En entrevista concedida a teleSUR, el canciller ecuatoriano sostuvo que no está planteada una intervención del Ejecutivo para ejecutar una 'muerte cruzada' para disolver la Asamblea Nacional. En lugar de ello, según Patiño, el Gobierno de Ecuador opta por promover la unidad popular y la cohesión política.
4 octubre 2010/TeleSUR http://www.telesurtv.net
Luego de enfrentar un intento de Golpe de Estado, el Gobierno ecuatoriano apuesta por la unión del pueblo y de fuerzas políticas para hacer frente a los sectores que han atentado contra la institucionalidad democrática en esa nación suramericana.
En entrevista concedida a teleSUR, el canciller de Ecuador, Ricardo Patiño, señaló que esa ha sido la consideración del presidente Rafael Correa, quien el pasado jueves fue secuestrado durante unas 12 horas por parte de un grupo de policías golpistas en un hospital de Quito, la capital ecuatoriana.
Patiño sostuvo que Correa "ha considerado que este es el momento en que tenemos que llamar a la unidad de todo el pueblo ecuatoriano contra los golpistas".
El jefe de la diplomacia ecuatoriana también, en su diálogo con teleSUR, reveló que el Gobierno ecuatoriano no prevé una emprender una disolución de la Asamblea Nacional para luego convocar elecciones legislativas anticipadas.
"Consideramos que no debemos ir ahora a una 'muerte cruzada', que es una alternativa que el Presidente mantiene en la Constitución para tratar de reconformar una mayoría parlamentaria que le permita gobernar, pero en estos momentos se ha considerado que es mejor unir, incluso, a los políticos ecuatorianos que están dispuestos a unirse a un Gobierno, que fue tan gravemente golpeado por un intento de golpe de Estado", dijo el canciller ecuatoriano.
Valoró que la liberación del Presidente no habría podido concretarse sin la masiva movilización popular que se desarrolló el pasado jueves, junto a la lealtad de la Fuerza Armada y el apoyo internacional.
"Lo que nos salvó fue la movilización de la gente, hay que decirlo con claridad, la lealtad de las Fuerzas Armadas y de los grupos de la policía que no se prestaron para esto y el apoyo internacional, esto fue fundamental", enfatizó.
A continuación teleSUR publica de manera íntegra el texto de la entrevista al canciller ecuatoriano:
Canciller quisiéramos hablar acerca de la jornada del pasado jueves, del fallido golpe de Estado. Para inciar, quisiéramos saber en qué momento se empezó a tomar en conciencia el Gobierno de que esto no era una simple protesta de
policías.
Nosotros, temprano en la mañana, nos enteramos. Yo estaba trabajando en mi oficina aproximadamente a las 08:00 de la mañana. Nos enteramos de que había un movimiento en la policía y que habían anunciado que no saldrían a trabajar.
Me extrañó mucho eso, llamé para preguntar qué estaba pasando y, después de unos momentos, nos dijeron que parecía que se habían tomado además un cuartel, el cuartel del regimiento en Quito. Ya nos preocupó un poco mas. Esto era posiblemente a las 09:00 de la mañana.
Me trasladé inmediatamente a la oficina del presidente y, cuando llego al Palacio de Gobierno, al patio digamos, donde están los vehículos, a las cocheras como se llaman acá, yo le digo presidente ¿Te vas a ir?
Cómo había movimientos medios extraños, le pregunté si iban a tomar alguna medida de seguridad, y él me dijo: "Sí, me voy". Le dije: ¿Te acompaño o me quedo acá? Me dice: "Quédate en la presidencia para que ayudes con otros ministros a coordinar algunas acciones, yo me voy".
Yo no le quice preguntar. Después me enteré que se había ido a meter al cuartel del regimiento en Quito, en donde estaban los policias sin trabajar, quienes además estaban en posición muy violenta.
