Foto: Presidentes latinoamericanos reunidos en Buenos Aires (abi.bo/archivo)Buenos Aires, 14 diciembre 2007 (Jorge Lewinger, de Telám, especial para ABI) - El ministro de la Presidencia de Bolivia, Juan Ramón Quintana, afirmó este jueves que el respaldo que nueve presidentes latinoamericanos le dieron a Evo Morales es también una advertencia a los prefectos de la oposición que buscan una autonomía de facto.
"Morales recibió el apoyo del secretario general de la OEA (el chileno José María Insulza), que dio un apoyo muy explícito al proceso de transformación, y a continuación un apoyo muy sólido de nueve presidentes que asistieron a la asunción en Argentina" de Cristina Fernández de Kirchner, dijo a Télam el ministro.
Quintana -una suerte de jefe de Gabinete del Gobierno boliviano- sostuvo, en diálogo telefónico desde La Paz, que "esto le da al Gobierno mucha fuerza", pero "por supuesto que también es una señal de alerta para aquellas autoridades departamentales que no quieren someterse a la ley".
El ministro opinó que ese respaldo latinoamericano se vio favorecido por "la propuesta absolutamente democrática" del presidente Morales de llamar a un referendo revocatorio de su mandato y del de los prefectos.
Esta propuesta, añadió, "ha sido implícitamente rechazada por los prefectos opositores y a continuación colocaron el tema de las cartas autonómicas".
Quintana dejó en claro que el Gobierno no permitirá acciones que atenten contra la unidad del país, pero también dio a entender que no se enredará en una espiral de violencia y represión, que, a su entender, buscan los movimientos cívicos.
"Quieren que el Gobierno responda con fuerzas públicas y en ese contexto ya tienen prefabricados sus heridos, sus muertos, de la mano de los medios de comunicación que generan una turbulencia mediática incontenible", denunció.Tras decir que mandaron a Santa Cruz 300 policías para preservar los bienes públicos y privados, pero no militares, enfatizó que las cartas autonómicas que darán a conocer el sábado en ese departamento y en Tarija, Beni y Pando, nacen débiles.
Sostuvo que "en estado de inanición", porque son "desconocidas" por los movimientos sociales y pueblos indígenas de esas regiones.
"Es una declaración de facto (la de la autonomía), pero más allá de su inconstitucionalidad y su trasgresión al orden institucional, carece de legitimidad porque están elaboradas en las oficinas del Comité Cívico o de la Prefectura y no está anclada en la representación (legal) de la ciudadanía".
Para Quintana, los prefectos saben que la declaración de la autonomía "es ilegal", pero como cuestionan la legalidad de la nueva Constitución, "es una especie de empate de ilegalidades, y eso es un ejercicio de medición de la correlación de fuerzas".
Sobre el referendo revocatorio de los mandatos que propuso Evo Morales, sostuvo que "la opinión pública, el país y la comunidad internacional, tendrán la posibilidad de evaluar el compromiso y la vocación democrática de los prefectos o su tendencia a politizar el escenario".
"Hay una apuesta abierta de los prefectos a socavar la autoridad del Gobierno central desde hace mucho tiempo; expresan la oposición más pura de la derecha, que en muchos casos se combina con la violencia fascista", opinó. El alto funcionario afirmó que "como la Constituyente no fracasó, pasaron a la fase más agresiva que es tratar de derrocar al Gobierno. La estrategia de la oposición es generar un clima de violencia para imputarle sus resultados al Gobierno nacional".
Según Quintana eso pasó en Sucre cuando se aprobó en general la nueva Constitución con graves incidentes, donde hubo tres muertos y decenas de heridos; en Tarija, cuando grupos cívicos "asaltaron" organismos públicos y en Cobija (Pando), donde incendiaron la casa de un senador suplente de la oposición que dio quórum al oficialismo.
"Eso quieren que pase ahora en Santa Cruz. En la medida que la carta autonómica no concite suficiente interés en la población con toda seguridad se lanzarán a una fase violenta", predijo.
Según el ministro "pequeños grupos organizados ya lo están haciendo" en Santa Cruz, donde recientemente fue atacada con granadas la casa del concejal del gobernante Movimiento al Socialismo (MAS) Osvaldo "Chato" Peredo y la televisión mostró la brutal agresión a un jubilado de aspecto colla en una plaza céntrica.
Por último, el ministro más próximo al presidente Morales afirmó que "el 2008 se constituirá en un hito histórico, como el año de los referendos".
A su juicio, si la situación se normaliza, "el primero que debería desarrollarse es el revocatorio", que demorará entre 90 y 120 días, aunque dijo que el Gobierno prefiere "que sea en 90 días".
El segundo será el "dirimidor" del tema de la extensión máxima permitida de la propiedad de la tierra (10 mil o 5 mil hectáreas).
