En Ecuador los ciudadanos desatendieron la convocatoria
hecha por la derecha ecuatoriana para protestar contra el Gobierno en el
llamado “Domingo Negro”.
Según los medios de comunicación, la tranquilidad reinaba
el domingo en la ciudad capitalina de Quito pese al llamamiento de la derecha,
pues los simpatizantes de la Revolución Ciudadana consideran que es
una campaña de desestabilización.
Los sectores de la derecha ecuatoriana habían convocado
una masiva movilización antigubernamental con banderas negras, además, pedían
que se colocaran ofrendas florales en los edificios gubernamentales, en un
intento por crear un ambiente de malestar de cara a la llegada del presidente
del país, Rafael Correa, de Europa.
El rechazo a nivel nacional no se hizo esperar.
Oscar Bonilla, del partido Alianza PAIS, comparó la campaña
antigubernamental de la derecha ecuatoriana con la de la derecha
venezolana y aseguró que está condenada al fracaso.
“La Revolución Ciudadana es
la revolución de la alegría,
del color y de la diversidad”, agregó.
Por su parte, David Silva, del Ejército ecuatoriano,
aseguró que el país no permitirá campañas como “Domingo Negro”, símbolo de
la “derecha fascista” no solo de Latinoamérica sino del mundo.
Y, Vivian Paredes, del colectivo Frente Unido, comentó
que la iniciativa del “Domingo Negro” se quedó en las redes sociales,
“pero en calles los domingos son y serán de la Revolución Ciudadana”.
En respuesta, los simpatizantes de la Revolución
Ciudadana han convocado una multitudinaria concentración para hoy lunes en
la Plaza Grande de la capital ecuatoriana.
El sábado, miles de ecuatorianos apoyaron la actuación del presidente Correa tanto en las calles como en las redes sociales.
Y, el 11 de junio, 139 municipios del país manifestaron su respaldo al
Gobierno y repudiaron los actos violentos
registrados durante las manifestaciones de los derechistas.
Correa, en su programa televisivo Enlace Ciudadano, esta
vez, emitido desde la ciudad de Milán (norte de Italia), habló el sábado de una “conspiración” en
marcha contra el Gobierno de su país.
Miles de ecuatorianos defienden la Revolución Ciudadana.
Los simpatizantes de la derecha ecuatoriana salieron de nuevo el pasado 12 de junio a las calles
de diferentes ciudades del país suramericano, en lo que se está
convirtiendo en una tónica, y protagonizaron violentas
protestas antigubernamentales, también rodearon la sede del partido
gobernante Alianza País, como hicieron la última semana.
Ecuador es escenario de movilizaciones tanto a favor como en contra del Gobierno de
Correa, después de que
el 5 de junio presentara un proyecto de ley a la Asamblea Nacional,
denominado Redistribución de la Riqueza, para cargar las herencias y
la plusvalía con nuevos impuestos: iniciativa que ayudará, de acuerdo
con la Administración de Correa, a combatir los niveles de pobreza extrema.
Correa, que asegura haber sacado de la pobreza a 1,3 millones de
personas desde que asumió el poder en 2007,
defiende la iniciativa como parte de su lucha para "redistribuir la
riqueza" y "democratizar la propiedad", al tiempo que rechaza
las críticas de que los nuevos impuestos afectarán a los más pobres o
a la clase media.
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