28 julio 2013, Prensa Latina
http://www.prensa-latina.cu (Cuba)
Por
Jesús Adonis Martínez
Caracas,
28 jul (PL) Los caminos de la integración hemisférica volvieron a confluir en
esta capital, que acogió la pasada semana dos reuniones de la Comunidad de
Estados Latinoamericanos y Caribeños (Celac) convocadas a fin de avanzar en el
diseño de programas comunes en diversas esferas sociales.
Tanto la
I Reunión de Ministros y Autoridades de Desarrollo Social (22 y 23 de julio)
como el encuentro sobre políticas públicas para la juventud, realizado entre
jueves y viernes últimos, apuntan hacia la concreción de mecanismos que
conviertan en decisiones efectivas el discurso inclusivo y unitario que ha
alentado los actos fundacionales de la Celac.
Una vez más en el vórtice de la espiral integracionista,
Venezuela -pese a la
muerte hace más de cuatro meses de Hugo Chávez, valedor indiscutible de la
unidad en el área- resultó un escenario irreprochable para oficiar un reimpulso
desde el punto de vista práctico al organismo multilateral más abarcador y
ambicioso del hemisferio.Una vez más en el vórtice de la espiral integracionista,
Los ministros y altos funcionarios reunidos a inicios de la semana pasada dejaron establecida desde el primer momento su intención de esbozar una agenda común y concreta para enfrentar el hambre, la pobreza y fomentar el acceso universal a la salud y la educación.
Y así lo hicieron, incluyendo además las propuestas emanadas de un encuentro paralelo en el que participaron más de 80 movimientos sociales del continente.
El plan de acción y las conclusiones de la cita -que será llevado a la próxima cumbre de Celac, fijada para La Habana a inicios de 2014- refrendó el compromiso de los Estados para garantizar "las condiciones para el ejercicio y pleno disfrute de los derechos (â��) de todos en corresponsabilidad con la sociedad".
De ahí que se trazaran derroteros como la compra gubernamental de productos de la agricultura familiar, comunitaria y escolar; la promoción de redes alimentarias para proteger sectores vulnerables y de programas para auxiliar a países azotados por desastres naturales.
En tal sentido, las naciones de la región se plantearon la meta de erradicar el hambre y la malnutrición para cuando rompa el año 2025 (fecha que coincide con el bicentenario de la independencia de la Tierra Firme americana).
Según precisó en la declaración final el vicepresidente venezolano para el Área Social, Héctor Rodríguez, se acordó la conformación de estrategias para la atención materno-infantil, la creación de programas de vigilancia epidemiológica y la promoción de la lactancia materna.
Respecto a la educación, las estrategias estarían dirigidas a la ejecución de planes de alfabetización y al diseño de métodos estadísticos para la evaluación de los sistemas de formación en cada país, entre otras.
Fue convenida también la articulación de mecanismos para el intercambio constante de experiencias y la evaluación de proyectos.
Por lo pronto, varias de las autoridades presentes en Caracas coincidieron en el criterio de que América Latina y el Caribe es la región del mundo con mayores potencialidades para avanzar hacia el cumplimiento de tales objetivos.
El canciller venezolano, Elías Jaua, destacó en declaraciones a la prensa que existe estabilidad política y paz en casi la totalidad de la región, así como tolerancia con respecto a ideologías y modelos de gestión diversos, lo que permite articular visiones compartidas.
Además -consideró-, los pueblos latinoamericanos y caribeños poseen una mayor participación en los procesos democráticos de sus países y en buena parte del hemisferio ha predominado la ruptura con el neoliberalismo de décadas pasadas.
A su vez, la secretaria ejecutiva de la Comisión Económica para América Latina y el Caribe, Alicia Bárcena, dijo a Prensa Latina que deben prevalecer las políticas de Estado y los pactos sociales sobre el mercado para avanzar en la lucha contra el hambre y la desigualdad.
El desafío parece estar jalonado en lo inmediato -según la experta- por el advenimiento de un período más difícil para el crecimiento, tras una época de explosión macroeconómica y el gran boom de hace una década en los precios de las comodities (mercancías) producidas en el continente.
Precisamente, las partes representadas en la reunión de autoridades de Juventud de la Celac privilegiaron la visión de un Estado comprometido con el fomento de programas inclusivos a fin de que los jóvenes puedan generar sus propias políticas públicas.
En el foro fueron abordadas temáticas transversales a toda la sociedad, pero que atañen especialmente a la juventud: el flagelo de la violencia, la cultura de paz, la formación, la necesidad de un empleo digno y de participación en empeños productivos.
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