Víctima de la dictadura argentina declarará contra ex capellán de la policía
Buenos Aires, 27 Agosto 2007 (ABN) - Luis Velasco, una de las víctima de la dictadura militar argentina (1976-1983), quien se exilió en España luego de padecer persecución, encierro y torturas, declarará este lunes un nuevo testimonio contra el sacerdote católico Christian Von Wernich, en el juicio que se le sigue al ex capellán de la policía bonaerense.
El juicio obedece a acusaciones que pesan en contra de Von Wernich por su presunta complicidad en crímenes, torturas y privaciones ilegales de la libertad durante la dictadura militar de derecha que tuvo lugar en Argentina entre 1976-1983, y que se caracterizó por ejercer una brutal represión contra toda iniciativa de oposición.
La agencia Télam informó que Velasco, quien viajó especialmente a Argentina para testimoniar ante el Tribunal Oral Federal Primero de La Plata, tuvo contacto con el ex capellán mientras estuvo detenido ilegalmente en la Brigada de Investigaciones y en la comisaría Quinta de La Plata, provincia de Buenos Aires.
El testigo, llamado a declarar este lunes, ya había ofrecido testimonios de su detención en el año 2000, cuando aseguró que conoció al sacerdote en la Brigada de Investigaciones poco después de haber sido trasladado desde el destacamento de Arana, donde fue torturado.
En esa declaración, el testigo recordó que Von Wernich le hizo quitar la venda de los ojos mientras estaba en la celda y comenzó a hacerle 'bromas' sobre el estado en el cual se encontraba debido a las sesiones de tortura.
«Me tocaba el pecho y, riéndose, me decía: te quemaron todos los pelitos con la picana, no te quedan pelitos», contó Velasco en su momento.
El ex desaparecido detalló que, luego, el sacerdote lo visitó mientras estuvo alojado en al comisaría Quinta de La Plata, «donde hablaba del amor y de no tener odio».
«Yo le respondí (a Von Wernich) que difícilmente podía sentir amor cuando había cinco personas torturándome, y él me dijo que nosotros debíamos pagar por lo que hacíamos (militar en partidos de izquierda) con torturas, muertes o con lo que fuere necesario», añadió Velasco.
Relató, además, que cierto día el sacerdote le confesó que conocía a algunos de sus familiares pero que, sin embargo, «Von Wernich jamás les informó dónde estaba detenido, ni que me veía con vida», dijo.
Velasco fue secuestrado el 7 de julio de 1977 en la casa de sus padres, en La Plata, como parte de un sistemático operativo de desapariciones forzadas que emprendió el Gobierno de facto liderado por Jorge Rafael Videla, quien hizo las veces de presidente tras arrebatarle el poder a María Estela Martínez de Perón, el 24 de marzo de 1976.
Al declarar en 2000, el testigo contó que cuando recuperó la libertad y antes de exiliarse en España volvió a encontrarse con el sacerdote, quien le confesó que «no sabía cómo lo habían dejado libre porque para él era boleta (marcado para matar) desde el primer día».
La referida dictadura se sumó a otras que cundieron en el cono Sur y que fueron promovidas desde Washington, Estados Unidos, a través del llamado Plan Cóndor, destinado a aplastar la corriente de pensamiento y de movimientos progresistas en la región e imponer un modelo bocetado desde el Norte.
Los argentinos heredaron de aquella dictadura una lista de 30 mil personas desaparecidas, cuyos restos son buscados todavía, y otra de -por los menos- 500 bebés que fueron arrebatados a sus padres antes de que estos últimos fueran asesinados.
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