9 septiembre 2016, Mision Verdad http://misionverdad.com/
(Venezuela)
Desde
el 13 al 18 de septiembre se realizará en la Isla de Margarita, estado Nueva
Esparta, la XVII Cumbre del Movimiento de Países No Alineados (Mnoal), donde
Venezuela recibirá la presidencia del bloque por parte de la República Islámica
de Irán con el compromiso de unir voluntades para consolidar un mundo
pluripolar, multicéntrico y con respeto a la autodeterminación de los pueblos.
La cita del Mnoal en
Venezuela abrirá un nuevo capítulo para la agenda exterior bolivariana.
Ocurrirá en un momento bastante particular para Venezuela, donde se encuentran
muy activos los frentes de asedio externo. La oportunidad será enteramente
oportuna para posicionar la postura venezolana frente a los intentos de
aislamiento contra Venezuela en el concierto de naciones.
Con más de 120 países,
la Cumbre del Mnoal es el foro político más grande del planeta luego sólo de la
Organización de Naciones Unidas (ONU).
Desarmar la guerra desde el frente externo
El ascenso de Venezuela
a la conducción del Mnoal impone varias tareas de gran calado. Involucran
el
devenir y la realidad venezolana, pero son en efecto eventos-situaciones que
traspasan la esfera venezolana y suponen un impacto a escala regional y más
allá de nuestro continente.
Las siguientes tareas
imponen la necesidad de la instrumentación de una eficacia política de
proporciones titánicas.
1. Una de las premisas
venezolanas empleando la presidencia del Mnoal será sin dudas fortalecer la
postura bolivariana de denuncia del asedio acompasado y progresivo que cada vez
se instrumenta más consistentemente contra Venezuela. Siendo referencia
regional, y el principal enemigo a abatir por parte de EEUU, la Revolución
Bolivariana es pivote de los procesos insurgentes en esta parte del mundo y he
ahí que la retórica y los hechos patrocinados desde EEUU cada vez más parecen
cruzar el umbral del asedio frontal y sin desparpajos.
Sobre Venezuela pesa un bloqueo financiero no
declarado. Se instrumenta una
forma de asfixia económica vulnerando las posibilidades de financiamiento que
podría contraer nuestro país, además de las acciones financieramente lesivas a
la nación que son protagonizadas por
Citibank. Sólo en el frente
económico el reto para Venezuela yace en la facultad de advertir al mundo sobre
la experimentación de nuevas formas de bloqueo y asfixia económica,
desarrolladas de manera teledirigida y unilateral por parte de los poderes
fácticos del sector financiero global.
La cuestión venezolana
pasa a ser entonces una cuestión de interés planetario. Ya no hace falta que
EEUU declare abiertamente un objetivo, ni que tenga que lidiar con el costo
político de la imposición de sanciones para sencillamente asfixiar a su
adversario. Mañana podría ser cualquiera. Sobre Venezuela pesa una declaración
artera y unilateral de "amenaza inusual y extraordinaria" y las
acciones en ese marco ya están en vigor.
2. Otro de los retos de
Venezuela al frente del Mnoal se basará en emplear esa posición para hacer
contribuciones que permitan pisar el freno a la agenda regresionista que se
abre paso en América Latina, enmarcada en la política estratégica del
Departamento de Estado gringo y es uno de los frentes de asedio contra la
Revolución Bolivariana.
Recordemos que las
revelaciones hechas por Wikileaks del correo de Hillary Clinton pusieron al relieve las
asociaciones orquestadas desde la Casa Blanca para buscar actores regionales
aliados en una retórica antichavista. Y esos lineamientos se han materializado
al unísono de un cambio de mapa regional que viene de la mano con la elección de
Macri en Argentina, el golpe y ascenso de facto de Temer en Brasil y, por otro
lado, el ascenso en Perú de un vocero abierto del antichavismo regional con
Pedro Pablo Kuczynski.
La nueva situación en
Sudamérica ha puesto en vilo la vida del propio Mercosur, cuando actores específicos desde ahí comenzaron a
intentar deslegitimar la presidencia venezolana. La onda expansiva del
desmembramiento regional se hace extensiva a la Unasur y ese piso natural de
apoyo a Venezuela se ha visto debilitado.
Asumir la conducción
del Mnoal es en esencia una oportunidad de oro para Venezuela
3. La OEA ha sido
también flanco específico de permanente ataque contra el chavismo. La
institucionalidad panamericana (claramente tutelada desde EEUU) ha sido la
vocería concreta más abiertamente injerencista que se haya instrumentado contra
el bolivarianismo. Aunque esto no resulta ninguna novedad en 17 años de chavismo
y aunque la política exterior bolivariana ha logrado desactivar
desafueros patrocinados desde ese
foro en época reciente, lo cierto es que la institucionalidad de la OEA
permanece amenazante y potencialmente peligrosa a la estabilidad venezolana.
Venezuela debe advertir
ante el mundo el potencial peligro de instancias regionales secuestradas. Hay
antecedentes perniciosos: la Liga Árabe, el equivalente regional de la OEA en
el Oriente Medio, facilitó y allanó las condiciones políticas que precedieron
el asedio contra Siria. Legitimaron la acción de las potencias que
imperialmente decidieron destruir ese país, con la fatalidad y la desestabilización
regional como resultado.
Todo empezó por el
decreto de la "ilegitimidad" de Al-Assad y la reproducción de la
declararatoria de Siria como "país forajido", propiciando al mismo
tiempo el aislamiento y la ruptura de esa nación mediante el belicismo y el
injerencismo.
