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Boletin
RIBAT Al-Andalus nº114 (22 Noviembre 2012)
Adrian Salbuchi*
Desde fines de la segunda guerra mundial, los judíos han
disfrutado de creciente poder, influencia, riqueza y bienestar en todo
Occidente, especialmente en los Estados Unidos. Dado el sufrimiento padecido
por los judíos de Europa durante aquella guerra, hoy se les trata con especial
cuidado y consideración en todo el mundo. Ello les permitió realizar su sueño
de fundar un Estado soberano en Palestina, haciendo caso omiso de la enorme
injusticia impuesta a los palestinos.
El sistemático horroroso comportamiento israelí, sin
embargo, ha puesto en peligro esta "categoría especial" de la que
viene disfrutando.
Se acercan los tiempos en los que la Diáspora judía en
todo el mundo y los israelíes tendrán que tomar una decisión: o se alinean
rigurosamente detrás de la derecha israelí– y se preparan para caer con Israel
–, o se alinean con las naciones en las que viven y continúan disfrutando del
tratamiento justo que esas naciones dispensan a su ciudadanía decente.
El grito histérico de “¡Antisemitismo!” que suelen
lanzar los multimedios de prensa globales y las entidades de choque sionistas
como la ADL –Liga Antidifamación– y AIPAC en EE.UU., o la DAIA y AMIA en la
Argentina, ya no van más.
Hoy todo el mundo mira horrorizado y con asco la
manera en que los israelíes asesinan, hieren y humillan a la población civil en
Gaza; hoy, igual que en enero 2009; igual que en el Líbano en 2006; igual que
como viene haciendo desde los años cuarenta.
Siempre protegido por EE.UU., el Reino Unido y Europa
–especialmente la autoflagelante y acomplejada Alemania– Israel, como el
proverbial niño malcriado, cree que puede hacer lo que quiere, cuando quiere,
donde quiere y contra quienes quiera. Y, si alguien se queja, al niño malcriado
israelí le agarra un ataque de rabia y grita “¡le voy a contar a mi hermano
mayor!”. El Gran Hermano USA, se entiende...
Eso es exactamente lo que hace Israel, sabiendo que
una y otra vez el Gran Hermano Homero Simpson de Washington está listo para
darle una paliza a cualquiera que se atreva a tocar a la 'pequeña Israel': sea
Irak, Siria, Libia, Afganistán, Irán...
Bueno… todo esto está por acabarse. De manera que cada
ciudadano judío decente en todos los países del mundo debiera poner las barbas
en remojo: ¡aléjense todo lo que puedan de la locura que hoy afecta a Israel!
¿Ha llegado nuestra fecha de vencimiento?
Este es el título de un artículo publicado en el
diario israelí Haaretz el pasado 9 de octubre, citando palabras del ex
secretario de Estado de EE.UU., el New York Post dijo: “Palabra por palabra:
dentro de diez años ya no habrá más Israel”.
A lo que Haaretz agrega, “¡Qué tontería! ¿no?
Claramente Israel sobrevivirá para siempre. Primero, porque eso es lo que dicen
nuestros líderes. Segundo, porque disponemos de un gran ejército, bombas
inteligentes, una economía estable y alta tecnología. Tercero, porque Dios está
con nosotros. Estos son hechos” Hmmm…. Los primeros dos definitivamente son
hechos. El tercero, sin embargo, es sumamente debatible…
En este sentido, el pasado 28 de agosto el periódico
estadounidense Foreign Policy Journal se refirió a un análisis de 82 páginas de
extensión titulado 'Preparándonos para un Medio Oriente Pos-Israel', que fuera
comisionado por las 16 agencias de inteligencia de los Estados Unidos
pertenecientes a la Armada, Ejército, Fuerza Aérea, Cuerpo de Marina, Guardacostas,
Agencia de Inteligencia para la Defensa, los Departamentos de Energía,
Seguridad Doméstica, Estado, Tesoro, la DEA, el FBI, la NSA, las agencias
Geoespacial y de Reconocimiento, y la CIA.
