas para fortalecer a los jefes,
orientarlos sobre cuál es su función, de cómo conducir la comunidad, cómo
cuidar su territorio, cómo cuidar sus recursos naturales, cómo garantizar la
tranquilidad entre las familias, todo esto basado en los estatutos comunales,
que es la ley interna de la comunidad.
El año
pasado [2012] hicimos nuevos modelos de estatutos donde se garantiza el modelo
del Buen Vivir y no solamente eso, también se ha implementado un nuevo instrumento
de gestión que es el reglamento de administración de justicia. Allí la misma
comunidad ha elegido su propia sanción con la finalidad de que el que comete
errores se corrija y si esto no procede, muchas veces hasta se llega en última
instancia a expulsar al comunero o al miembro de la comunidad por no querer
adecuarse a lo que uno vive dentro la comunidad y cuando las faltas ya son
mayores como un crimen, la comunidad lo pasa recién a las autoridades para que
pueda resolverse el problema a nivel de la justicia ordinaria.
Todo ello
va a ayudar a que se fortalezca el trabajo organizativo para un buen gobierno
en las comunidades nativas, que va relacionado con el Buen Vivir.
¿Cómo se
toman las decisiones en relación a proyectos de desarrollo con los pueblos
indígenas? ¿Hay participación? ¿Quiénes deciden los proyectos?
Siempre
en las comunidades nativas —es una costumbre histórica— las decisiones no las
toma el jefe de la comunidad ni su junta directiva; lo decide la asamblea
comunal. La totalidad de los miembros de la comunidad deben reunirse y eso está
establecido en los estatutos comunales, nadie los puede violar. Tampoco el jefe
puede hacer lo que le da la gana, porque si esto pasa la gente reacciona e
inmediatamente pueden cambiar al jefe porque no es justo tomar las decisiones
solo. Ahora también se está promoviendo mucho la participación equitativa de la
mujer en los cargos, anteriormente existía un fuerte machismo, se pensaba que
las reuniones eran para los varones.
Actualmente
no se está permitiendo eso; ya hay participación de la mujer en las reuniones,
en las asambleas, porque se dice que ambos tenemos los mismos derechos, eso es
lo que estamos promoviendo fuerte.
¿Qué ha
cambiado, qué ha mejorado en Río Negro con la participación de los pueblos
indígenas en el gobierno local?
Gracias a
eso, con la participación de nuestras autoridades en el presupuesto
participativo, las comunidades están eligiendo sus propios proyectos
productivos, ya no basados en el cemento.
Las
comunidades están comenzando a expresar sus ideas para que el municipio las
puedan asumir y generar políticas públicas.
Lo que
queremos es que nuestros gobernantes entiendan que somos ciudadanos, somos
peruanos, creemos que nuestro aporte ayudaría mucho porque cuando hablamos de
desarrollo muchas veces se impone un modelo de desarrollo occidental hacia una
realidad diferente, cosa que aquí no funciona. Nuestro gobierno debe tener en
cuenta nuestra realidad, cuando eso no pasa hay muchos problemas y conflictos
sociales.
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Caixa Postal 131 - CEP 60.001-970 - Fortaleza - Ceará - Brasil
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