4. El eje político
África-Sur América (ASA) ha sufrido un enorme y significativo revés luego de la
muerte del Comandante Chávez y el asesinato de Muamar Gadaffi, luego de la
destrucción de Libia. Como foro político y económico incipiente, el eje ASA ha
sido relegado ahora al ostracismo político y en él yace un potencial enorme de
asociaciones que necesariamente deben relanzarse.
La situación actual del
eje ASA debe revertirse y ello demanda un alto sentido de la pertinencia
política e identificación de la importancia histórica que tiene la asociación
estratégica entre los países del sur del planeta.
5. Uno de los retos de
Venezuela a cargo del Mnoal está en el crear consensos para dar viabilidad a
asociaciones y acciones programáticas de los países en vías de desarrollo que
dependen de la exportación de materias primas, dado que la lógica impuesta
desde los mercados especulativos y el poder de facto de las potencias ha puesto
en práctica una política articulada de pauperización de los precios
internacionales de las materias primas, inhibiendo el desarrollo de los países
más pobres, que siguen sujetos a los designios de las relaciones
centro-periferia. Esta es una tarea que debe pensarse más allá del petróleo,
aunque el petróleo sea un marcador global en la tendencia de precios de las
materias primas.
El petróleo y los
combustibles fósiles tienen su espacio de definición en la OPEP y con países
fuera de ella. Venezuela ha patrocinado acuerdos necesarios que deben darse en
esos espacios y las gestiones se han encaminado en favor de una política
pertinente por el rescate de los precios. No obstante, y como es usual en el
Mnoal, la lucha contra la pobreza y la desigualdad (tema nunca ausente en este
foro) pasa por una revisión estructural del mercado mundial de materias primas,
las formas de planificación del desarrollo económico, y somete a revisión el
rol de los países pobres en esa sinergia.
Es un tema, vale
decirlo, de estabilidad política internacional. Las formas de pauperización de
precios y confinamiento de países al festín del saqueo de materias primas a
precios artificialmente bajos socavan las formas de estabilidad económica en
países y regiones donde cada vez convergen más amenazas múltiples y donde se
reproducen situaciones de inestabilidad. De ahí que el tema económico no sólo
se asocia a las variables de estabilidad política, se asocia también a la
seguridad y a la gobernanza en países vulnerables al conflicto.
Venezuela habla con
propiedad en este ítem. La propia experiencia
venezolana da cuenta de cómo se intenta generar un cambio de situación regional
y cómo se compromete la seguridad y la estabilidad de un país a expensas de
manipulaciones inducidas de los precios de las materias primas y la energía de
las cuales depende (no sólo Venezuela, con ella) el eje regional
Alba-Petrocaribe.
6. La contención de la
guerra y sus frentes activos es una tarea medular concebida dentro del Mnoal.
El mundo se aproxima de manera vertiginosa a una proliferación de los
conflictos armados en proporciones tales que ya hacen suponer la puesta en
marcha de una tercera guerra mundial, arrastrando consigo países y regiones
enteras con millares de víctimas directas e indirectas de los conflictos.
El Mnoal podría
constituirse en alternativa real frente a las instituciones internacionales
actuales
Las instancias como la
ONU y su Consejo de Seguridad han sido avasalladas por la magnitud de los
eventos, y ya no hay instituciones ni actores creíbles que permitan una
reversión de la situación. La misma Venezuela es objeto de una guerra no convencional y el belicismo amenaza las puertas de nuestro país. Y
con nosotros a toda una región que es referente mundial de paz.
Venezuela tendrá la
obligación de desmontar el doble rasero en la política internacional y
devolverle un poquito de dignidad al concierto de naciones. Hacen falta
esfuerzos creíbles y consistentes para consolidar la paz como destino.
La oportunidad venezolana
Asumir la conducción
del Mnoal es en esencia una oportunidad de oro para Venezuela, en virtud de que
desde allí será posible posicionar la postura de la Revolución Bolivariana
sobre los grandes temas globales: economía, estabilidad, seguridad, lucha contra
los flagelos sociales y superación en conjunto de las amenazas. Esta
oportunidad no puede desestimarse para fijar a Venezuela ante el mundo como
bastión de dignidad.
Pero para hacer
políticamente viable la dignidad, no hay retóricas que valgan. Valen acciones.
Las circunstancias imponen, entonces, con urgencia, el relanzamiento de los
mecanismos integracionistas que han nacido en el marco de los procesos
históricos recientes en nuestro continente, para empezar.
Pero más importante
todavía, la oportunidad es propicia para que Venezuela relance una audaz y
consistente agenta de relacionamiento en otros ejes regionales. Venezuela aún
permanece de espaldas a lo que podrían ser potenciales alianzas sólidas. La
pertinencia, el pragmatismo y el atrevimiento deben ser cuestiones que den un
nuevo y dramático giro a la política exterior bolivariana, en tiempos donde en
el frente externo se definen grandes cuestiones nacionales.
Otro elemento
importante sobre el Mnoal es que debe superarse su rol de instancia reducida a
la cháchara diplomática, sin que tenga un carácter efectista en el devenir de
las naciones. Como instancia, el Mnoal carece de metodologías concretas que le
brinden efectividad. El Mnoal es un inmenso foro de países y podría
constituirse en una alternativa real frente a la debilidad de las instituciones
internacionales actuales, que en su mayoría han sido confinadas a la
inoperancia.
Para esto es necesario
tomar "el toro por los cuernos", y Venezuela, por lo tanto, debe
asumir en plenitud total el rol y la responsabilidad de conducir, dar
metodología, dar cohesión y dar poder de hecho a esta instancia creada en
tiempos de gran convulsión global; tiempos, además, similares a los actuales.
La vigencia del Mnoal
es un hecho, está marcada por el pulso de nuestro tiempo.
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