09
de septiembre de 2019, Página 12 (Argentina)
https://www.pagina12.com.ar/217182-jean-luc-melenchon-debi-haber-protestado-mas-fuerte-por-cris
Entrevista con el opositor
francés
El
líder de Francia Insumisa cuestionó duramente los procesos contra CFK, Lula y
Correa y contó su propia experiencia en Francia.
Por
Martín Granovsky
Jean-Luc Mélenchon busca las palabras en
su castellano ancestral (el abuelo nació en España) y dice: “Siento vergüenza
de no haber protestado antes y más fuerte por la persecución política a
Cristina a través de la Justicia”. Y agrega: “Siempre le tuve confianza, pero
no llegué a comprender la gravedad de lo que estaba pasando”.
El líder de Francia Insumisa, la
agrupación de izquierda con la que obtuvo siete millones de votos en las
presidenciales de 2017, el 19,58 por ciento, habló con PáginaI12 en una
gira latinoamericana que incluyó México, Uruguay, la Argentina y Brasil. En
Brasil visitó a Lula en el presidio de Curitiba. En la Argentina tuvo una
entrevista con Cristina Fernández de Kirchner en
el Instituto Patria. También
fue el invitado principal de una cena de Mundo Sur, el grupo de política
exterior que integran entre otros Jorge Taiana, Oscar Laborde, Ana Jaramillo,
Marcelo Brignoni y Roberto Baradel. Fue justo en la sede del Sindicato
Unificado de Trabajadores de la Educación de Buenos Aires, el Suteba, donde
Mélenchon compartió el asado de Mundo Sur. Los presentes registraron varias
preocupaciones del dirigente político francés. Una, su insistencia en que la
política tiene una dimensión afectiva que solo se puede ejercer en persona.
Otra, su idea de que “también en el plato está la lucha de clases”, o
directamente por hambre o por alimentos tóxicos. Otra más, que su viaje
latinoamericano no fue para enseñar sino para aprender.
“Parte de mi aprendizaje fue la fabulosa
reacción electoral del pueblo argentino en las PASO”, le dijo Mélenchon a PáginaI12.
“La unificación del peronismo y de las fuerzas progresistas es una gran lección
mundial.”
Explicó
que otra parte de su aprendizaje resultó de “ver con mayor detalle la
intensidad de la persecución a la que someten a muchos líderes
latinoamericanos”. Mélenchon se definió como “un amigo de Amado Boudou, pero
igual le pido perdón, porque tendría que haber sido más enérgico en su
defensa”. Y lo mismo con Cristina, “aunque le aclaro que nunca compartí la
visión predominante sobre ella en la prensa francesa”.
--¿Cuál
es esa visión?
--Le Monde la criticaba mucho. En política
francesa el diario es de centroderecha, pero en política internacional está
influenciado por el punto de vista norteamericano y es directamente de derecha.
Muchos periodistas llegaron a decir que Néstor Kirchner tuvo suerte.
--¿Suerte
por qué?
--Porque
murió. Escribieron que entonces ella, Cristina, debe responder por la
corrupción. El lawfare, como ya se le llama al uso de la Justicia y de los
grandes medios, es una forma nueva de ataque que usan el imperio y las fuerzas
conservadoras en todo el mundo. Mire Brasil. ¿Podemos hablar de una elección
libre y un triunfo limpio, el de Jair Bolsonaro, cuando encarcelaron a Lula, el
principal dirigente opositor a Michel Temer? Siempre es lo mismo. Primero viene
la campaña de los grandes medios. Después el ataque directo. Las sospechas.
Como si sugirieran que si hay humo es porque hay fuego. Luego fiscales ligados
al poder abren la investigación.
--¿Es
ilegal?
--¿Es legal aprovechar la investigación preliminar
de la instrucción de una causa para interceptar tu teléfono, espiar la
computadora sin que lo sepas y no comunicarte ni siquiera cuál es la
imputación? Esto se completa con algo que en la Argentina ustedes conocen bien:
los fiscales, mientras tanto, van filtrando tramos de las escuchas y creando un
ambiente hostil. A veces son mentiras. A veces, recortes. No es solo en América
Latina. En Francia también hay una ola de violencia estatal sin precedentes en
las últimas décadas. En las protestas de los chalecos amarillos, 22 personas
perdieron ojos. Hubo dos muertos. Sin llegar a ese extremo, la persecución me
alcanzó como dirigente opositor.
--Usted deberá comparecer ante un tribunal
el 19 de septiembre. ¿Por qué?
--Dicen que impedí un allanamiento. Pero
la verdad es que no quería que las fuerzas de seguridad se llevaran de la sede
de Francia Insumisa, en el 43 de la calle Dunkerque de París, la lista de
adherentes. Son diez mil personas. Y el movimiento entero, 500 mil. Entre ellos
embajadores, periodistas, jueces, militares o comisarios de policía. No tenían
derecho a capturar esas listas. Yo solo quería entrar para verificar que no lo
hicieran. Me acusan de haberme resistido a la autoridad policial. Quieren
ensuciarme, quieren que pague multas, que pague abogados, que me odien, que
termine inhabilitado. Pero este proceso no es lo único raro. En 2017, cuando
salíamos de la elección presidencial, supuestamente quisieron matarme con un
lanzallamas. Los servicios de inteligencia me anduvieron cerca pero nadie me
alertó. ¿Es normal actuar así con un presidente de bloque? Extraño, ¿no? A Lula
lo encarcelaron y lo condenaron y el juez Sergio Moro es ministro de un
gobierno de ultraderecha. Igual de arbitrario es el caso de Rafael Correa. Ya
tiene 25 cargos encima. Y todo empezó con la denuncia de un loco que dice que
Correa lo quiso secuestrar. Peor es lo de Jorge Glass, el vicepresidente. Ni
siquiera hay una incriminación. Los juicios son espectáculos. Al policía con el
que discutí le dieron siete días de licencia con el argumento de que mis gritos
le habrían producido un shock psicológico. Si un grito les produce eso, qué
pasaría con un delincuente de verdad... Se asusta tu familia, se asusta uno, te
despertás en mitad de la noche, los medios te presentan como loco y violento...
En estas condiciones es muy importante la amistad de los compañeros mexicanos y
argentinos. No estoy acostumbrado.
--¿A
este tipo de persecución?
--Exacto. Conozco la tribuna y sé que es
salir a la calle con una bandera. El resto no lo conozco. Sé que me tendieron
una trampa y presumo que algo traman. Me contaron que Mauricio Macri no pudo
imponer la reforma laboral ni destruir del todo la jubilación. Bien. Los
empresarios franceses están primeros en la distribución de dividendos. Macron
suprimió el impuesto a la fortuna y ahora Europa es el paraíso de los ricos. Y
entretanto, el espectáculo de los juicios. El día que entraron a nuestra sede
vi que había una cámara de un programa de televisión, Quotidien. Hace meses que
en la presentación del programa aparezco gritando. Me quieren convertir en un
loco.
--¿Quiénes?
-- Los fiscales son ex socialistas
vendidos a Emanuel Macron. Con lo que están haciendo dan pruebas de amor al
poder. La ministra de Justicia y el ministro del Interior son ex socialistas.
--Usted
también fue socialista.
--Nos
conocemos todos.
*Abya Yala: Tierra viva, el
nombre indígena de América Latina. En el espíritu de José Martí y los pueblos
nativos, Abya Yala es todo lo que está relacionado con Nuestra América, esta
tierra viva que va desde Río Bravo hasta Tierra del Fuego, Caribe, sin olvidar
las primeras naciones de América del Norte.
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