Cuando nosotros ya percibimos, incialmente uno, es normal que pase en muchas ciudades del mundo, aunque no es muy normal con la Policía, que los policías puedan tomar una decisión de decir: "No salimos a trabajar porque no nos están atendiendo en tal requerimiento, en tal salario, en tal horario de trabajo". No nos preocupamos mucho, pero cuando ya el Presidente llegó y fue tratado como fue tratado, entonces sí ya comenzamos a sospechar que se trataba de algo muy grave, esto habrá sido 09:00 de la mañana aproximadamante, 10:00 de la mañana, cuando nos enteramos que el Presidente había llegado, lo habían recibido muy fuertemente con insultos, con gritos de Viva Lucio Gutiérrez, incluso impidiéndole entrar al Presidente, acaba de ser operado de la pierna, y en ese momento tuvo dificultades para ingresar, incluso le tiraron bombas lacrimógenas.
La guardia de seguridad del Presidente quizo retirarlo, pero él dice: "Yo no me voy a retirar, yo soy el jefe de los policías en este país, soy quien dirige la institución policial, por tanto me quedo y voy a hablar con ellos".
Cuando habló con ellos se notó, una vez más, intermediación política, la influencia política que había aquí, porque el Presidente les dijo: "Ustedes saben cómo ha sido el apoyo que el Ecuador, que el Gobierno Nacional, le ha dado a la Policía ¿Por qué ustedes reaccionan de esta manera".
Y ellos comenzaron a decir: "Eso nos lo dio Lucio", osea ese apoyo o ese aumento de los salarios lo había dado Lucio lo cual es absolutamente falso.
Los policías ecuatorianos, antes de entrar nuestro Gobierno, tenían sueldos de aproximadamente de 250 ó 300 dólares, salarios tremendamente bajos para personas que arriesgan su vida, que trabajan en horarios muy extendidos, en condiciones muy difíciles, generalemente lejos de su familia.
En estos tres años les hemos aumentado los salarios por justicia, no decimos que tienen que agradecerlo, no, simplemente por justicia, por equidad salarial se han aumentado. El policia, al entrar en la institución, no gana un salario menor a 700 u 800 dólares.
Allí nos dimos cuenta, cuando el Presidente fue recibido de esta manera, que estábamaos ante una situación mu grave, pero todavía no creíamos que era una cuestión de otra naturaleza, sino un poco mas adelante, cuando el Presidente, después de hablar con ellos y serle difícil hablar con ellos, se retira de esta conversación. Él estaba dirigiéndose a ellos, se retira de esta conversación y allí sí lo tratan de la manaera peor que ustedes se puedan imaginar, lo empujan, le tiran bombas lacrimógenas a 30 centímetros de su cuerpo.
Cuando le estalla la bomba lacrimógena, los miembros de su seguridad le ponen la máscara para que pueda respirar, le quitan la máscara, osea ya era realmente gravísimo. Uno de los policías sublevados trata de pegarle con un bastón en la pierna dañada, felizmente un asistente suyo mete la pierna entre el presidente y el palo que tiraban. Esta acción le costó al asistente una rotura de su tobillo.
Después de eso, yo tengo unas fotografías que quiero enseñarlas, pero posiblemente ya haya podido verse a través de la televisión la información correspondiente, pero esta era realmente la situación en la que se encontraba el Presidente de la República en la mañana, solo, porque a los guardias del Presidente los golpearon, los tiraron de un lado y apenas él está con una o dos personas que lo acompañan en medio de una nube de gases lacrimógenos.
Allí ya nosotos nos dimos cuenta de que no estábamos, por supuesto, ante un reclamo salarial. Uno no reclama los salarios atacando de esta manera tan, pero tan salvaje, e irrespetuosa al Presidente de los ecuatorianos.
Canciller, como usted mencionaba, el presidente Correa se dirige a los policías rebeldes, empiezan ellos a vitorear a Lucio Gutiérrez, él dice que niega estar detrás del fallido golpe de Estado ¿Qué opinión le merece al respecto?
Estamos en una sociedad activa, es perfectamente normal que haya un reclamo entre los trabajadores, los campesinos, los estudiantes, maestros. En toda sociedad que tiene gente viva hay reclamos, hay diferencias entre unos y otros; una cosa es un reclamo por una ley, por una disposición de Gobierno que puede producirce, no hay sociedades, digamos, solamente en el cementerio es donde no hay reacciones.
