La Paz, 31 octubre 2007 (ABI) - El secretario ejecutivo de la Comisión Económica para Amérca Latina (Cepal) y ex ministro de Economía argentino, José Luis Machinea, justificó la ruptura de los contratos petroleros en Bolivia, Venezuela y Ecuador en el último año y medio.
"Era inevitable; el petróleo valía 20 dólares el barril y ahora está a 90", reflexionó a la prensa internacional, aunque otros países productores de la región, incluido Argentina, mantienen las mismas ventajas para las petroleras. E incluso las amplió en el caso argentino, extendiendo la duración de los contratos en las áreas de mayor rendimiento.
Los gobiernos de Venezuela, Bolivia y Ecuador nacionalizaron sus recursos naturales hidrocarburíferos e hicieron cambios en las reglas de concesión y exportación de petróleo y gas. El objetivo compartido fue evitar que las petroleras se llevaran la mayor parte de la producción al exterior, obteniendo un gran beneficio con ello, dejando al país apenas una porción menor de su producción.
Procesos naturales
Machinea, al exponer en Casa de América en París sobre "Los desafíos económicos de la región", sostuvo a Página 12 que estos procesos se dieron en forma "casi natural, para acompañar el proceso de cambio de los precios de algunas materias primas".
Bolivia decidió nacionalizar en mayo de 2006 primero los yacimientos de gas -decisión que afectó principalmente a la estatal brasileña Petrobras- y luego comprar, en mayo de 2007, dos refinerías que habían sido privatizadas en favor de la empresa brasileña a fines de 1999.
Venezuela elaboró una ley de nacionalización que le asegura la mayoría accionaria en todas las asociaciones y contratos petroleros que operan en el país, y que condujo en junio pasado a la expropiación de las filiales de dos petroleras estadounidenses, Conoco y Exxon, y de la canadiense PetroCanadá.
El presidente de Ecuador, Rafael Correa, redujo de 50 al 1 por ciento las ganancias extras de las petroleras extranjeras por el alza de la cotización internacional. Ecuador busca cambiar los actuales contratos con las petroleras extranjeras que dejan a ese país un 18 por ciento del volumen de crudo extraído a un precio promedio de 25 dólares por barril, para quedarse con el 100 por ciento y pagar a las empresas los costos de operación y un margen de utilidad.
Según evaluó el funcionario de la Cepal, la región se enfrenta a la enorme oportunidad que le brinda el alza de los precios de las materias primas y el aumento de la demanda de China e India. Pero advirtió que, para crear las bases de un crecimiento sostenible a mediano plazo, debe agregarles valor y conocimiento.
La Cepal estima que la región crecerá este año un 5 por ciento y el año próximo un 4,5, en base a un contexto internacional favorable pero también a reformas hechas en casa.
No obstante, subrayó que el gasto público ha crecido entre un 30 y 40 por ciento por año, especialmente en Venezuela y Argentina, así como en Bolivia, pero luego precisó que esta alza es inferior a la de 10 ó 15 años atrás.
"Estamos aprendiendo de los errores del pasado, hemos sido más ordenados pero no hemos creado una institucionalidad macroeconómica. La única que existe es la de Chile", subrayó.
Pero aunque en los cuatro últimos años la pobreza y la indigencia han disminuido, señaló, hoy "tenemos más pobres que en 1980" y 200 millones de personas viven aún por debajo de la línea de pobreza en la región más desigual del mundo.
http://www.abi.bo/index.php?i=noticias_texto_paleta&j=20071031113757
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