12 octubre 2015(actualizada), Sputnik http://mundo.sputniknews.com (Russia)
La decisión del gobierno ruso
de dar apoyo militar al presidente legítimo de Siria en su lucha contra el
terrorismo dejó perplejos a los halcones globalizadores norteamericanos y sus
marionetas de la OTAN.
El fin del terrorismo no
es solamente matar ciegamente,
sino lanzar un mensaje
para desestabilizar al enemigo
— Umberto Eco
Nadie esperaba en Occidente que la aviación militar rusa atacara el sistema
de abastecimiento, de comunicaciones, los depósitos de armamento y las
infraestructuras terroristas justo el pasado 30 de septiembre, cuando Putin
autorizó las acciones militares en Siria.
La histeria de los globalizadores de
Washington y sus lacayos de la OTAN, Arabia Saudita, Catar y Turquía no se dejó
esperar. Ante el asombro del mundo que aplaude las acciones rusas, todos ellos
acusaron inmediatamente a Rusia de propiciar un nuevo derramamiento de sangre
en el Medio Oriente y traer más violencia a Siria. The Wall Street Journal por
encargo de Washington acusó a Rusia de bombardear a "Our Good Guys
Terrorists" ("Nuestros Buenos Chicos Terroristas"). Así mismo,
el Departamento de Estado expresó su preocupación por el destino de sus "terroristas
moderados" en Siria, entrenados y armados por la CIA, Mossad y el
Pentágono. Para el presidente Barack Obama estos "moderate folks" son
simples "rancheros, farmacéuticos, doctores o posiblemente reporteros de
radio sin experiencia en guerra"… y que "Rusia está haciendo el
Estado Islámico más fuerte al decapitar las fuerzas moderadas".
Lo curioso fue cuando un día antes de la destrucción
del hospital de los Médicos Sin Fronteras
(MSF) en Kunduz (Afganistán) por los aviones norteamericanos, el Departamento
de Estado advirtió al Kremlin que los ataques de los aviones rusos producirían
muchas víctimas civiles. Todo resultó al revés. Durante el bombardeo
norteamericano que duró 30 minutos el único hospital en Kunduz, cuyas
coordenadas sabía perfectamente el Pentágono, fue destruido. Murieron durante
el ataque 12 médicos y diez pacientes, entre ellos tres niños. Los dirigentes
del MSF ya acusaron al gobierno norteamericano por este "crimen de
guerra" ante las Naciones Unidas.
Con una simple excusa Washington
puso fin al incidente concentrando todos sus esfuerzos en encontrar una
posibilidad para proteger a sus alumnos pertenecientes a las supuestas
"fuerzas de terroristas moderados" sirias. Muchos periodistas e
investigadores independientes trataron en vano de encontrar a estos miembros de
la "oposición moderada" en Siria. El periodista irlandés Patrick
Cockburn, autor del libro "The Rise of Islamic State", afirmó
durante una reciente entrevista con The Real News Network que los
"moderados rebeldes sirios" a los que se refiere el presidente Obama
permanentemente, "en realidad no existen, nadie los puede encontrar en el
mapa. La mayor fuerza militar en Siria es el Ejército Sirio y la mayor fuerza
de oposición es el Estado Islámico" y otros grupos yihadistas como Jabhat
al-Nusra y al Qaeda.
Lea más: EEUU
admite fracaso de entrenamiento a rebeldes para combatir al EI
La idea de Washington, que los "moderados rebeldes" sirios entrenados
por EEUU, Arabia Saudita, Israel, Turquía y Catar serán capaces de luchar
contra el feroz EI y el ejército sirio bien armado creyendo en su victoria es
un cuento de hadas creado por la fantasía de los halcones iluminados
norteamericanos y que es prácticamente imposible de aceptar usando una simple
lógica. Actualmente el término de los "moderados rebeldes" incluye a
los yihadistas de al-Qaeda y a los terroristas al-Nusra, ambas organizaciones
ligadas estrechamente al Estado Islámico.