En nuestro Gobierno lo que mas hay es aceptación por la gestión del presidente de la República. Hay también algunas reacciones de grupos extremistas, absolutamente extremistas, ya le voy a decir quienes son aquellos que especialmente, en contra de las posiciones que hemos tenido en el Gobierno nacional y como un pueblo mayoritario está con la gestión del Presidente.
Acabamos de hacer una última encuesta en mayo para ver cómo está la aprobación de la gestión del presidente de la República: Vamos por cumplir cuatro años de Gobierno. Los tres gobiernos anteriores ya hace rato se habían terminado, no habían logrado ni la más mínima cohesión social. Un Gobierno a los seis meses se fue, el otro se fue al año, aproximadamente, y el otro a los dos años y medio.
Entre ellos, el de Lucio Gutiérrez, que fue votado del poder por el pueblo organizado que le dijo. "Ándate que has traicionado todo, todo lo que dijiste en la campaña lo has traicionado". Ese señor, que en ese momento intervino en su alocución. A ese señor que además dijo, y lo dijo muchas veces, que él no se iba del poder y que solamente lo sacarían muerto porque él iba a jugarse la vida, salió corriendo en un helicóptero huyendo del pueblo, no de la policía, como en este caso ha pasado con un sector de la policía, sino del pueblo ecuatoriano, que días enteros se concentró en Quito para decirle que se fuera, porque ya no aguantaban una gestión tan deshonesta, tan incapaz, como la que él desarrolló.
Pues le decía que la gestión del Presidente (Correa), llegando al cuarto año de gestión y en la última semana, que se pregunta cuál es la percepción que tiene la población, 75 por ciento de los ecuatorianos aprueba la gestión del Presidentel, el 25 por ciento la considera muy buena y el 50 por ciento, 49 y pico, la considera buena.
Estamos hablando de 75 por ciento de aprobación, cumpliendo prácticamente cuatro años de Gobierno, esto es fundamental decirlo, claro, hay sectores, no quiero decir con esto que todo reclamo popular es un reclamo que puede ser desconocido, subvalorado o menospreciado. No, los reclamos populares los consideramos, los trabajamos y los dialogamos, pero los reclamos que últimamente ha tenido el Gobierno han sido, fundamentalmente, de grupos identificados como un movimiento que se llama Movimiento Popular Democrático, en la extrema izquierda de este país.
Normalmente los extremos se juntan, tanto que ahora la Asamblea Nacional está absolutamente articulada por la derecha. Todos los días sale en la prensa, el NPD y sus grupos sosiciales, con los que tiene influencia, sale casi todos los días en rueda de prensa en conjunto con el Partido Social Patriótica, con el Movimiento Madera de Guerrero, con el Partido Social Cristiano, osea con la derecha, con el Prian, sale junto la extrema derecha, con la extrema izquierda, en donde participa el NPD, eso son los movientos a los que hace referencia, que valora el señor Gutiérrez; y en esta jornada del jueves, no tengo aquí la fotos, ojalá alguien pueda conseguirme las fotos, aparece el señor Luis Villacis, el principal dirigente nacional del Movimeiento Nacional Democrático en el balde de una camioneta de uno de los policías sublevados, gritando consignas en favor de los policías sublevados.
Tengo aquí la fotografía del señor Luis Villacis del MPD, partido que está absolutamente identificado, desgraciadamente porque yo antes lo conocía de otra manera, con la derecha ecuatoriana, simplemente porque no están ellos dirigiendo este proceso, y lo está haciendo otro movimiento de izquierda. Ellos no son capaces de reconocer, históricamente, que las cosas no son como uno las organiza y las planifica.
Hay otra fotografía de otras de las dirigentes la presidenta de la Unión Nacional de Educadores que también forma parte de grupo político del MPD, que está saludando a un policía dándole la mano, diciéndole, yo voy a seguir apoyándote.
Además, muy importante de decir, que el partido del señor Lucio Gutiérrez tiene a sus miembros, este señor se llama Fidel Araujo, uno de los principales dirigentes del Partido Social Patriótica en pleno momento de subversión por parte de los policías que estuvieron participando de esta jornada del día jueves, en esta jornada antidemocrática y golpista del día jueves, el señor Fidel Araujo,uno de los principales dirigentes del PCP, allí escondido entre esos policías que estaban levantándose con un teléfono celular dando instrucciones.