Algunos dudan de la autenticidad de este documento
confidencial, mas sus conclusiones según publica Foreign Policy Journal parecen
muy creíbles a la luz de informes anteriores confeccionados por académicos de
alto nivel como Stephen Walt (Universidad de Harvard), John Mearsheimer
(Universidad de Chicago), el ex presidente Jimmy Carter y su asesor de
seguridad nacional Zbigniew Brzezinski. Algunas de sus observaciones son:
“En vista de la ocupación brutal y las políticas
beligerantes que lleva adelante, Israel es hoy tan imposible de salvar como lo
fue Sudáfrica bajo el Apartheid, especialmente considerando que aún en 1987
Israel era la única nación de “Occidente” que mantenía relaciones diplomáticas
con Sudáfrica, siendo el último país en unirse al boicot internacional antes
que ese régimen racista colapsara;
Con su creciente apoyo a los 700.000 colonos ilegales
en el margen occidental ocupado, la conducción israelí está crecientemente
fuera de contacto con la realidad política, militar y económica de Oriente
Medio;
El Gobierno pos-laborismo conformado por la coalición
del Likud se encuentra profundamente comprometido e influido por el poder
político y financiero de esos colonos, y se enfrenta a convulsiones internas
crecientemente virulentas, con las que el Gobierno estadounidense no debiera
verse asociado ni involucrado;
La burda interferencia de Israel en los asuntos
internos de los Estados Unidos a través de resonantes casos de espionaje y
transferencia ilegal de armas estadounidenses que incluye su apoyo a 60
organizaciones de fachada y a aproximadamente 7.500 funcionarios
estadounidenses que trabajan para promover los intereses de Israel, procurando
dominar e intimidar a los medios y agencias del Gobierno de los EE.UU., lo que
resulta inaceptable;
La infraestructura de ocupación segregacionista de
Israel se ve evidenciada por la discriminación legalizada y los sistemas de
justicia crecientemente arbitrarios e inicuos, no debe seguir siendo financiada
ni directa ni indirectamente por el contribuyente norteamericano, ni ignorado
por el Gobierno de EE.UU.;
Israel ha fracasado como Estado democrático, y la
continuada cobertura financiera y política que le otorga EE.UU. no cambiará su
creciente transformación en un Estado paria internacional;
Se observa creciente racismo rampante y violento entre
los colonos judíos del margen occidental, que es tolerado por el Gobierno
israelí hasta tal grado que el mismo se ha transformado en su protector y
socio;
La creciente brecha entre judíos norteamericanos que
objetan las practicas sionistas e israelíes que incluyen el asesinato y un trato
brutal contra los palestinos bajo la ocupación israelí, conforman burdas
violaciones de leyes norteamericanas e internacionales. Ello se transforma en
un creciente debate dentro de la comunidad judía respecto de la responsabilidad
de EE.UU. de proteger a toda población civil en cualquier país ocupado (la así
llamada “Política R2P”);
La oposición internacional a este régimen de creciente
apartheid no puede ya seguir sincronizándose con los valores humanitarios que
EE.UU. declama mantener, ni con las expectativas de EE.UU. en sus relaciones
bilaterales con los 193 miembros de la Organización de Naciones Unidas;”
Pareciera, entonces, que todas las ventanas de
oportunidad se van cerrando rápidamente para la elite de poder de ultraderecha
que hoy manda en Israel.
La sangría horrorosa que Israel ha lanzado contra
Palestina bien podría conformar la primera movida estratégica israelí en el
Gran Tablero de Oriente Medio, orientada a aumentar las convulsiones regionales
que ellos esperan arrastrarán a Estados Unidos y la OTAN a invadir Siria y,
luego, preparará el camino para el tan anhelado ataque militar unilateral
contra Irán. En tal caso la apuesta es infinitamente más alta y peligrosa pues
el desenlace bien podría ser una guerra nuclear de proporciones inimaginables.
O están con nosotros o están en contra de nosotros…
Ese y no otro es el mensaje de Tel-Aviv a todo el
mundo, y a todos los judíos del mundo, recordando el tono pendenciero de 'Baby
Bush'.
