Foto: Archivo, ABN
Caracas, 10 marzo 2009 (ABN) - Como una muestra clara de que América del Sur intenta crear mecanismos de resistencia a la injerencia en su territorio se celebró este lunes en Santiago de Chile el I Consejo de Defensa Suramericano (CDS).
Los gobiernos de Argentina, Brasil, Bolivia, Colombia, Chile, Ecuador, Guayana, Surinam, Paraguay, Perú, Uruguay y Venezuela sellaron de esa manera el compromiso histórico de coordinar sus planes de defensa mediante la puesta en marcha de ese organismo de diálogo y cooperación política, forjado a través de la Unión de Naciones Suramericanas (Unasur).
La principal aspiración de esas naciones es fortalecer a través de este mecanismo, creado el 16 de diciembre pasado por iniciativa del presidente brasileño, Luiz Inácio Lula da Silva, la confianza mutua mediante la integración y la cooperación en materia de defensa.
La iniciativa surgió días después que el Gobierno colombiano ordenó el bombardeo de un campamento temporal de las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (Farc) en territorio ecuatoriano, lo que llevó a Quito a romper relaciones diplomáticas con Bogotá.
Luego de 10 meses de reuniones entre ministros y funcionarios de Defensa, los países suramericanos acordaron que uno de los principales objetivos del CDS será la creación de una plataforma de diálogo para evitar conflictos como el de Colombia y Ecuador.
Propuestas
Para ello, ya hay iniciativas concretas, como la presentada por Chile de implementar una red para el intercambio de información sobre políticas de defensa y transparentar los datos sobre gastos e indicadores económicos en esa materia.
En la región los recursos destinados a este sector aumentaron 25 % en 2008, cifra récord para la última década, según un estudio del privado Centro de Estudios para la Nueva Mayoría, divulgado en Buenos Aires.
Las partidas militares alcanzaron el pasado año los 50 mil millones de dólares, frente a 39 mil 960 millones en 2007, con mayores desembolsos de Brasil, Colombia y Chile.
También se propuso la creación de un mecanismo para articular posiciones conjuntas en foros multilaterales, así como la celebración de talleres sobre modernización de los ministerios de esa área.
Al respecto, Venezuela se comprometió a organizar un seminario para identificar los factores de riesgo y las amenazas que puedan afectar a la paz regional y mundial, y definir los diferentes enfoques que existen hoy en día del concepto de defensa.
Ese país, junto con Argentina y Perú, se comprometieron a planificar un ejercicio combinado de asistencia en casos de catástrofe o desastres naturales, y a intercambiar experiencias sobre el establecimiento de mecanismos de respuesta inmediata ante esos episodios.
Antecedentes
El único antecedente que se encuentra en la historia del continente americano en materia de creación de una política de defensa conjunta es el Tratado Interamericano de Asistencia Recíproca (Tiar), también llamado Tratado de Río, firmado el 2 de septiembre de 1947 en Río de Janeiro, Brasil.
El área geográfica de acción de este mecanismo comprende a todo el continente y 300 millas a partir de la costa, incluyendo la región entre Alaska, Groenlandia, en el norte; en la zona ártica hasta las islas Aleutianas y en el sur las regiones antárticas.
Según su artículo 3, en caso de un ataque armado por cualquier Estado contra un Estado Americano, será considerado como un ataque contra todos los estados americanos, y en consecuencia, cada una de las partes contratantes se compromete a ayudar a hacer frente al ataque en ejercicio del derecho inminente de legítima defensa individual o colectiva que reconoce el Artículo 51 de la Carta de la Organización de las Naciones Unidas (ONU).
La firma del Tiar fue una de la razones por las que Costa Rica disolvió su ejército en 1948, al considerar a las previsiones del Tratado como garantía suficiente para asegurar su defensa nacional.
Sin embargo, actualmente se tornó contraproducente para las naciones suramericanas que se encuentran opuestas a las políticas injerencistas e imperialistas de Estados Unidos ya que bajo este mecanismo firmado en 1947 se justificaría la intervención militar en un país, si ese fuese atacado.
Concreción
Por esa razón, Unasur aprobó la creación del CDS que formalizará este martes en Santiago de Chile, con la firma de los diferentes ministros de Defensa de las naciones miembros, las propuestas realizadas por las distintos países para tornarlas en proyectos concretos y acciones conjuntas de protección.
Lo histórico de este acontecimiento, muestra de la independencia e importancia que forja la región, se demostró también a través de las actitudes tomadas por las grandes potencias mundiales frente al hecho.
Estados Unidos intentó influir en el organismo mediante el Jefe de su Estado Mayor Conjunto, Mike Mullen, quien visitó la semana pasada Chile, Colombia y Brasil, como señal de que la Casa Blanca seguirá de cerca lo que suceda en esta entidad; mientras que Rusia pidió ingresar como observador, en gestiones ante Argentina.
Pero América del Sur da claros indicios de que su destino será definido no por los caprichos de fuerzas externas si no por la decisión de sus gobiernos los cuales, en su mayoría, se encuentran respaldados por pueblos que ya no soportarán una injerencia más.
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