Para la organización el premio lo ha "tenido sólo con estar nominadas", sin embargo reconoce que "hubiese sido lindo ganar la distinción". El premio fue otorgado este jueves a Liu Xiaobo, un ciudadano chino que paga once años de condena por promover acciones subversivas contra el Gobierno de su país.
8 octubre 2010/TeleSUR http://www.telesurtv.net
Las Abuelas de Plaza de Mayo expresaron este viernes su satisfacción por haber sido nominadas al Premio Nobel de la Paz por la labor que emprenden a favor de los niños que fueron separados de sus familias durante la dictadura argentina, y dijeron que no lamentan no haber sido premiadas con la distinción.
La presidenta de la asociación, Estela De Carlotto, informó a la prensa que pesar de no haber sido elegidas por el Comité Nobel de Noruega , "las abuelas seguiremos buscando a nuestros nietos como todos los días".
El premio fue otorgado este jueves a Liu Xiaobo, un ciudadano chino que paga once años de condena por promover acciones subversivas contra el Gobierno de su país, un anunció que fue rechazado por Pekín.
Ante esto De Carlotto, consideró que la distinción "a veces se da por el mérito y a veces por la oportunidad política" y que en el caso de nuestro país "habrán pensado `qué bien está la Argentina, todavía no le vamos a dar el premio`".
Para la organización el premio lo han "tenido sólo con estar nominadas", sin embargo reconocen que "hubiese sido lindo ganar la distinción".
"No se dio, hubiese sido lindo no sólo para nosotras sino para el país, porque la Argentina tiene mujeres muy valiosas, y una mujer presidenta (Cristina Fernández) que está luchando por recomponer lo que la dictadura hizo", dijo Carlotto desde La Plata.
Las Abuelas de la Plaza de Mayo habían sido fuerte candidatas al premio en los últimos meses y recibieron mucho apoyo de parte de la sociedad argentina.
"Recibimos mucho afecto, cariño, de gente conocida y no conocida (...) el premio no se dio, no hay que lamentarlo; el premio lo hemos tenido solo con el hecho de estar nominadas y también con el afecto de la gente que tanto nos apoyó" dijo Carlotto en sus declaraciones.
La organización argentina ha logrado que unos tres mil 300 jóvenes hayan acudido a la Comisión Nacional por el Derecho a la Identidad (Conadi) para investigar su procedencia. Se estima que unos 500 bebés fueron robados a sus padres durante la dictadura militar que empezó en 1976.
La cantidad de secuestros de niños y de jóvenes embarazadas, el funcionamiento de maternidades clandestinas, la existencia de listas de familias de militares en "espera" de un nacimiento en esos centros clandestinos y las declaraciones de los mismos militares demuestran que existió un plan preconcebido no sólo de secuestro de adultos sino también un plan sistemático de apropiación de niños.
Los niños robados como "botín de guerra" fueron inscriptos como hijos propios por los miembros de las fuerzas de represión, dejados en cualquier lugar, vendidos o abandonados en institutos como seres sin nombre N.N. De esa manera los hicieron desaparecer al anular su identidad, privándolos de vivir con su legítima familia, y de todos sus derechos y de su libertad.
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