Los otros "moderados"
entrenados por EEUU incluyen al Frente Islámico que es una organización
salafista compuesta por 11 brigadas siendo la más grande y de mayor fuerza
Ahrar al-Sham que está luchando contra el régimen de Asad en coordinación con
al Qaeda quienes pasaron de ser los "demonios del 11 de setiembre a chicos
moderados" para los propios norteamericanos que los acusaron de ser
autores de la caída de las Torres Gemelas en Nueva York. El Movimiento Hazm,
también considerado por Washington entre "los moderados" es otra
ramificación junto con sus 12 brigadas como un aliado incondicional de al
Qaeda. Lo mismo sucede con la Legión de Sham y sus 19 grupos. En realidad los
"terroristas moderados" no existen ni en Siria ni en Irak. Lo
confirmó también el famoso periodista Pepe Escobar especialista en el Medio
Oriente al afirmar hace poco que "los que conocen realmente lo que está
pasando en Siria e Irak, saben perfectamente que la oposición moderada no
existe allí". Lo que sí existe y domina la situación es el poderoso y sangriento
Estado Islámico: el moderno Frankenstein norteamericano decapitador y asesino
en masa, destructor de la cultura y la historia a su paso por cada pueblo que
pasa y por órdenes de los globalizadores tal como sucedió recientemente en
Palmira. Ellos fueron formados con el propósito especial de fortalecer el
dominio estadounidense en el Medio Oriente y proteger a Israel del chiismo de
Irán.
El periódico paquistaní The Express
Tribune, auspiciado por The New York Times reveló el 28 de enero pasado que el Estado
Islámico fue la creación de la CIA-Mossad-MI6 (Inteligencia Militar, sección 6
parte del Servicio Secreto de Inteligencia) de los cuales recibe las finanzas y
el apoyo militar. El líder del Estado Islámico Abu al-Bagdadi es un mujahidín
entrenado por la MOSSAD, siendo su nombre real Eliot Shimon- hijo de padres
judíos. En las 1,7 millones de páginas de información revelada por Edward
Snowden se afirma que el Estado Islámico fue formado como "una
organización terrorista capaz de afectar con sus acciones a todo el mundo"
usando la estrategia llamada Hornet's Nest (Avispero) designada a proteger,
usando el Estado Islámico, a Israel. Su idea consiste que la única solución
para lograr este objetivo es "crear un enemigo cerca de las fronteras de
Israel".
Según sus creadores y auspiciadores, el Estado Islámico también es un
instrumento de los globalizadores tanto neoliberales como neoconservadores para
desestabilizar países, hacer crecer la fobia anti islámica, aumentar las
ganancias del complejo industrial — militar, justificar la guerra
"permanente preventiva" y crear las condiciones para la expansión de
Israel y fortalecer la hegemonía norteamericana. No hay que olvidar que durante
los últimos 40 años, Washington trató de terminar primero, con el poder de Hafez
Asad (el padre del actual presidente) y actualmente con el régimen de Bashar
Asad debido a la amistad de ambos líderes con la Unión Soviética y ahora con
Rusia.
Lo que aspiran Estados Unidos y sus
satélites es balcanizar a Siria e Irak y crear un califato sunita en la región
bajo el dominio norteamericano. El memorándum de la Agencia de Inteligencia
Militar estadounidense (DIA) 14-L-0552/DIA/287 indicaba que "hay una
posibilidad de establecer un principado salafista declarado o no declarado en
el este de Siria (Hasaka y Der Zor) y esto es lo que EEUU y sus aliados
quieren, que haya oposición para abolir el régimen de Siria considerado el
bastión estratégico para el chiismo en Siria…son pasos necesarios para unificar
el yihad de los sunitas iraquíes y sirios con el resto de los sunitas en el
mundo la árabe".
Así es la estrategia norteamericana. Al invadir Irak destruyeron todas las
organizaciones sunitas para llevar al poder a los chiitas, después empezaron a
comprar a los líderes sunitas y apoyaron su lucha contra los chiitas. Ahora
están utilizando a los sunitas del Estado Islámico, de al Qaeda, al Nusra y sus
grupos afiliados en la lucha contra los alawitas y chiitas en Siria. A los
globalizadores no les interesa el sufrimiento del pueblo sirio que ya perdió
250.000 de sus ciudadanos durante estos cuatro años de la guerra y que la mitad de los 22 millones de habitantes de Siria están desplazados
(siete millones) o refugiados (cuatro millones). Para lograr el dominio total
de la región están proyectando unos 20 años de lucha entre 20 millones de
sunitas y 100 millones de chiitas en todo el Medio Oriente, abarcando
posteriormente a Rusia y la Unión Europea.
La intervención de la aviación
militar rusa en Siria está haciendo fracasar sus planes. Están tratando de
"presentar a Rusia como un país agresor y a Putin como un nuevo Hitler,
distorsionando la información y convirtiendo la verdad en la mentira y
viceversa. A la vez están ocultando el hecho de que durante un año la aviación
militar de EEUU y sus aliados realizaron, según los datos del Pentágono, 6.000
ataques contra las posiciones del Estado Islámico sin afectar ni siquiera en
términos mínimos su expansión en Siria e Irak. Pero sorpresivamente y a pesar
de la sofisticada información de inteligencia que poseen ni el Pentágono, ni la
CIA, MOSSAD, ni MI6 vieron a 700 camiones cargados de armamento que entraron el
18 de setiembre pasado a Raqqa, la capital de facto del EI.