En esto yo si quiero ser bien claro, porque algunas noticias internacionales han intentado negar la confabulación que se produjo en este país, intentando derrocar al Gobierno del presidente Correa, y si alguien le queda alguna duda, yo le pido que por favor busquen la información, creo que salió, la vi ayer en la televisión en la noche, un programa, que es un programa que se llama La Televisión en Ecuavisa, creo que salió ayer, en el que sale toda la información cuando, al Presidente de la República, grupos especiales de la policía y de los militares lográn sacarlo y se produce realmente una batalla campal.
Cuando se enteran de que sale el carro del Presidente, para matar al Presidente de la República, no estamos hablando ya de tirarle gases lacrimógenos, sino que en la noche ya del día jueves, cuando el Presidente logra salir, con el apoyo de dos grupos élite de la policía y de un grupo élite del Ejército, tuvo que trabajarse con tres grupos élite, para lograr liberar al Presidente del secuestro del que había sido objeto.
Tiraron tantos disparos que, felizmente, ellos no supieron en cuál de los vehículos había salido el Presidente y él no fue afectado, pero una de las personas del grupo de intervención del rescate, grupo de élite de la Policía Nacional, a quien le rendimos el mayor homenaje, a ese, también al GOE, otro grupo de élite de la Policía Nacional, y al GEO, un grupo de élite de la policía terrestre del país, todos ellos lograron recuperar, liberar al presidente, y uno de ellos fue alcanzado por una bala, desgraciadamente, y falleció.
Él llevaba un escudo antibalas protegiendo al presidente de la República, esto no es un reivindicación salarial. Debo decir algo, si había muchos policías engañados, porque yo conversé con ellos, el Presidente conversó con ellos, yo estuve en el diálogo con algunos de los grupos, y algunos de ellos sí estaban realmente preocupados por sus asuntos, porque las condecoraciones iban con un bono, que por qué se les quitaba el bono, el Presidente les explicó que no se les quita la condecoración y que los bonos se convierten, esos bonos le van a servir a los mismos policías para pagarle una compensación por horas extras, que nunca se les habían pagado a los polcías del Ecuador, y en vez de estar recibiendo una limosna cada cinco años o cada diez años, es mejor aumentarles el sueldo a ellos.
Los policías de este país han mejorado sustancialmente sus sueldos, cualquier policía, le puede preguntar a los policías ecuatorianos cómo es su remuneración desde el año 2007, cuando nosotros entramos al Gobierno, a incios , y le podrán decir, en la mayoría de los casos, que al menos sus salarios han sido duplicados.
Por supuesto que la inflación no se ha duplicado, se mantiene en niveles del cuatro por ciento, cinco por ciento, seis por ciento, en el país y sin embrago, por justicia, el Gobierno Nacional aumentó sus ingresos . De tal amanera que muchos fueron engañados, pero había otros que fueron absolutamente, políticamente preparados para tratar de lograr unn caos tal en el país que permitiera un derrocamiento del Gobierno.
Lo que nos salvó fue la movilización de la gente, hay que decirlo con claridad, la lealtad de las Fuerzas Armadas, de los grupos de la Policía que no se prestaron para esto y el apoyo internacional. Esto fue fundamental, la reacción de la población fue inmediata, en muy pocas horas, en dos o tres horas, teníamos llena la plaza grande, que nosotros la llamamos la plaza de la Independencia en Quito.
