9 diciembre 2009/TeleSUR http://www.telesurtv.net
Hoy, con el triunfo sin cortapisas de Evo y su proyecto revolucionario, la nación, que subsume a varias nacionalidades originarias, contenida en la Nueva Constitución del país aprobada en diciembre del pasado año por el 61% de los votos, se enrumba hacia un proyecto industrializador enmarcado en un Capitalismo de Estado, base estructural del tránsito al socialismo, por cuanto los grandes proyectos metalúrgicos, mineros, vinculados a la energía y demás aparejarán grandes concentraciones y centralizaciones de trabajadores
Por: Jorge Luis Ubertalli
Periodista y escritor argentino
En las últimas elecciones bolivianas del 6 de diciembre, Evo Morales se alzó con mas del 60% de los votos, logrando su reelección como Presidente de Bolivia hasta el 2015. También logró obtener los 2/3 de los votos en las Cámaras Baja y Alta, lo que le permitirá profundizar el proceso de cambio iniciado el 22 de enero del 2006. Casi 90.000 bolivianos residentes en nuestro país pudieron por primera vez votar por su Presidente, logrando Evo alzarse con el 91% de los votos totales emitidos en Capital y Gran Buenos Aires, Mendoza y Jujuy. La consolidación en Bolivia del capitalismo de Estado y el tránsito hacia el socialismo, en el marco de la especial idiosincrasia del país, constituye el hecho más singular de los últimos años y un desafío para todos aquellos pueblos y gobiernos que pretendan romper con el saqueo de recursos naturales y la explotación y opresión humana.
"Bolivia digna, soberana, productiva y democrática para vivir bien"
Cuando todavía no se habían acallado los gritos de victoria de un pueblo que amanecía luego de más de 500 años de opresión, en junio del 2006, cuatro meses mas tarde de asumido Evo Morales a la primera presidencia de Bolivia, se dio a conocer el Plan de Desarrollo Quinquenal. Contando con un presupuesto total de 12.300 millones de dólares para invertir en emprendimientos productivos públicos y privados y con un monto inicial de 300 millones de dólares, el Plan proponía un desarrollo del país basado en la redistribución del ingreso y una cobertura social para los más pobres; la incorporación del Estado de nuevo tipo (desmontando el viejo Estado colonial) como factor esencial del aparato productivo; la autodeterminación nacional y una matriz productiva integrada por la transformación de los recursos naturales estratégicos en el contexto de la incentivación del mercado interno y la producción de mercancías con valor agregado.
El Plan, si bien logró cumplirse en rubros como atención médica, aumento del nivel educacional, nacionalización de los recursos gas, petróleo, minería, telefonía y otros, redistribución del ingreso entre escolares (Bono Juancito Pinto), ancianos (Plan Dignidad para jubilados), rebajas en los precios de la electricidad para los habitantes de menores recursos, provisión de gas y viviendas populares y rescate de tierras malhabidas para repartirlas entre indígenas/campesinos, entre otros, no logró consolidarse por:- las agresiones de los contrarrevolucionarios asentados principalmente en el oriente del país, fundamentalmente Santa Cruz, que boicotearon desde un principio y de todas formas el modelo de acumulación propuesto;- los desastres naturales como El Niño y La Niña, que obligaron al Estado a resarcir a los afectados a la vez que importar alimentos, frustrándose el objetivo de "soberanía alimentaria" propuesto en el Plan;- los contínuos llamados a referéndums y otros plebiscitos convocados por el gobierno a instancias de las presiones de la derecha, que lo obligaron a distraer fuerzas para llevar hacia el puerto de la armonía a un navío que, indefectiblemente, navegaba en el mar embravecido de una lucha de clases transfigurada en lucha entre regiones o entre grupos étnicos-culturales diferentes.
