Publicado el 5 julio, 2019 •
11:52, Trabajadores http://www.trabajadores.cu (Cuba)
http://www.trabajadores.cu/20190705/por-que-el-gobierno-canadiense-se-enfrenta-a-venezuela/
Desde el
intento de golpe de Estado de Estados Unidos a Venezuela el 23 de enero,
respaldado el Grupo de Lima del cual el Gobierno Justin Trudeau es un miembro
activo, los principales medios corporativos canadienses han unificado sus voces
en una campaña de odio y desinformación contra la Revolución Bolivariana,
haciendo énfasis en las críticas al presidente constitucionalmente electo,
Nicolás Maduro.
Al mismo
tiempo se ha generado un debate entre trabajadores, sindicatos y activistas
sociales y políticos. Trabajadores informó semanas atrás
sobre la respuesta de afiliados canadienses (más de cinco millones a través de
sus sindicatos) en apoyo al derecho de Venezuela a la autodeterminación y
contra la interferencia de Estados Unidos y el Grupo de Lima en los
asuntos internos de ese país. Las acciones y declaraciones a nivel de base
todavía están en marcha.
En este
contexto sirven de ejemplo algunos de los artículos que
han aparecido en la
prensa alternativa y en las redes sociales canadienses, sobre todo en la que
representa a fuerzas de izquierda y progresistas, o a quienes simplemente se
oponen a la interferencia extranjera y que nos llevan preguntarnos: ¿qué está
haciendo Canadá y por qué?
Esos
interlocutores interrogan con valentía a los medios de comunicación
tradicionales, aunque en estos últimos solo hay espacio para los que abordan el
tema de Venezuela incluyendo palabras claves como “elecciones dudosas” y
“Maduro autoritario”, las cuales proporcionan credibilidad a la narrativa de la
interferencia de Estados Unidos y el Grupo de Lima bajo el pretexto de ayuda
“humanitaria”.
Los
medios corporativos evitan una respuesta seria a la pregunta: ¿por qué Canadá?
Así, a pesar de la presunción canadiense como modelo para la libertad de
expresión y prensa, se oculta la verdad al público.
¿Que escriben los periodistas y autores canadienses progresistas?
La
búsqueda de oro en el mítico lugar de El Dorado en América Latina atrajo a los
ejércitos conquistadores españoles del siglo XVI y causó la muerte de
muchos indígenas. Con ese pretexto España colonizó la mayor parte de la región
y explotó otras riquezas, hasta el surgimiento de los movimientos de
independencia de América Latina del siglo XIX. Pero esa búsqueda de riqueza
nunca ha terminado realmente, y en Venezuela abundan el oro negro −petróleo
crudo− y el dorado, tal como explica el académico canadiense Nino
Pagliccia en un artículo publicado recientemente en
el sitio digital Global Research.
Yves
Engler, otro coterráneo analista político, afirma, por su parte, que Estados
Unidos ha declarado estar interesado en las reservas de hidrocarburo del país
sudamericano. Y aunque Canadá ha sido más reservado acerca de sus reales
ambiciones, la verdad es que también tiene allí intereses corporativos en el
sector minero, particularmente en el oro.
En un
intento por ampliar los beneficios de la renta petrolera, Venezuela obligó, a
partir del 2007, a las compañías petroleras privadas a convertirse en socias
minoritarias de la estatal PDVSA. Esto motivó, por ejemplo, que Petro-Canada, con
sede en Calgary, venderiera parte de su porción, por lo que algunos de sus
funcionarios comentaron, en privado, sentirse “acabados” por el
Gobierno venezolano.
Otras
compañías canadienses igualmente se enfrentaron al Gobierno de Hugo Chávez por
la extracción de oro. Crystallex, Vanessa
Ventures Ltd., Gold Reserve Inc., y Rusoro Mining emprendieron
batallas legales.