Los ministros que estábamos ahí, un equipo de gente del Gobierno, le pidió a la población que fuéramos a rescatar al Presidente del hospital de la policía, en donde lo tenían retenido. Eso contribuyó mucho a una decisión firme de la comunidad internacional, del Ejército, digamos de las Fuerzas Armadas y de los grupos de la Policía que estaban leales al Gobierno y también , por supuesto, la actitud valiente y decidida del Presidente de la República que les dijo: "Ustedes quieren que les firme algo , yo aquí, que estoy retenido por ustedes, secuestrado por ustedes, mátenme, pero yo voy a dar una lección de dignidad, yo soy el jefe de ustedes para que me obliguen, en situación de cautiverio, a firmarles algo, primero que no lo puedo hacer", porque querían que derogara una ley, ni siquiera estaban entendiendo lo que estaban haciendo. "Yo no puedo derogar una ley sino la Asamblea Nacional", pero además aunque lo pudiera hacer, no lo haría porque rebajar el cargo, la majestad de la Presidencia de la República firmándosle a personas que lo habían secuestrado y en esas condiciones el Presidente no lo hacía, esos elementos contribuyeron, a que felizmente se diera una decisión muy fuerte del Ejército, del Goe y de los policías de liberar al presidente en condiciones tremendamente difíciles y peligrosas.
Canciller usted ha mostrado fotografías de personas vinculadas al ex mandatario Lucio Gutiérrez, veíamos, la noche del jueves, que una turba trató de tomar TV Escuador. En ese grupo de personas se señalaba a un presunto abogado relacionado con el ex presidente Lucio Gutiérrez. ¿Cuál cree que era el propósito de tomar las instalaciones de TV Ecuador?
Bueno el propósito de tomar las instalaciones (y aquí está el hijo del abogado definitivamente, mostrando la foto) era impedir que se siguiera transmitiendo la información sobre el golpe de Estado. Esta fue la participación, pero no solamente de ellos, hay que decirlo, el abogado de Lucio Gutiérrez, el dirigente, eso además no lo ha comentado él, el señor Fidel Araujo, dirigente del Partido de la Sociedad Patriótica, que cuando le preguntaron, ayer se le preguntó qué estaba haciendo allí, dijo que iba "a saludar a su mamita".
¿A su mamita? en una tremenda sublevación de la Policía y que estuvo por allí una hora y media "saludando a su mamita". Eso, según él, es lo que fue a hacer, ese es el cuento que nos quiere meter para tratar de ponerse de lado en una clarísisma intervención, en un proyecto de tratar de conculcar las libertades y la democracia en este país, de tratar de dar un golpe de Estado y además de haber producido un intento de magnicidio en este país.
No estamos hablando de cosas pequeñas, de cosas menores, estamos hablando de cosas terribles para la historia del país. Nunca antes había sucedido el intento de matar a un Presidente y menos de participar, la Policía, con las armas que el pueblo ecuatoriano le ha entregado para que cuide el orden, para que consiga la paz, para que prevenga disturbios.
Ver a los policías tirando piedras, golpeando salvajemente a la gente, a mí me tocó desgraciadamente recibir eso. Yo fui a ver al Presidente, como canciller de la República, me hice respetar y entré al hospital a pesar de todas las dificultades que me pusieron un montón de grupos de policías sublevados que estaban allí, a pesar de los empujones, de las cosas que me tiraron encima, que me afectaron tremendamente los ojos, pero fui a hablar con el Presidente, logré y exigí que me permitieran hablar con el Presidente, no como dicen, que uno se paseaba en el hospital, no, con muchísimos empeñones, con muchísima dificultad y con muchísima valentía, por supuesto, logré hablar con el Presidente.
Después bajé y fui a hablar con la gente, porque para ese momento teníamos dos posibilidades. Yo hablé con el Presidente de la República largamente, él estaba además hablando con unos policías que habían subido. El Presidente les explicó lo que había pasado, les explicó lo que decía la Ley, ellos dijeron que no la habían leído, y esto es gravísimo.
Yo estuve presente cuando el Presidente hablaba con unos de los polícias que estaban ahí y, evidentemente, usted notaba que eso policías sí estaban allí con la intención de informarse. Les dijo: "¿Cómo estaba la situación de ustedes antes de mi Gobierno y después? Ellos respondieron que evidentemente estaba mucho mejor después, cuando llegó su Gobierno, pero entonces "¿Por qué me reclaman de esta manera?", a lo que respondieron: "Pero Presidente, mire que esta Ley nos afecta".
El Presidente les explicó la Ley y, como se dio cuenta de que ellos estaban sorprendidos de la información que el Presidente les daba, el Presidente les dijo: "Dígame una cosa usted cabo, ¿Usted leyó la Ley?", y algunos le respondieron que no, que no la habían leído.