Hoy, con el triunfo sin cortapisas de Evo y su proyecto revolucionario, la nación, que subsume a varias nacionalidades originarias, contenida en la Nueva Constitución del país aprobada en diciembre del pasado año por el 61% de los votos, se enrumba hacia un proyecto industrializador enmarcado en un Capitalismo de Estado, base estructural del tránsito al socialismo, por cuanto los grandes proyectos metalúrgicos, mineros, vinculados a la energía y demás aparejarán grandes concentraciones y centralizaciones de trabajadores. Esta tendencia a la centralización proletaria y al pleno empleo, estructurada alrededor del Estado productor, traerá consecuencias no deseadas para los hasta ayer dueños de Bolivia:
-una mayor cultura técnica y general del proletariado boliviano y sus aliados de la ciudad y el campo, que los harán más proclives a asimilar las teorías marxistas revolucionarias que, conjuntamente con las tradiciones comunales indígenas, construirán la argamasa ideológica y política del socialismo de nuevo tipo;- una baja de la tasa de plusvalía, que surgirá por la disminución de los desocupados de la ciudad y el campo, verdadero ejército de reserva laboral que permite, mediante la ley de oferta y demanda, mantener bajos los salarios de los trabajadores ocupados, lo que acicateará la competencia y lucha intercapitalista por apropiarse de una mayor renta a costa de sus competidores.
La tierra
La goma (caucho) en el oriente y el estaño en el occidente del país signaron desde sus orígenes a Bolivia, imilla pobre y desarrapada sentada sobre una montaña de oroÂ…ajeno. "Nuestros edificios públicos están construidos sobre arena, por mas que pongamos en las paredes, por mas adornos que se les hagan, no salvamos al mal de sus bases"- sostenía en 1827, dos años mas tarde de fundado el Estado boliviano, excluyente de la mayoría poblacional indígena, el mariscal Antonio José de Sucre. Masacrando indígenas como Guayocko y Hapioecki Tumpa en el oriente y Tupak Katari, Tupak Amaru, Bartolina Sisa y Zárate Wilka en el oriente, los opresores anteriores y posteriores a la proclamación de la República se hicieron de tierras y riquezas. Desde 1906, el Estado boliviano sería esquilmado por empresas extranjeras aliadas a los poderosos locales. Redes ferroviarias como la Speyer, conformada por Speyer and Co y el Nacional City Bank de Nueva York; empréstitos como el otorgado en 1918 por Stiefel-Nicolaus Investment, de St Louis o Equitable Trust Co. y Spencer Trask y Co de N. York y empresas petroleras como la Standard Oil de N. Jersey y otras lograron rapiñar largo tiempo al corazón de América. Solo el clan Rockefeller hollaría 7 millones de hectáreas en los departamentos de Santa Cruz, Chuquisaca y La Paz en 1927.
Concluida la revolución de 1952, una vez llevada a cabo la Reforma Agraria en el occidente del país y liberados del pongueaje los indígenas, los norteamericanos pusieron en marcha en Santa Cruz, con la venia del Estado boliviano, el denominado Plan Bohan, concebido por el funcionario del Departamento de Estado Merwin Bohan, en 1943.Este plan, implementado en la región como Plan Inmediato, estimuló la inversión norteamericana en la zona y auspició la creación de un capitalismo agrario, del cual surgió la elite cruceña aglutinada desde 1950 en el Comité Cívico Pro Santa Cruz. Así, "la agricultura cruceña no ha surgido por sí misma, su financiamiento debe entenderse, ante todo, como una operación política de rearticulación de una nueva derecha en Bolivia, financiada sobre todo por el gobierno de Estados Unidos y su política de seguridad interna", sostiene un volúmen de reciente aparición[1]. De los 29.264.638 dólares invertidos por los norteamericanos en ese periodo, gran parte fueron a parar a la solventación de ingenios azucareros, arroceros, madereros, infraestructura de caminos, traslado de ex pongos -"collas"- occidentales para que sirvieran como asalariados de los terratenientes, y asentamiento de colonos menonitas, italianos y japoneses.
La jauja de la tierra siguió hasta 2005 en Santa Cruz y sus satélites departamentales. Solo durante la dictadura del general Hugo Banzer Suárez (1971-78) se repartieron ilegalmente, sin titulación, y a diestra y siniestra, 17.947.495 hectáreas entre poco mas de 225.000 personas físicas, las cuales usaron testaferros para hacerse del botín.
Por ello la Revolución Agraria planteada por Evo desde el 1 de agosto del 2006 fue tan resistida hasta hoy, inclusive a tiros, golpizas a funcionarios, agresiones a campesinos/indígenas y masacres. Teniendo a la tierra como base material de su poder, la burguesía agraria, comercial, industrial y financiera aliada al capital transnacional se resiste hasta hoy al cambio, que ya se estableció via Constitución Política del Estado aprobada el año pasado: se considerará latifundio, sujeto a redistribución territorial, todo aquel que sobrepase las 5.000 hectáreas.
