17 marzo 2015, ALAI América Latina en Movimiento http://alainet.org (Brasil)
Dos millones de
personas, según O
Globo, lo que sin duda es una información inflada, salieron a las
calles en todo el país el 15 de marzo. Esta manifestación fue convocada
ampliamente a través de medios de comunicación social con el apoyo de toda la
prensa conservadora de Brasil y del mundo, además de los partidos de oposición
y las facciones de algunos partidos de la base del gobierno.
Pocos se han dedicado a
ubicar perfectamente a los autores de esta convocatoria y aún quedan algunas
preguntas al respecto. También ha sido muy difícil saber exactamente
cuáles son las consignas de la manifestación, ya que se presentaron con
diferentes e incluso propuestas opuestas, además de un fuerte ejercicio de odio
con insultos racistas, sexistas y amenazas fascistas.
Podemos hacer un primer
ejercicio para entender quiénes son los organizadores de este evento, pues es
difícil creer que
una movilización masiva programada en un período tan grande y
con fuertes apoyos se haya llevado a cabo de una manera absolutamente
espontánea. Es cierto que ningún sector responsable políticamente quiso
comprometerse con la convocatoria y sus consignas. Fernando Henrique
Cardoso, por ejemplo, hizo declaraciones la víspera de la manifestación
oponiéndose claramente a la idea de un juicio político. Aecio Neves,
candidato presidencial de la oposición y presidente del PSDB, dice apoyar el
movimiento, pero no participar para no ser acusado de proponer un tercer turno.
Informaciones de Estados
Unidos indican que la visita del vicepresidente Joe Biden es siempre una señal
para el inicio de movilización de masas apoyadas en las técnicas de la
"guerra psicológica", dirigidas por la CIA y, en este caso, apoyadas
por sectores del Departamento de Estado (Ministerio de Relaciones Exteriores de
Estados Unidos).
También hay informes de
que uno de los principales grupos que convocaron a la manifestación, el
Movimiento Brasil Libre , recibe ayuda - entre otras fuentes – de la Atlas
Economic Research Foundation de los hermanos Koch (ver: http://www.pragmatismopolitico.com.br/2015
/03/quem-financia-os-meninos-do-golpe.html).
Como una extensión de
Movimiento Brasil Libre, participan también de la convocatoria los
"Estudiantes por la Libertad", también financiados por los mismos
hermanos Koch, con la finalidad específica de convencer a los jóvenes de los
ideales ultraliberales que son presentados como una garantía económica de sus
carreras profesionales.
Grupos de
"blogueros" menos articulados como el "Vem Pra Rua" y el
"Revoltados Online" también participan en la convocatoria a través de
consignas mal articuladas e inconsistentes, reduciendo su actuación a un campo
más emocional que político.
Luego están también los
grupos partidarios explícitamente del juicio político como instrumento del
golpe de Estado. Hay varios intentos de los medios de comunicación para
aislar estos grupos dificultando su identificación clara.
Como puede verse, se
trata de una convocatoria aparentemente espontánea, pero en realidad es
bastante clara la fuente principal de la misma. El diario O Globo destaca
la presencia de banderas verdes y amarillas en el movimiento, pero si vemos el
sector predominante de la convocatoria sería más apropiado llevar la bandera de
Estados Unidos como, por ejemplo, lo hicieron varios manifestantes (ver la foto
que abre este artículo). Nadie puede pensar que las ayudas económicas de
este tipo tengan un carácter solidario. La ofensiva que EE.UU. está
haciendo en el mundo entero en la actualidad ha pasado por convocatorias
similares que no dieron ningún resultado histórico positivo hasta ahora.
El último caso que se
puede ver es el de Venezuela. No sólo se aplica en ese país las técnicas
de "guerra psicológica", sino también las de la "guerra
económica" con el apoyo de una red de comunicación de los principales
medios de la región. En los últimos años, EE.UU. ha desarrollado una
tecnología de explotación de petróleo y gas, el "fracking", que le
permite amenazar con la disminución de sus importaciones de petróleo buscando
la caída de su precio en el mercado mundial.