Después de eso, yo le digo, estuve presente, y los señores que estaban allí, que participaron de la policía, les pidieron disculpas al Presidente. Le dijeron "Presidente discúlpenos, hemos sido engañados".
Inmediatamente bajó ese cabo y un sub oficial que estaba allí, y yo los ví cuando en la parte de abajo le decían a los policías: "Señores hemos sido engañados. Por favor retirémosnos, vámonos a nuestros cuarteles, le he pedido disculpas al Presidente porque me ha demostrado que lo que nosostros estamos planteando no tienen ningún sentido".
Y logró que unos policías se fueran con él, después un General de la policía habló con ellos y logró que unos policías se fueran, pero no se fueron todos, porque había algunos que no querían entender nada. Había algunos que solamente estaban con el interés claro de destruir la democracia en Ecuador y esos se quedaro hasta el final.
Pasa todo esto y el Presidnete me dice: "Ricardo, yo estoy aquí ya (no sé cuantas horas llevaba, si siete u ocho horas) y me dice yo no puedo estar aquí mas tiempo, no puedo pasar la noche aquí, estoy secuestrado por esta gente".
Yo le dije: Presidente, déjeme hacer un último intento, porque habíamos venido desde la plaza grande hasta el hospital miles de personas, miles de personas que se agruparaon inmeditamaente, después de que supieron que el Presidente había sido vejado, y la gente estaba alrededor de un hospital militar que está en una colina, en Quito, y yo le dije, "permítame hacer el último intento, déjeme venir con la gente para ver si logramos convencer, cómo ya hay menos policías de los que había inicialmente, tal vez los logramos convencer con un poco de presión, conversando con ellos, para que lo liberen a usted Presidente".
Él me dijo: "Está bien, hagamos un último intento y si lo logras a buena hora, me voy con mi pueblo, y si no, no me quedará más alternativa que pedir que me liberen las fuerzas del orden".
Fui entonces a convencerlos, fui a hablar con la gente, con las personas que estaban esperando y les dije "Por favor, caminemos hacia arriba despacio, que la Policía que está arriba no se asuste, no se preocupe, no se ponga nerviosa, si tienen alguna piedra, bótenla, no tengan ningún palo en sus manos y ni siquieran digan consignas".
Usted no se imágina cómo la gente aceptó eso, al final, cuando estábamos arriba nos encontramos con tanta gente que la gente comenzó a gritar "no nos vamos", "si nos vamos es con el Presidente", "de aquí no nos vamos sin el Presidente", esa era la consigna principal, la gente quería irse con su Presidente, y por eso lo fue a rescatar.
Estábamos ahí, en la puerta del hospital, a donde había sido muy difícl llegar, porque cuadras a la redonda los polícias habían acordonado los accesos y las puertas del hospital. Entonces yo dije "que bueno, logramos este resultado", y les digo a las personas que estaban en las puertas "déjenme pasar, no dejen pasar a nadie más, no les va a pasar nada a ustedes, no vamos a hacer ninguna cosa que les afecte, por favor dejenme pasar a ver al Presidente y permitan llevárnoslo en paz, ustedes verán después qué hacen, nosostros no queremos ningún problema. El pueblo que está aquí quiere a su presidente y nada más".
Eso fue suficiente para que nos tiraran centenares de bombas lacrimógenas y dispararan a la gente, un ciudadano joven de 24 años murió con dos disparos en la cabeza y mucha gente que fue absolutamente agredida, herida. Yo entré por un lado encontré un poco de césped, de grama por allí, me acosté para liberarme un poco de los gases lacrimógenos. Después de eso se me acerca un grupo de policías, no sé, eran 10 ó 12 aproximadamente, y me dicen "salga", ellos no me habían reconocido todavía, éramos un grupo que se encontraba acostado recuperándonos de los gases lacrimógenos, y me dicen que salga.