En tres años de gobierno, Evo tituló 26 millones de hectáreas para 110.000 familias y distribuyó 995.000 hectáreas, 900.000 más que las que distribuyeron los gobiernos anteriores. Con el aplastante triunfo del último 6 de diciembre podrá llevar a buen puerto la Revolución Agraria, aunque la reacción no cejará en sus intentos por tumbarlo.
El socialismo
"¿Que hace el indio por el Estado?. Todo. ¿Qué hace el Estado por el indio?. NadaÂ…. Es preciso aceptar que en las actuales condiciones de la nación, el indio es el verdadero depositario de la energía nacional"- escribía en su momento el intelectual boliviano Frank Tamayo. " De hecho, el indio está reconquistando o llamado a reconquistar su puesto usurpado". Hoy esa realidad se vislumbra en el horizonte boliviano. El Estado plurinacional e intercultural incluye a todos los indígenas, eternos relegados de la torta capitalista, y por lo tanto de la sociedad civil, en los destinos de un proyecto colectivo. " No nos contentamos con reivindicar el derecho del indio a la educación, a la cultura, al progreso, al amor y al cielo. Comenzamos por reivindicar, categóricamente, su derecho a la tierra"- escribía José Carlos Mariátegui en 1928. La tierra, para el indio, no sólo es base material de riqueza, sino Madre. La reivindicación territorial del indígena subsume su derecho a la cultura, lengua, creencias propias, en el marco de la unidad del Estado. La alianza obrero, campesina, originaria, popular, concretada en la unidad Central Obrera Boliviana(COB) y CONALCAM (Coordinadora Nacional para el Cambio) se constituye en la base del socialismo que Evo discutirá en el próxima reunión del ALBA a realizarse en La Habana, Cuba.
El modelo a seguir en la nueva Bolivia es un socialismo que en el país tiene raíces comunitarias en el marco de relaciones de producción mercantiles simples, hoy borradas por el capitalismo, que incorpore la ciencia, la técnica y los aportes de la teoría marxista adaptadas a la realidad nacional para consolidarse y desarrollarse.
"Â…acá es la lucha de ricos y pobres, es la lucha del capitalismo versus socialismo, esa lucha histórica se repite ahoraÂ…" - sostuvo Evo en su discurso del 23 de septiembre del 2008 en las Naciones Unidas. Hoy, ese camino al socialismo, con su triunfo de hace unos días, se hace mas claro que nunca.
En octubre del 2007, cuando nuestro Boletín de Noticias de Bolivia, Boliv_ar, surcaba el espacio virtual y se plasmaba en el papel contrainformando en el marco de la guerra mediática contra la Bolivia revolucionaria, decíamos, nombrando al Che:
"Â…Y nos enseñaste- y los enemigos también nos enseñaron- que cuando no les conviene su democracia la alteran y la reemplazan por las mas feroces dictaduras. Y eso hicieron. Ellos eligieron el camino de la violencia: con intervenciones, con bloqueos, con asesinatos, con agresiones de toda índole y pelaje, como indicaban sus manuales de guerra psicológica. Y lamentablemente, si les cuadra, lo volverían a hacer.
Vos nos enseñaste, compañero, que había que conjugar el marxismo, 'guia para la acción', con la realidad de nuestra Indoaméricalatina y nuestro Tercer Mundo. Nos indicaste que el ama sua, ama kella, ama lulla y sus derivaciones prácticas estaban mas cerca de la Comuna de París y las revoluciones, como la gloriosa Revolución Cubana, que de los manuales de antropología, los regresos históricos imposibles o los esoterismos digeribles por el capitalismo que, como diría alguna vez nuestro compañero John W. Cooke, tiene mil tetas de donde uno puede mamar su venenosa leche".
Uka jach'a uru purinjiwa, grita hoy el viento desde el achachila Illimani. Es el gran día que ha llegado.
Y hay que defenderlo.
[1] "Los Barones del Oriente- El Poder en Santa Cruz ayer y hoy"- Ximena Soruco, Wilfredo Plata, Gustavo Medeiros- Fundación Tierra, Santa Cruz, Bolivia, 2008
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