Sin embargo, esta
tecnología constituye uno de los más graves atentados al medio ambiente en el
mundo contemporáneo, pues introduce grandes cantidades de ácido en las aguas
subterráneas causando graves consecuencias a una de las riquezas naturales más
raras del mundo: el agua. Esta táctica, sin embargo, apunta a la caída de
las economías no sólo de Venezuela sino de Irán, Rusia e incluso Brasil.
Si alguien tiene alguna duda de esto, vea las campañas impulsadas por
EE.UU. en los últimos meses y años, incluso amenazando con una guerra mundial
contra Rusia. En Brasil, EE.UU. no logró ninguna participación en la
exploración del pre-sal y, en el caso de Venezuela,
EE.UU. no sólo está excluido de las enormes reservas del valle del Orinoco,
sino que se convierte en un enemigo abierto a través de su profunda implicación
en favor de la violenta oposición al Gobierno del Partido Socialista Unido de
Venezuela. La oposición está marcada por los intentos de golpe de Estado
en 2002 y varias otras tácticas, incluyendo la de negar la victoria del
presidente Maduro en las últimas elecciones.
Frecuentemente las
denuncias sobre las estrategias de los Estados Unidos son atribuidas a una
teoría conspirativa de la historia, pero sólo no ve estas políticas y estos
objetivos estratégicos el conocido personaje: el peor ciego, es el que no
quiere ver.
Cuando un país decreta
que está siendo amenazado en su seguridad por otro país no hay duda de que
pretende dar un contenido militar a las relaciones mutuas entre ellos.
Esta pretensión de estar amenazado en su seguridad por parte de Venezuela
es más ridícula que la afirmación de que el Gobierno de Irak tenía armas
terribles capaces de amenazar a EE.UU. Se ha demostrado que no existían.
También vimos a EE.UU. invadir a Irak para responder a una acción de
sabotaje realizado en los EE.UU. que derrumbó las Torres Gemelas, cuando era
más que demostrado que la gran mayoría de los que participaron en estos ataques
eran ciudadanos de Arabia Saudita. Más grave aún era el hecho de que
estos "agentes terroristas" estaban dirigidos por un miembro de la
nobleza que gobierna ese país. Por cierto, no exactamente a través de un
régimen democrático.
La respuesta a una
acusación tan extravagante, tan despectiva y tan prepotente como la del decreto
de Obama ha sido contundente. Rusia, China y toda América Latina en solidarizan
con Venezuela. Seguramente, la gran mayoría de las Naciones Unidas
confirmará esa oposición al decreto de EE.UU.
Es muy importante
resaltar la declaración de Unasur que reúne a todos los países de
América del Sur, inclusive a los aliados más o menos declarados de EE.UU.
En la reunión del Consejo de Ministros de Relaciones Exteriores de UNASUR
no sólo se criticó el decreto ejecutivo que declara que "la situación en
Venezuela es una amenaza inusual y extraordinaria a la seguridad nacional y la
política exterior estadounidense", firmado el 9 de marzo por el presidente
estadounidense, Barack Obama, sino también se pidió la derogatoria del mismo.
Estamos en vísperas de
la Cumbre de las Américas, que reúne a todas las naciones americanas, excepto
Puerto Rico, que se considera un mero estado asociado de Estados Unidos.
Cabe señalar que todos los países de la región se negaron a participar en
esta Cumbre si no estaba presente la República de Cuba, lo que obligó al
gobierno estadounidense a acelerar el reconocimiento de este país.
