De “gesto osado” calificó la presidenta de Brasil, Dilma Rousseff,
a la reacción de Dani Alves durante el partido del Barcelona del domingo ante
Villarreal. Y el hecho de comer una banana, como hizo el lateral brasileño, se
convirtió en un nuevo símbolo antirracista, tendencia en Brasil y de muchísimas
figuras del fútbol mundial en apoyo al defensor del conjunto catalán.
En tanto, Villarreal identificó al agresor y determinó su expulsión
como socio de por vida y no podrá ingresar más al Madrigal, el estadio del club
amarillo.
La banana arrojada al terreno de juego forma parte del repertorio
de ofensas de los hinchas racistas contra jugadores negros o mestizos. En
Europa, es bastante habitual en estadios de España e Italia. Antes de lanzar un
tiro de esquina, Dani Alves tomó una banana del césped, la peló y le dio un
mordisco.
“Llevo en España 11 años y 11 años igual.
Hay que reírse de estos
retrasados”, afirmó el jugador tras el duelo. “No vamos a cambiar esto, hay que
tomárselo casi en broma y reírse de ellos”, agregó.
Comiendo la fruta, el brasileño envió un mensaje, pero también tomó
energía… Dos centros que llevaron a goles del Barcelona, que venció 3-2 al
Villarreal. Ayer, Dani Alves la siguió en las redes sociales, recordando una
frase de su padre: “Hijo mío, coma plátano para evitar calambres, jajá. ¿Cómo
adivinaron?”.
Hasta Rousseff apoyó el gesto de Alves. “El jugador Dani Alves dio
una respuesta osada y fuerte al racismo en el deporte”, lanzó la mandataria.
“Delante una actitud que lamentablemente se ha tornado común en los estadios,
Alves tuvo actitud”, agregó en su cuenta de Twitter.
Además, Rousseff apoyó la campaña “#somos todosmacacos” lanzada por
Neymar: el joven astro de la selección brasileña y compañero de Alves en el
Barça publicó una foto comiendo una banana junto a su hijo, que sostiene un
peluche de banana. Y se convirtió rápidamente en moda: miles de personas
siguieron el ejemplo y emitieron mensajes en las redes sociales en apoyo al
lateral derecho… muchas veces acompañados de fotos con plátanos.
Muchos son anónimos, otros grandes personalidades. Tres jugadores
del Chelsea, por ejemplo, publicaron un video en Internet. David Luiz dice
“somos felices y todos somos…”. Ahí, Oscar y Willian completan en coro:
“¡macacos!”.
Ese acto mereció la reprobación del secretario general de la
Organización de Naciones Unidas, el sudcoreano Ban Ki-moon.
Futbolistas, artistas, políticos y miles de ciudadanos anónimos de todo el mundo mostraron en las redes sociales su repudio a un acto racista contra Dani Alves, jugador del Barcelona.
Uno de los primeros en reaccionar fue el atacante brasileño Neymar
da Silva, quien subió una imagen suya en la red social Instagram comiéndose un
plátano junto a su hijo Davi Lucca. La imagen está acompañada del texto: Somos
todos iguales. Todos somos monos. No al racismo.
Por su parte, Sergio Agüero se tomó una foto con Marta, la estrella
del equipo femenino de Brasil, cada uno con una banana, y la publicó en la red
social. Otros que se unieron a la protesta fueron el cantante Michel Teló
–autor del popular tema “Ai se eu te pego”– y el ex piloto de Fórmula 1 Rubens
Barrichello.
El presidente de la FIFA, Joseph Blatter, calificó el hecho como
“una barbaridad” y prometió “tolerancia cero” con cualquier forma de discriminación
durante la Copa del Mundo, que se llevará a cabo en 45 días en Brasil. En
tanto, Romario, ex goleador del Scratch y hoy diputado federal, estimó que “el
racismo no desapareció, pero fue derrotado” por Alves.
El delantero Fred, sin banana, se adhirió de otra manera la
protesta: de contraataque. En una foto publicada en su perfil de Facebook, el
jugador del Fluminense realiza un “corte de mangas”. No casualmente, en
portugués, a ese gesto se lo llama “dar un plátano”. “Un plátano al racismo.
Lamentablemente no es un problema que se limita a España. Es un problema que
mancha al deporte y a la sociedad en general en todo el mundo”, escribió el
delantero de la selección brasileña. Lo cierto es que el gesto de Dani Alves y
la banana se convirtió en pocas horas en un símbolo de la lucha contra el
racismo.
Se sumaron a la protesta los jugadores brasileños David Luiz, Oscar
y William (Chelsea), Lucas Moura (PSG) y Fred (Fluminense), el delantero Hulk
(Zenit de Rusia), Paulinho y Fernandinho (Tottenham de Inglaterra), así como el
actual entrenador Roberto Carlos, entre otros personajes destacados.
En 2006, el comité de competición de la federación española multó
al Racing de Santander por los insultos racistas que recibió el entonces
delantero camerunés del Barcelona Samuel Eto’o. Esta temporada, el defensa
brasileño del Betis Paulao o el lateral francés del Granada Allan Nyom han
sufrido ataques similares.
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