26 mayo 2014, ADITAL
Agência Frei Tito para a America Latina http://www.adital.com.br (Brasil)
Geraldo Szalkowicz
Al cumplir seis años de vida, la Unión de Naciones
Suramericanas (Unasur) aparece como el organismo de integración más vigoroso y
dinámico de América Latina y el Caribe, legitimado como una suerte de garante
de la democracia en la región y con anuncios que despiertan expectativas como
la apertura del Banco del Sur (postergada desde hace siete años). Se erige
también en símbolo de las tensiones en la actual etapa geopolítica global,
marcada por el declive de la hegemonía norteamericana y la transición hacia un
mundo pluripolar.
"Si no existiera Unasur tendríamos una Venezuela
incendiada en estos momentos”. La frase del canciller ecuatoriano Ricardo
Patiño, quizá algo exagerada, se refiere al rol que viene jugando el organismo
en dinamizar el diálogo (en estos momentos paralizado) entre el gobierno
bolivariano y la oposición en el marco del intento de desestabilización
iniciado el 12 de febrero. Pero da cuenta del "paraguas” político que
significa su intervención en situaciones conflictivas.
Fue en la Unasur y no en la Organización de Estados
Americanos donde los gobiernos latinoamericanos decidieron acompañar la
coyuntura venezolana. En la sesión de la OEA del 21 de marzo, con 22 votos a
favor y 11 en contra, se decidió no incluir el debate sobre Venezuela. A
contrapelo, la Unasur conformó una comisión de tres cancilleres y se metió de
lleno a tender puentes en ese país.
Con éxitos y fracasos, el organismo ya había mostrado sus
reflejos para interceder en conflictos anteriores. Cuando la crispación entre
el ex presidente colombiano Álvaro Uribe y el venezolano Hugo Chávez llegaba a
su punto máximo, incluso con amenazas bélicas, fue clave la mediación del
entonces secretario general Néstor Kirchner para propiciar una reunión entre
Chávez y el mandatario entrante Juan Manuel Santos y poner paños fríos al
asunto.
También influyó el fuerte rechazo de Unasur al intento de
golpe en Ecuador el 30 de septiembre de 2010 para su abortado final. Allí, se
convocó a una reunión de urgencia en Buenos Aires y luego los cancilleres
viajaron a Quito para respaldar a Rafael Correa. A raíz de este hecho, el
bloque aprobó un protocolo adicional que incluye una cláusula de
"compromiso con la democracia”. Los cancilleres también viajaron de
urgencia a Paraguay tras el golpe parlamentario a Fernando Lugo el 22 de junio
de 2012. Aunque allí no lograron revertir la arremetida, días más tarde se
aprobó la suspensión de ese país del organismo.
Desde la firma de su tratado constitutivo el 23 de mayo
de 2008 en Brasilia, se celebraron siete cumbres presidenciales, 151 reuniones
de los diferentes órganos internos y se conformaron diversos consejos: de Defensa,
de Salud, de lucha contra el narcotráfico, de Infraestructura y Planeamiento,
de Desarrollo Social y Educación, de Cultura, de Ciencia, Tecnología e
Innovación, de Economía y Finanzas, y un Consejo Electoral. Está integrada por
12 países: Argentina, Brasil, Bolivia, Colombia, Chile, Ecuador, Guyana,
Paraguay, Perú, Surinam, Uruguay y Venezuela.
Así y todo, la heterogeneidad de signos políticos en su
seno le imprime un carácter limitado a su proyección, expresado en algunas
declaraciones "tibias” y en la falta de consenso para elegir al sucesor de
Alí Rodríguez Araque en la Secretaría General, cuyo cargo debió haberse
renovado en agosto de 2013.
Pero en un contexto donde el ALBA como proyecto con
horizonte socialista no logra atraer a más gobiernos y una Celac que camina a
paso muy lento, la Unasur se muestra como el espacio político en el que los
gobiernos progresistas y populares vienen poniendo más energías para avanzar en
la integración regional.
Lo que dejó la reunión de cancilleres
El anuncio de la próxima apertura del Banco del Sur,
iniciativa que está parada hace siete años, fue la principal novedad que dejó
la reunión de cancilleres de la Unasur que se realizó este jueves y viernes en
el archipiélago ecuatoriano de Galápagos.
El Banco del Sur iniciará en los próximos días la
apertura de cuentas y contará con 7 mil millones de dólares de fondo. Su
objetivo será convertirse en una alternativa a los organismos multilaterales de
crédito en la financiación del desarrollo de la región.
En el encuentro, además, se emitió una declaración de
rechazo a la injerencia de Estados Unidos en Venezuela, tras la presentación
formal de la denuncia por parte del canciller venezolano a raíz de las
sanciones aprobadas por el Senado estadounidense. Elías Jaua presentó un
documento en el que explica "el plan del golpe de Estado” que se lleva a
cabo y señaló que "Estados Unidos ha violado las más elementales normas
del derecho internacional”.
Los cancilleres también discutieron reformas al Sistema
Interamericano de Derechos Humanos y propusieron que su sede deje de estar en
Washington.
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Abya Yala, Patria Grande: América Latina y Caribe
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