19 abril 2016, Confederación Sindical de
Trabajadores y Trabajadoras de las Americas—CSA (Costa Rica)
La Confederación Sindical de Trabajadores de las Américas (CSA), que en
la región representa a más de 60 millones de trabajadoras/es, viene a expresar
su firme respaldo al estado democrático de derecho amenazado en Brasil a partir
de la decisión de la Cámara de Diputados de aprobar la continuidad del proceso
de Impeachment a la presidenta Dilma Rousseff.
Como quedó evidenciado en la votación del domingo 17, las/os señoras/es
diputadas/os que votaron a favor de ese proceso no presentaron ninguna
evidencia de crímenes de responsabilidad de la presidenta, único argumento
constitucional válido para ser sometida a juicio político. Al contrario de la
presidenta Rousseff, muchos de las/os que votaron en su contra son reos de la
justicia brasileña por diversos crímenes, entre ellos desvío de recursos,
apropiación indebida, lavado de dinero, crímenes electorales,
entre otros. Es
totalmente falso e hipócrita el discurso del combate a la corrupción, que ha servido
para crear un estado de shock en la sociedad brasileña y justificar el golpe.
Lo que se oculta detrás de ésta campaña y la decisión de los
parlamentarios es el ataque continuado de los sectores políticos más
conservadores y reaccionarios, junto a intereses económicos nacionales e
internacionales y con el auxilio directo de las grandes corporaciones
mediáticas, en contra de la agenda de avances sociales y políticos de los
últimos 13 años, alcanzados con los gobiernos del ex presidente Lula y la presidenta
Dilma. En uno de los países más desiguales del mundo fue posible la retirada de
la pobreza de más de 40 millones de personas, la creación de más de 20 millones
de empleos y la recuperación del papel del Estado en la formulación de
políticas públicas en salud, educación, vivienda, protección del salario y de
enfrentamientos a las diversas discriminaciones, de sexo, género, étnicas, edad
y raciales que han hecho de Brasil uno de los ejemplos de inclusión social en
el mundo.
Como quedó evidenciado en la votación, tras los discursos grotescos,
machistas, misóginos, racistas y fascistas, las/os diputadas/os no ahorraron
amenazas a los sindicatos, movimientos sociales y organizaciones de izquierda
en un eventual gobierno surgido de éste golpe parlamentario. Para ellos los
sindicatos y movimientos sociales son los verdaderos enemigos. Ya se habla
abiertamente de un arreglo para dejar impunes los crímenes de estos
parlamentarios, criminalizar y reprimir las protestas sociales, de adoptar la
agenda económica de retroceso neoliberal, de reorientación a los intereses
geopolíticos estadounidenses y desmantelar los procesos de integración de los
cuales Brasil es pieza clave, como Mercosur, UNASUR, CELAC y BRICS.
El sindicalismo de las Américas acompañará el llamado de la expresión
mayoritaria del sindicalismo brasileño y de los movimientos sociales, que se
mantienen movilizados en todo Brasil para presionar al Senado y detener este
golpe parlamentario cuando sea tratado en su seno. Mantendremos la atención
internacional los próximos días en solidaridad con el pueblo brasileño.
Llamamos a la comunidad internacional a desenmascarar este ataque a la
democracia brasileña e instamos a los organismos internacionales como la OEA,
CELAC, UNASUR y Mercosur, así como a los órganos de las Naciones Unidas a
continuar prestando respaldo la institucionalidad democrática y al Estado de
Derecho en Brasil.
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