La ofensiva
norteamericana ha encontrado serias limitaciones en el Medio Oriente, en la
provocación en Ucrania, en la consolidación de Irak luego de la derrota
norteamericana, en Afganistán y también en la derrota en las elecciones de
Brasil, Venezuela, Chile, Nicaragua, Bolivia, Ecuador y el
Salvador en los últimos años. Ahora, cuando la operación del
"fracking" amenaza las aguas norteamericanas, sin haber conseguido
quebrar a sus enemigos, pero si quebrando empresas dentro de EE.UU., se vuelve
cada vez más urgente para Obama presentar alguna victoria. Esperemos que
las ambiciones empresariales de privatizar Petrobras o al menos cambiar el
esquema de reparto no sean escuchadas por importantes sectores del pueblo brasileño,
mal informados, que seguramente son mayoritarios.
El gobierno brasileño
tiene que entender que una política macroeconómica basada en el aumento de la
tasa pagada por el Estado sobre una deuda que no fue contraída para atender
alguna necesidad de nuestro pueblo, no es ciertamente una política capaz de
unificar a las fuerzas más progresistas de nuestro país. La excusa de que
son necesarias estas altas tasas de interés para frenar la inflación es
absoluta y radicalmente cuestionada por las principales autoridades en Economía
Política del mundo. El ajuste fiscal que la derecha está imponiendo en el
gobierno popular es un error muy grave. Durante 3 años hemos tenido un
aumento en las tasas de interés acompañado de una creciente inflación. Para
mantener esta situación se plantea la excusa de que la creciente inflación
obliga a aumentar las tasas de interés para frenar la inflación. El
Gobierno se ve entonces obligado a recortar el gasto, lo que incide
principalmente sobre las grandes mayorías, sobre la inversión y sobre la tasa
media de ganancia que está determinada, en gran medida, por la tasa de interés.
Mientras que EE.UU.
reduce a cero la tasa de interés de su colosal deuda, Japón hace lo mismo y
Europa la disminuye en menor medida, nuestro Banco Central pretende salvar al
país de la inflación con el aumento desproporcionado de las tasas de interés.
Mientras que las principales economías del mundo temen la deflación,
“nuestro Banco Central teme inflación" y, peor aún, provoca un inflación creciente.
Si persiste este enfoque económico profundamente antipopular y equivocado
habrá motivos para grandes manifestaciones contra el gobierno, las que pueden
ser aprovechadas por la oposición, que haría lo mismo si estuviera en el
Gobierno.
Dos millones de personas
son el 1% de la población brasileña. Esto demuestra que las técnicas de
"guerra psicológica", con el apoyo de todos los sistemas de
comunicación del país, no pueden dominar completamente la mente y las emociones
del pueblo brasileño. Pero esto no quiere decir que una defensa
equivocada de la política económica del Gobierno no creará las condiciones para
esta "guerra psicológica" tenga un mayor apoyo social. Los
otros errores son menores y siempre habrá razones para que ocurran, ningún
gobierno es perfecto, pero una cuestión grave que involucra a la mitad de los
gastos públicos y empodera a un sector financiero inútil, no puede ser la
respuesta de un gobierno popular, y mucho menos de los partidos de izquierda
que tienen un compromiso con las fuerzas populares para enfrentar los desafíos
articulados por el poderoso sistema de poder de la derecha mundial.
La continuidad de las
políticas sociales, la protección de Petrobras, los procesos independientes a
los corruptos, tasas de interés para el desarrollo humano y sustentable,
garantías de los derechos de los trabajadores, fin de los "ajustes
fiscales" para servir los pagos de intereses, la movilización de los
trabajadores en torno a los principios y objetivos que satisfagan
sus necesidades, la política de integración latinoamericana, la alianza con los
BRICS, la defensa de la soberanía de las naciones oprimidas, la defensa de
nuestros recursos naturales, estos son los caminos para que mucho más del 1%
salga a las calles, pero esta vez para defender los objetivos
históricos que llevarán a la constitución de un gobierno popular en
Brasil. (Traducción ALAI)
*Theotonio dos Santos: Premio Mundial de Economista Marxista -- Wape 2013
Con la
colaboración de David Gomes, estudiante de Historia de la UERJ
Nenhum comentário:
Postar um comentário