Recientemente el primer ministro libanés Tammam Salam declaró que "no
hay seriedad en la guerra de EEUU contra el Estado Islámico. Su objetivo en
realidad no consiste en la eliminación del EI, sino en el reforzamiento de su
presencia". El analista del think tank conservador Brookings Institute,
Tony Cartalucci, señaló que "el gol es dividir, destruir, ocupar la nación
soberana miles de millas distante de las costas de EEUU". Para el director
de la publicación Global Research, Michael Chossudovsky, "el EI no es el
blanco de los ataques, sino al revés. Los ataques aéreos norteamericanos están
destinados a destruir la infraestructura de Irak y Siria. Lo mismo sucedió en
Irak, Afganistán, Libia y antes en Yugoslavia".
Frente a esta hipocresía no le
quedaba otro camino al presidente sirio Bashar al-Asad solicitar la
intervención rusa para tratar de prevenir el aumento del derramamiento de
sangre en su país. Ha sido su única esperanza invocando la historia cuando en
1946 Moscú ayudó a consolidar la independencia de Siria y en 1950 ambos países
firmaron un Tratado de no Agresión. Desde aquel entonces primero, la URSS y
posteriormente, Rusia, inclusive durante la perestroika, siempre mantuvieron la
amistad, recibiendo los militares sirios adiestramiento en Rusia.
Tampoco faltaron los rusos ahora dando su apoyo militar a Siria. Resulta,
según la prensa norteamericana, que en una semana de ataques aéreos contra el
EI, al Nusra, al Qaeda y sus ramificaciones, los rusos hicieron más daño a
estas organizaciones terroristas que los aviones militares del Pentágono
durante un año. Lo gracioso es que los yihadistas sorprendidos, expresaron su
indignación y el descontento por la actuación rusa en estos siete días mientras
guardaron silencio durante un año sobre los supuestos bombardeos
norteamericanos contra sus posiciones.
La misma indignación expresaron
Estados Unidos, Alemania, Francia, el resto de los países miembros de la OTAN,
Turquía, Catar, etc. Todos ellos pronosticaron un fracaso rotundo a Rusia en
Siria. Arabia Saudita llamó inclusive a un yihad sunita (guerra santa) contra
Rusia en su propio territorio apelando a los sunitas rusos que son la mayoría
de la población musulmana en este país y anunció su disposición de desatar una
violenta ola terrorista contra los rusos en todo el mundo e intervenir
militarmente en Siria. Por supuesto, todas estas declaraciones son pura
retórica de su actual rey Salman bin Abdulaziz quien ha perdido todo contacto
con la realidad. La economía de Arabia Saudita está acercándose a la crisis debido
a la caída del precio de petróleo, los billones de dólares que Arabia Saudita
gastó en el Estado Islámico y su intervención militar en Yemen que agravó la
situación en aquel país. Teniendo en cuenta el llamado de Arabia Saudita a sus
seguidores a iniciar una ola terrorista a nivel mundial, es prácticamente
imposible comprender la actitud de las Naciones Unidas que en estos días nombró
a Arabia Saudita ¡Defensora de Derechos Humanos!
Más aquí: Los rusos
a la vanguardia de la lucha contra el EI
Parece que el mundo está de cabeza y el único país que está actuando con
lógica es Rusia al oponerse decididamente a la política de caos impuesta por
Estados Unidos en el Medio Oriente. Al intervenir en Siria, el presidente ruso
Vladimir Putin mostró el verdadero carácter de su pueblo y su sabiduría en el
ajedrez al intervenir en el actual enfrentamiento geopolítico y económico con
EEUU y sus peones de la OTAN, Catar y Arabia Saudita, mientras Barack Obama
prefiere jugar damas. Por algo cada país tiene su gusto y sus costumbres. Así
son las cosas. Lo más importante es que la paz retorne al sufrido pueblo de
siria.
Dijo alguna vez Friedrich Nietzsche, "una alianza es más sólida si los
aliados, más bien que conocerse mutuamente, creen los unos en los otros".
La mayoría de los sirios creen en los rusos y el pueblo ruso está de acuerdo
con su gobernante. En estas condiciones la lógica de la paz debe triunfar.
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