"El último será el de la aprobación o rechazo de la nueva Constitución", dijo, pero agregó que en el 2008 no habrá tiempo para volver a elegir todas las autoridades con la nueva Carta Magna, eso quedará "para el primer trimestre del 2009".
"Morales recibió el apoyo del secretario general de la OEA (el chileno José María Insulza), que dio un apoyo muy explícito al proceso de transformación, y a continuación un apoyo muy sólido de nueve presidentes que asistieron a la asunción en Argentina" de Cristina Fernández de Kirchner, dijo a Télam el ministro.
Quintana -una suerte de jefe de Gabinete del Gobierno boliviano- sostuvo, en diálogo telefónico desde La Paz, que "esto le da al Gobierno mucha fuerza", pero "por supuesto que también es una señal de alerta para aquellas autoridades departamentales que no quieren someterse a la ley".
El ministro opinó que ese respaldo latinoamericano se vio favorecido por "la propuesta absolutamente democrática" del presidente Morales de llamar a un referendo revocatorio de su mandato y del de los prefectos.
Esta propuesta, añadió, "ha sido implícitamente rechazada por los prefectos opositores y a continuación colocaron el tema de las cartas autonómicas".
Quintana dejó en claro que el Gobierno no permitirá acciones que atenten contra la unidad del país, pero también dio a entender que no se enredará en una espiral de violencia y represión, que, a su entender, buscan los movimientos cívicos.
"Quieren que el Gobierno responda con fuerzas públicas y en ese contexto ya tienen prefabricados sus heridos, sus muertos, de la mano de los medios de comunicación que generan una turbulencia mediática incontenible", denunció.Tras decir que mandaron a Santa Cruz 300 policías para preservar los bienes públicos y privados, pero no militares, enfatizó que las cartas autonómicas que darán a conocer el sábado en ese departamento y en Tarija, Beni y Pando, nacen débiles.
Sostuvo que "en estado de inanición", porque son "desconocidas" por los movimientos sociales y pueblos indígenas de esas regiones.
"Es una declaración de facto (la de la autonomía), pero más allá de su inconstitucionalidad y su trasgresión al orden institucional, carece de legitimidad porque están elaboradas en las oficinas del Comité Cívico o de la Prefectura y no está anclada en la representación (legal) de la ciudadanía".
Para Quintana, los prefectos saben que la declaración de la autonomía "es ilegal", pero como cuestionan la legalidad de la nueva Constitución, "es una especie de empate de ilegalidades, y eso es un ejercicio de medición de la correlación de fuerzas".
Sobre el referendo revocatorio de los mandatos que propuso Evo Morales, sostuvo que "la opinión pública, el país y la comunidad internacional, tendrán la posibilidad de evaluar el compromiso y la vocación democrática de los prefectos o su tendencia a politizar el escenario".
"Hay una apuesta abierta de los prefectos a socavar la autoridad del Gobierno central desde hace mucho tiempo; expresan la oposición más pura de la derecha, que en muchos casos se combina con la violencia fascista", opinó. El alto funcionario afirmó que "como la Constituyente no fracasó, pasaron a la fase más agresiva que es tratar de derrocar al Gobierno. La estrategia de la oposición es generar un clima de violencia para imputarle sus resultados al Gobierno nacional".
Según Quintana eso pasó en Sucre cuando se aprobó en general la nueva Constitución con graves incidentes, donde hubo tres muertos y decenas de heridos; en Tarija, cuando grupos cívicos "asaltaron" organismos públicos y en Cobija (Pando), donde incendiaron la casa de un senador suplente de la oposición que dio quórum al oficialismo.
"Eso quieren que pase ahora en Santa Cruz. En la medida que la carta autonómica no concite suficiente interés en la población con toda seguridad se lanzarán a una fase violenta", predijo.
Según el ministro "pequeños grupos organizados ya lo están haciendo" en Santa Cruz, donde recientemente fue atacada con granadas la casa del concejal del gobernante Movimiento al Socialismo (MAS) Osvaldo "Chato" Peredo y la televisión mostró la brutal agresión a un jubilado de aspecto colla en una plaza céntrica.
Por último, el ministro más próximo al presidente Morales afirmó que "el 2008 se constituirá en un hito histórico, como el año de los referendos".
A su juicio, si la situación se normaliza, "el primero que debería desarrollarse es el revocatorio", que demorará entre 90 y 120 días, aunque dijo que el Gobierno prefiere "que sea en 90 días".
El segundo será el "dirimidor" del tema de la extensión máxima permitida de la propiedad de la tierra (10 mil o 5 mil hectáreas).
"El último será el de la aprobación o rechazo de la nueva Constitución", dijo, pero agregó que en el 2008 no habrá tiempo para volver a elegir todas las autoridades con la nueva Carta Magna, eso quedará "para el primer trimestre del 2009".
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