3 agosto 2015, Cubadebate --
Contra el Terrorismo Mediático http://www.cubadebate.cu (Cuba)
En días recientes
varios medios de comunicación se hicieron eco del anuncio del canal Discovery
Channel, que pretende estrenar en el último trimestre del presente año el
documental, “Castro: el hombre más
vigilado del mundo”, con testimonios de espías estadounidenses, analistas de
la CIA y agentes de la KGB soviética.
Es conocido que en la
época de la Guerra Fría se creó la que
considera la mayor red de espionaje y análisis para interceptar comunicaciones electrónicas del mundo,
Echelon. Controlada por la comunidad UKUSA (EE.UU., Canadá, Reino Unido,
Australia y Nueva Zelanda); puede capturar comunicaciones por radio y
satélites, llamadas telefónicas, fax y correos electrónicos. Se estima que
Echelon intercepta más de mil millones de comunicaciones por hora. También, que
el 100 % de las comunicaciones que establece la región latinoamericana con el
resto del planeta pasa por algún nodo de comunicaciones administrado directa o
indirectamente por Estados Unidos.
Las revelaciones
de Edward Snowden sobre los programas
de espionaje masivo de la Agencia de
Seguridad Nacional (NSA, por sus siglas
en inglés) estadounidense confirman lo anterior.
Independientemente de
la objetividad del proyectado documental sobre Fidel, sería una prueba más de
lo denunciado desde mediados de los años 90 por el hombre más espiado
por la
comunidad de inteligencia de EE.UU. y sus aliados.
Quizás los
productores de Discovery Channel pudieran tener en cuenta el testimonio
de Fidel Castro sobre este asunto, que a continuación expongo:[1]
“Tienen el mundo
lleno de satélites espiándolo todo; claro, eso los hace dueños de las
comunicaciones. Si nosotros habláramos por teléfono con cualquier país y
dijéramos cosas que no se deban decir por teléfono, seríamos grandes idiotas.
No hay conversación telefónica oficial de este país que no la capten; no hay
conversaciones con personalidades políticas o con empresas de cierta
importancia que no las capten. Las captan todas, porque el bloqueo es mucho más
que prohibir vender y comprar; no se imaginan ustedes lo que es el bloqueo. El
bloqueo es una persecución incesante contra toda actividad comercial que el
país trate de realizar.” (Clausura del Festival
Internacional Juvenil Cuba Vive, La Habana, 6 de agosto de 1995)
(…)
Ahora los
imperialistas estarán más convencidos; lo digo porque pienso que nos están
viendo aunque sea por satélite, porque los satélites yanquis andan merodeando
por todas partes y espiándolo todo, y, aunque estén a miles de kilómetros, me
imagino que podrán ver también esta multitud (…). (Acto de masas
efectuado en la Plaza de la Revolución Ernesto Guevara, en la Ciudad de Santa
Clara, 30 de septiembre de 1996)
(…)
“No hay llamada
telefónica que llegue de aquí que ellos no la tengan captada, en eso gastan
muchos miles de millones cada año.” (Clausura del V Congreso de los Comités
de Defensa de la Revolución, La Habana, 28 de septiembre de 1998)
“Tener muchos
satélites es un privilegio geopolítico, una palabrita que empieza a usarse.” (Entrevista
de prensa en el lobby del hotel Porto Palacio, en Portugal, 16 de octubre
de 1998)
(…)
“Tiene
todo un sistema de espionaje montado, independientemente de que sus satélites
son capaces de descubrir un gato en una azotea de cualquier casa de la Ciudad
de La Habana o cualquier edificio; un espionaje técnico colosal por medio de
satélites, por medios radioelectrónicos y de todo tipo, captando comunicaciones
y buscando información. Capta todas las llamadas cubanas; no hay conversación
que yo pueda sostener con cualquier dirigente latinoamericano o cualquier
político en el exterior que no sea captada por Estados Unidos. Estamos
sometidos a un espionaje total y feroz.”(Entrevista
concedida a Lucía Newman, de la CNN, en el Hotel Porto Palacio, Portugal, 19 de
octubre de 1998)
(…)
“A veces yo redacto
algunas de estas notas, por la importancia que tienen, con la información que
suministran los compañeros inmediatamente, después de recibir un cable cifrado
o en forma abierta, o muchas veces una llamada telefónica. Las conversaciones a
través de un celular las puede captar cualquiera. En Estados Unidos recogen
todo de las conversaciones, de todos los gobiernos de América Latina y
ministros, eso es algo que se conoce.