Es aquí donde yace un tema fundamental y vital para
todas las comunidades judías del mundo, incluida la numerosa comunidad judía en
la Argentina.
El mundo se va hartando crecientemente de Israel y la
cobertura mediática orwelliana absolutamente tendenciosa de los multimedios de
difusión occidentales, que incluye los multimedios argentinos, solo parecen
echarle nafta a las llamaradas de esta confusión programada.
Crecientemente, el apoyo a Israel se basa menos y
menos sobre datos, hechos y evidencias, y más y más sobre la irracionalidad y
la repetición 'ad nauseam' de los sufrimientos judíos del pasado. La “lógica”
israelí, entonces, es como sigue: dado que los judíos de Europa sufrieron a
manos de europeos hace setenta años, esto nos da hoy el derecho a asesinar y
atormentar a los palestinos, robándoles su territorio nacional.
Toda crítica a Israel es inmediatamente calificada
como “¡Antisemitismo!” y todas las matanzas genocidas perpetradas por la
ultraderecha israelí se hacen “para proteger a, y en nombre de, todos los
judíos del mundo”. Pero la verdad está saliendo a la luz del día.
Hoy disponemos de grandes canales de noticias con una
visión alternativa que nos brindan una explicación mucho más equilibrada acerca
de este y otros temas. No sorprenderá entonces que en estos días Israel lanzara
dos ataques contra los estudios en Gaza del canal iraní de noticias en inglés
PressTV, hiriendo a personal y periodistas.
Se acerca el día en el que las personas decentes en
todas partes empezarán a reaccionar contra esta locura israelí. Y, como
tristemente suele ocurrir, se corre el riesgo de que las consecuencias las
terminen pagando justos por pecadores.
En la práctica, las comunidades locales de judíos de
la Diáspora están siendo colocadas en situación de gran peligro por la actual
dirigencia israelí en conjunción con los multimedios internacionales y sus
repetidores locales como 'Clarín' y 'La Nación' en la Argentina, que promueven
la desinformación y las distorsiones en este tema tan fundamental para la paz
mundial.
Un gran luchador por los derechos civiles de la
población negra en EE.UU., Malcolm X, alguna vez dijo: “Si no te mantienes
alerta, los diarios harán que termines odiando a las personas que están siendo
oprimidas; y amando a las personas que las están oprimiendo”.
De manera que cada ciudadano judío en todas partes del
mundo debe asumir una responsabilidad personal: o apoya activamente a Israel,
con lo que tendrán que soportar las consecuencias que van surgiendo de ello, o
deberán rechazar activamente esta locura de la dirigencia fundamentalista
israelí y, como ciudadanos decentes, civilizados y pacíficos de sus respectivos
países, dejar perfectamente en claro a través de sus organizaciones
comunitarias - como la DAIA y la AMIA en Argentina - que no apoyan a un Israel
que hoy administra en Gaza el mayor campo de concentración del mundo entero: un
oprobioso “Auschwitz en Oriente Medio”.
El pasado 24 de septiembre, el diario estadounidense
The Washington Post citó al presidente iraní Mahmud Ahmadineyad quien dijo que
“Israel presiona a EE.UU. con la supuesta amenaza de que Irán desarrolla un
arma nuclear, lo que conlleva la posibilidad de un ataque militar israelí
contra Irán, para así torcerle el brazo a su mucho más poderoso aliado”.
Pensándolo bien: muy probablemente Ahmadineyad no esté errado.
El tiempo se está acabando. Las máscaras están cayendo
rápidamente, y los verdaderos rostros que esconden están asomando a la luz del
día. Si se ha de evitar una nueva guerra mundial, todos los ciudadanos
responsables en todo el mundo deberán adoptar una posición clara y tajante en
estos temas cruciales. Las comunidades judías no son una excepción a ello.
Adrian Salbuchi para RT
*Adrian Salbuchi es analista político, autor, conferencista y
comentador de radio y televisión
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