Yo me levanto y les digo "señores yo no voy a salir, yo soy el canciller de la República". Ellos me respondieron "¿Y qué nos importa que usted sea el canciller?". Allí había dos grupos de personas, unos que dialogaban, y otros que eran unos salvajes, que estaban encapuchados, que estaban con pasamontañas y que gritaban groserías que yo no las puedo decir, por respeto a la audiencia, pero pues por lo menos "ladrón", "mentiroso", "cínico","ándate, ya no te queremos aquí", y otras palabras mucho más groseras.
Pero yo trataba de todas maneras de hablar con los que sí querían hablar, y me decían "ministro, usted entiéndanos, nosotros tenemos muchas dificultades, nuestros hijos no reciben nuestra atención porque nos la pasamos fuera de la comunidad, trabajamos fuera de nuestra localidad y nos dijeron muchísimas cosas".
Cuando estaba conversando con ellos y se termina nuestra conversación, porque estos que estaban encapuchados nos decían "lárgate, antes de que te caigamos a patadas", yo dije, "bueno, mejor me voy en prevención de que pase algo".
Cuando estaba acabando de conversar, unos policías racionales con los que estaba hablando, por detrás unos encapuchados, que estaban con un palo, me caen por detrás, me hieren y me brota un montón de sangre de una forma bestial, me pongo la mano (en la cabeza) y me pegan otro garrotazo, no sé con qué me habrán pegado, si con metal o con madera, pero la sangre me brotaba muy fuertemente y me tomó la cabeza, ellos sabían con quien estaban hablando.
No fue una confusión, que ellos puedan decir "bueno se les pasó", no, yo estaba conversando con un grupo de policías racionales, diciéndoles que si tenemos la preocupación por su bienestar, pero había otra gente que estaba en otra situación.
Después de eso, comienzo a salir del hospital, a bajar, me tiran piedras, me tiran palos, me tiran todo lo que pudieron. Felizmente, el grupo de mi seguridad, a quien agradezco porque me protegieron, me acompañó a salir, y cuando voy al frente a un hospital privado, tratando de que me curen, me sigue un policía motorizado, me toma del brazo, me dice "ah, tú eres Patiño", y me quería rematar.
Felizmente, ya el grupo de mi seguridad tenía en ese momento sólo dos personas, quienes me logran tomar y me logran liberar. Ahí es cuando logro ir al hospital y a que me curan allá.
Pero esto, verdaderamente esto fue una cosa salvaje que nosotros no se la deseamos a nadie y que tiene que ser necesariamente juzgada, porque no puede quedar en la impunidad una agrsión tan fuerte contra la democracia y contra las autoridades de nuestro país.
¿Qué cifra de muertos se contabiliza después de la jornada y respecto a la posibilidad de la Asamblea Nacional y la posibilidad de una 'muerte cruzada'? ¿Qué opina el Gobierno? ¿Qué planes hay? ¿Y cuál es la cifra exacta de personas fallecidas en la jornada?
Lamento decirle que no puedo dar la cifra exacta. Hasta ahora yo he conocido que hay cinco muertos en la jornada. Hay algunos periódicos que sacan que hay 11, que son 18, porque digamos, hubo saqueos en Guayaquil y allí murieron unas personas. Yo no sabría decirle cuántas personas pueden haber fallecido, pero de la información que yo mantengo, me dicen que hubo ocho personas, pero no manejo si es información actualizada, porque hay personas que fueron gravemente heridas y la información que tenemos es que hay 274 heridos.
Se trata de una cosa realmente gravísima, afortunadamente no mataron al Presidente.
Respecto a la segunda pregunta, hemos hablado con el Presidente de la República y él ha considerado que este es el momento en que tenemos que llamar a la unidad de todo el pueblo ecuatoriano contra los golpistas. Ahorita ellos son los enemigos de la democracia, son los enemigos del Gobierno, los enemigos del país, de la Patria y de la paz.
Por tanto, consideramos que no debemos ir ahora a una 'muerte cruzada', que es una alternativa que el Presidente mantiene en la Constitución para tratar de reconformar una mayoría parlamentaria que le permita gobernar, pero en estos momentos se ha considerado que es mejor unir, incluso, a los políticos ecuatorianos que están dispuestos a unirse a un Gobierno que fue tan gravemente golpeado por un intento de golpe de Estado.
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