9 abril 2010/TeleSUR http://www.telesurtv.net
El Estatuto delineará la hoja de ruta que seguirá el Consejo de Unasur para luchar contra el tráfico ilegal de drogas en la región. El nuevo ente suramericano promoverá la prevención del consumo de estupefacientes.
La rúbrica estará a cargo de viceministros del Interior y expertos en la lucha contra el narcotráfico de los países de la región, que se encuentran reunidos en Quito, la capital ecuatoriana, desde el pasado jueves.
Con la firma del Estatuto, la Unasur emprenderá el diseño de sus políticas de acción para el combate del tráfico ilegal de drogas, las cuales pasan por la tarea de promover la prevención del consumo de esas sustancias estupefacientes entre los habitantes de cada país suramericano.
Se trata de la cuarta vez que delegados de las naciones de la Unasur se reúnen con el objetivo de consensuar el Estatuto que delineará la hoja de ruta que seguirá el Consejo.
El viceministro ecuatoriano de Gobierno, Edwin Jarrín, declaró a la oficial agencia Andes que la firma del Estatuto es de gran importancia para la Unasur, ya que permitirá al bloque multilateral establecer sus políticas antidrogas.
"Es importante que desde la Unasur se establezca un Consejo que nos permita tener políticas claras y conjuntas para emprender una lucha contra el narcotráfico", puntualizó Jarrín.
La iniciativa para la creación de este organismo está en la agenda de prioridades de los Mandatarios, los cuales reconocen que es necesario un esfuerzo mancomunado para erradicar ese delito de la región, explicó el funcionario ecuatoriano.
El pasado 10 de agosto de 2009 se constituyó el Consejo Suramericano de Lucha Contra el Narcotráfico, y desde esa fecha se comenzó a elaborar el reglamento, el cual deberá ser aprobado hoy por los ministros del Interior o de Gobierno de la Unasur.
Jefes de Estado de países que integran Unasur, como los de Bolivia, Evo Morales; Ecuador, Rafael Correa: y Venezuela, Hugo Chávez, han sido partidarios de que sus naciones tengan herramientas y mecanismos propios de lucha contra el narcotráfico, desligadas de las prácticas de la agencia antidrogas (DEA, por su sigla en inglés) de Estados Unidos.
Para la lucha antinarcóticos, junto a otros aspectos de carácter regional, Morales, Correa y Chávez han insistido en que debe ser la Unasur, como ente de integración, la que establezca normativas, políticas y mecanismos de acción.
Bolivia y Venezuela prescindieron de la colaboración de la DEA en materia de lucha contra el narcotráfico por considerar que Estados Unidos intervenía, a través de esa agencia, en sus asuntos internos.
Ecuador, por su parte, no renovó el acuerdo que permitió, desde 1999, la ocupación de la base militar en Manta (costa ecuatoriana del Pacífico) por parte de tropas estadounidenses que emprendían desde esa instalación vigilancia contra el tráfico ilegal de drogas.
La no renovación de ese acuerdo se debió a que, según la nueva Constitución política de Ecuador, se prohíbe la permanencia de fuerzas militares extranjeras en la nación, así como también obedeció a una medida para proteger la soberanía de ese país.
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