23 abril
2013, TeleSUR http://www.telesurtv.net
(Venezuela)
El Gobierno de Ecuador lamenta que
foros como la Cumbre sobre Desarrollo Sostenible (Rio+20) estén dominados por
el discurso cosmético y la soberbia de países industrializados, que buscan
perpetuar su hegemonía y sólo defienden la acumulación infinita de riquezas.
Ecuador reiteró este lunes, ante la
Organización de Naciones Unidas (ONU), la necesidad de avanzar hacia una
Declaración Universal de los Derechos de la Naturaleza, porque los modelos de
desarrollo hegemónicos que dominan el mundo actual constituyen “el inexorable camino
hacia el desastre”.
El secretario de Planificación
ecuatoriano, Fander Falconí, participó en un diálogo interactivo celebrado en
la sede de la ONU, en Nueva York (este de Estados Unidos), a propósito del Día
Internacional de la Madre Tierra, evento coorganizado por Quito, La Paz y la
Asamblea General.
“La naturaleza debe ser tomada en
cuenta en los procesos económicos y sociales. Tiene un valor intrínseco que
debemos respetar y que permite entender mejor de qué trata el buen vivir”,
expuso Falconí en su discurso titulado: “La naturaleza como titular de derechos
constitucionales y la posibilidad de su ejercicio en el marco de la
responsabilidad compartida”.
Igualmente, el funcionario
ecuatoriano advirtió que el deterioro de las condiciones físicas del planeta
pone en riesgo la supervivencia propia de la humanidad.
“Estamos frente a un problema de
estructura civilizatoria, donde hemos llegado a un punto lo suficientemente
crítico que requiere construir nuevos paradigmas, una nueva forma de pensar y
una nueva economía” que valore la prosperidad colectiva, explicó.
En ese sentido, precisó que aunque
esta teoría aún no puede aplicarse en países que necesitan grandes niveles de
capitalización, “sí se puede plantear a países que han superado cierto umbral
de crecimiento, que generan desperdicios y utilizan energía, rebasando la
huella ecológica del planeta”.
Falconí detalló que su país ha
iniciado un período de transición para construir sociedades basadas en el
conocimiento, la ciencia y la innovación, caracterizadas por el manejo global
corresponsable de sus recursos finitos.
“Si ahora los gobiernos del mundo
no generamos una participación conjunta para su tratamiento, nos enfrentamos a
una inminente decadencia de la civilización y la destrucción de los recursos
del planeta”, dijo.
Entre los proyectos presentados por
la nación suramericana, destaca la iniciativa Yasuní-ITT, que busca mantener
bajo tierra una gran cantidad de petróleo y no explotarlo -para proteger la
Amazonía- a cambio del apoyo económico mundial para potenciar el desarrollo
nacional.
Soberbia imperial
Por su parte, la ministra
ecuatoriana de Patrimonio, María Belén Moncayo, recordó que la declaración de
la cumbre sobre Desarrollo Sostenible (Rio+20) “no alcanzó a ser la expresión
de voluntad política de los Estados para provocar un quiebre en la historia”.
“Allí se impuso un discurso
cosmético y la soberbia de los países industrializados, que pretenden perpetuar
su hegemonía y creen que la acumulación infinita de riquezas es la razón suprema
de su existencia, denunció.
Por ello, Moncayo llamó a cambiar
las desiguales relaciones de poder y los ilimitados patrones actuales de
consumo, ya que “causarán el colapso al planeta al no poder asegurar su
capacidad de regeneración”.
“Es imprescindible impulsar nuevos
modos de producir, consumir, organizar la vida y la convivencia (…) Usar
sosteniblemente los recursos naturales, considerando que los equilibrios en la
naturaleza son frágiles y que su ruptura es catastrófica”, ”, puntualizó.
En el evento participaron también
el secretario general de la ONU, Ban Ki-moon, el titular de la Asamblea
General, Vuk Jeremic, el ministro de Economía de Bolivia, Luis Arce, y
especialistas de Estados Unidos y Gran Bretaña.
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