“Como he dicho otras
veces, con relación al tema, hay personas en nuestro país tan ingenuas que
creen que escondiéndose detrás de una mata de plátanos nadie se va a enterar de
lo que están conversando, y resulta que Estados Unidos posee un sistema
desarrollado en la época de la guerra fría, capaz de captar dos mil millones de
conversaciones simultáneamente; no un millón, ni dos millones, dos mil millones
de comunicaciones simultáneamente. (Intervención
el 22 de marzo de 2003, en el programa especial con motivo del secuestro del
avión DC-3)
(…)
“se calificaba a Cuba
de país terrorista; se inventaban descabelladas mentiras sobre la fabricación
de armas biológicas, planes de guerra electrónica con el propósito de
interferir las comunicaciones del gobierno de Estados Unidos y otras por el
estilo, con el objetivo de buscar pretextos para una agresión genocida contra
nuestro pueblo, tal como lo hicieron después en Iraq
(…).
“Nada de esto se
disimula en absoluto. Las valijas diplomáticas de la Oficina de Intereses
se utilizan descaradamente para introducir de contrabando computadoras, medios
de comunicación, materiales impresos, libelos y cualquier tipo de objetos y
bienes para suministrar a sus asalariados” (Acto
central por el Aniversario 52 del asalto a los cuarteles Moncada y Carlos
Manuel de Céspedes, en el teatro Carlos Marx, el 26 de julio de 2005)
“Algo que hiere la
sensibilidad de las personas, en cualquier sistema social, es el irrespeto a su
privacidad. Antes, por ejemplo, las leyes protegían la correspondencia. Más
tarde la protección se extendió a las comunicaciones telefónicas, un medio de
comunicación más rápido e instantáneo. Las leyes de Estados Unidos prohibían su
intercepción sin permiso judicial. Su violación daba lugar a demandas
judiciales, que en ese país llegaron a elevarse a cuantiosas sumas.
“El 9 de julio
pasado, mientras Bush se reunía con sus colegas del G-8 y el gobierno de
Estados Unidos —pese a sus genocidios— pretendía ser considerado campeón de los
derechos humanos, el Senado de Estados Unidos aprobó, por 68 votos a favor y 28
en contra, “una ley que moderniza la Ley de Espionaje y concede inmunidad a las
empresas de telecomunicaciones que colaboran con el gobierno”
“La lucha contra el
terrorismo es el consabido pretexto, y las intercepciones se venían
realizando durante años sin permiso alguno. “Ahora es más fácil proteger a los
estadounidenses”, declaró Bush, al retornar al país, desde la rosaleda de la
Casa Blanca.
“La iniciativa
autoriza escuchas telefónicas sin permiso judicial que utilizan las redes de
Estados Unidos, sean de estadounidenses o de extranjeros”.
“La ley anterior, que
data de 1978, “no incluía las nuevas tecnologías de comunicaciones como
celulares, Internet y correo electrónico”.
“Como la inmensa
mayoría de las comunicaciones son captadas por Estados Unidos, “la medida
aprobada protege a las empresas de comunicaciones de demandas multimillonarias
de personas que aleguen violación de privacidad”. (Reflexión,
La impotencia de las potencias, julio 14 de 2008)
Casi no habría que
añadir una palabra más, excepto tal vez para recordar que gracias al monopolio
del dinero y los recursos naturales, Estados Unidos anunciaba ayer por boca del
principal comandante de la ciberguerra para el Pentágono, que ese país “está
determinado a encabezar el esfuerzo global para usar tecnología de computadoras
para disuadir o derrotar a enemigos, al tiempo que protege los derechos
constitucionales de la población”. La noticia fue transmitida por la principal
agencia norteamericana de noticias AP. ¿Cuánta seguridad se puede buscar en el
mundo de hoy? ¡Es una pregunta que no tiene respuesta!” (Reflexión, Una
pregunta que no tiene respuesta, mayo 6 de 2009)
[1] Fragmentos tomados del libro del autor de este texto: Fidel
Castro, soldado de las ideas. Editora Política, La
Habana, 2012.
(Tomado
del blog La Pupila Insomne)
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