23 junio 2016, La Voz del Sandinismo
http://www.lavozdelsandinismo.com (Nicaragua)
Rememoró el papel del líder de la Revolución
bolivariana, Hugo Chávez, pues sin su gestión hubiera sido imposible arribar a
este histórico acto.
El máximo líder de las
Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia-Ejército del Pueblo (FARC-EP),
Timoleón Jiménez, llamó a que con la firma del acuerdo de alto el fuego con el
gobierno de Juan Manuel Santos sea el último día de guerra en su país.
Tras ser testigo en La
Habana de la rúbrica del pacto, Jiménez rememoró el papel del líder de la
Revolución bolivariana, Hugo Chávez, pues sin su gestión hubiera sido imposible
arribar a este histórico acto, que incluye además las Garantías de seguridad y
lucha contra las organizaciones criminales responsables de homicidios y
masacres o que atentan contra defensores de derechos humanos, movimientos
sociales o movimientos políticos, y la Persecución de las conductas criminales
que amenacen la implementación de los acuerdos y la construcción de la paz.
El acuerdo fue suscrito
por Humberto de la Calle, jefe de la delegación negociadora del Gobierno, e
Iván Márquez, líder de la representación de la insurgencia, junto a las
naciones garantes, Cuba y Noruega, y las acompañantes, Chile y Venezuela.
Ante varios jefes de
Estado de Nuestramérica, el jefe del grupo guerrillero afirmó que está muy
cerca del fin al conflicto que dará una paz estable y duradera a la nación
sudamericana, la cual tendrá en ese hecho su mayor oportunidad para enfocarse
en la justicia social.
Manifestó que la
insurgencia está llamada en lo adelante a jugar un importante papel en aras de
la paz, la reconciliación y el desarrollo del país, porque puede poner su
infraestructura y recursos al servicio de las comunidades y sus necesidades.
Durante décadas,
enfatizó, se invirtieron miles de millones de dólares del presupuesto de la
nación bajo el argumento del conflicto armado, pero en lo adelante –dijo- esos
recursos podrán destinarse a propósitos más sanos.
Al referirse al
financiamiento para la reconstrucción del país aseguró que todo no tendrá que
salir de la cooperación internacional, pues con un cambio de prioridades podrá
emplearse parte de los millones del presupuesto de la nación que se han
empleado hasta ahora para la guerra. Con paz no habrá ese pretexto, insistió.
“No es capitulación de
la insurgencia, es un acuerdo serio de dos fuerzas sin que una pudiera derrotar
a la otra, no es imposición de una parte a la otra”, resumió el comandante en
jefe de las FARC-EP desde que se sentaron por primera vez los negociadores en
La Habana, el 19 de noviembre de 2012.
Llamó al pueblo hacer
suyo el proceso, pues “hacen daño a Colombia quienes insisten en negar el
acuerdo alcanzado”, espetó en una clara alusión a los grupos, cuya cara más
visible es el expresidente Álvaro Uribe, que se niegan al avance de las
pláticas.
“El combate al
paramilitarismo deberá ser serio so pena de llevar el proceso al fracaso”,
afirmó Jiménez, quien estuvo visiblemente emocionado durante su intervención,
que antecedió a la del presidente Juan Manuel Santos.
Los pactos de esta
jornada están vinculados con temas clave para el fin del conflicto, y
constituyen el principal avance realizado hasta el momento en el proceso.
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