En el
2016, Rusoro Mining ganó una reclamación de $1 000
millones basada en el Tratado de inversión establecido entre Canadá y Venezuela,
mientras Crystallex se adjudicó $1.200 millones ese mismo año. Ambas
compañías continúan exigiendo los pagos y han demandado el dinero de Citgo,
filial de PDVSA en Estados Unidos que fue arrebatada al Gobierno venezolano.
En el
2011, el Financial Post reportó que “años después de impulsar la
inversión extranjera fuera de su sector minero del oro, el presidente
venezolano Chávez está pasando a la siguiente etapa: la nacionalización
absoluta”. Destacando su importancia para el capital canadiense, la junta
editorial del Globe and Mail criticó la jugada en un artículo titulado
Chávez nacionaliza todas las minas de oro en Venezuela.
Peter
Munk, fundador de la minera Barrick Gold, escribió en el 2007 una carta
al Financial Times titulada Detener la demagogia de Chávez antes de
que sea demasiado tarde (Stop Chávez’ Demagoguery Before it is Too Late).
También es suyo el editorial Chávez al mando (Chávez in Control), donde afirma:
“¿No
estamos haciendo caso omiso de las lecciones de la historia y olvidando que
dictadores como Hitler, Mugabe, Pol Pot y otros más se convirtieron en cabezas
del Estado mediante un proceso democrático? Autocráticos, demagogos, a la
manera de Chávez, hasta que sus países se convierten en regímenes totalitarios
como la Alemania Nazi, la Unión Soviética, o la Serbia de Slobodan
Milošević… No demos al presidente Chávez la oportunidad de poner en práctica el
mismo paso a paso para transformar a Venezuela”.
¿Es Venezuela El
Dorado contemporáneo de Canadá?
La
inversión minera canadiense en América Latina se ha disparado desde la
década de los noventa, y se ha beneficiado de la privatización de empresas
mineras estatales y de la flexibilización a la inversión extranjera, asegura
Engler. Al inicio ninguna compañía minera canadiense operaba en Perú
o en México, pero en el 2010 ya eran cerca de 600 las que operaban en
estas dos naciones.
Actualmente
las mineras canadienses han invertido en América decenas de miles de millones
de dólares. Cualquier Gobierno en la región que dé marcha atrás a las reformas
neoliberales que permitieron este crecimiento constituye una amenaza a sus
ganancias. Los bancos también se han favorecido de esa liberalización.
Pocos
días después de la muerte de Chávez, en el 2013, el Informe de negocios del
Globe and Mail publicó, en primera plana, una noticia acerca de los intereses
que Scotiabank había adquirido en Venezuela antes de la llegada al poder del
líder bolivariano. Señaló que “el Banco de Nueva Escocia (Scotiabank) es a
menudo elogiado por su audaz expansión en América Latina, habiendo completado
importantes adquisiciones en Colombia y Perú. Pero en Venezuela el banco ha
hecho muy poco en los últimos 15 años, principalmente porque el Gobierno del
presidente Hugo Chávez fue hostil a la inversión extranjera a gran escala”.
Tales
argumentos explican por qué el Gobierno de Trudeau se ha involucrado en los
intentos de golpe de Estado contra Venezuela, lidereados por Donald Trump.
Canadá también está a la cabeza de las sanciones económicas, las cuales,
según estudios recientes, son genocidas. De hecho, la política de EE. UU.-Grupo
de Lima representa una declaración de guerra, aunque no se haya producido una
intervención militar como tal.
¿Es esta
la única manera en que Canadá puede defender los intereses de sus empresas en
Venezuela? No, seguramente existen caminos mucho más “canadienses”.
(Exclusiva para Trabajadores)
*Abya Yala: Terra viva, o nome indígena da América Latina.No espírito de José Martí
e dos povos nativos, Abya Yala é tudo o que está relacionado com a Nossa
América, essa terra viva que vai do Rio Bravo à Terra do Fogo, passando pelas
Caraíbas, sem esquecer as primeiras nações da América do Norte.
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