28 mayo 2013, UyPress
- Agencia Uruguaya de Noticias http://www.uypress.net (Uruguay)
Mónica Xavier
El éxito de Uruguay es doble. Es el país que más ha crecido en la región, e incluso ha logrado un excelente crecimiento durante el año 2009 mientras gran parte del globo sufría las consecuencias de la crisis financiera, que por aquí -a pesar de los agoreros- logramos sortear por la acertada conducción que nuestro Gobierno hace de la política económica.
Pero el país ha tenido otros períodos de
crecimiento, tal vez no tan intensos, pero los ha tenido (y en un contexto
internacional más favorable aún). Ahora la diferencia sustancial radica en el
segundo éxito: la redistribución.
Uruguay, desde la conducción del Frente
Amplio, como nunca antes, ha logrado crecer y redistribuir. Uruguay es hoy el
país con menos desigualdad en la región, según los datos recientemente
publicados por el Instituto Nacional de Estadísticas referidos al índice Gini ,
lo que evidencia claramente la gestión de un gobierno de izquierda.Esto es resultado del crecimiento económico, que es la forma natural y más eficiente de combatir la pobreza, pero es resultado además de políticas explicitas que persiguieron hacer de este crecimiento un proceso más balanceado, más inclusivo, con más acciones positivas para los sectores rezagados mediante la redistribución de impuestos y reasignación de gastos con un fuerte foco en la inversión pública social. Inversión social que implica dar oportunidades a los sectores otrora postergados, no como alguno intenta hacer creer que es mantener vagos a costillas de trabajadores, sino por el contrario, es lograr que personas marginalizadas dejen de serlo, adquieran habilidades y se incorporen al mundo del trabajando, ganando en dignidad y ayudando el crecimiento del país, pasando de un círculo vicioso a un circulo virtuoso.
Pero parece ser que como esta realidad es
incontrastable, y por más que se pretenda hacer pronósticos de nubarrones, los
mismos ya resultan poco creíbles, ahora buscan infundir el miedo queriendo
trasladar fenómenos de otros lares a nuestra realidad. Pretender hacer creer
que Uruguay podría estar viviendo una "burbuja inmobiliaria" es lisa
y llanamente desconocer los presupuestos de este fenómeno y la realidad actual
del Uruguay en la materia.
Primero, porque se intenta tapar todo el
proceso que desde el 2005 venimos realizando en materia de vivienda y el
mercado inmobiliario. Simplemente para dar los titulares más destacados:
saneamos el Banco Hipotecario del Uruguay y lo reestructuramos, haciéndolo
jugar su verdadero rol y eliminando los lastres de sus gestiones pasadas;
creación de la Agencia Nacional de Vivienda que ha permitido ordenar el mercado
y que el Estado asuma el rol que verdaderamente debe asumir, estimulando al
sector privado a invertir también en la vivienda de corte social. Y en este
punto debemos destacar el rol del Estado en la construcción de verdaderas
soluciones habitacionales y no sucuchos construidos en las afueras de las
ciudades, generando zonas de exclusión que se transforman en guetos de pobreza
como lo fueron los núcleos básicos evolutivos, que además tenían serios
defectos constructivos.
Segundo, basta simplemente informarse sobre
el nivel del crédito inmobiliario en el país, para descartar totalmente
fenómenos de este tipo. Quien sostenga lo contrario, no hace otra cosa que
reconvertir sus viejos fantasmas, tantas veces agitados, sin éxito.
El Uruguay tiene una sólida conducción
económica, que nos garantiza, pese a contextos externos adversos, seguir
creciendo, distribuyendo, incluyendo, sin burbujas y con tranquilidad.
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