Buenos Aires, 1 marzo 2008 (Iván Ruiz, corresponsal de ABI) - La Presidenta argentina realizó la apertura del 126º período ordinario de la Asamblea Legislativa con el enérgico tono que la caracteriza. Ante un parlamento colmado pronunció un improvisado discurso en el que defendió el modelo económico actual, la integración energética y reclamó por las Islas Malvinas.
Las palabras más importantes de Cristina Fernández de Kirchner aludieron a la gestión gubernamental de los últimos seis años, que denominó el período de mayor crecimiento de la historia nacional.
"Desde 1900, cada tres años el país vivía una recesión, lo que hemos logrado hasta aquí es el mayor crecimiento de la Argentina en los últimos 100 años", sostuvo. También destacó la solvencia fiscal y la acumulación de reservas como dos escudos para enfrentar las "crisis internacionales".
Cuando abordó la problemática energética, su pronunciamiento tuvo un fuerte tono crítico. Sin embargo, la primera mandataria comenzó con una descripción del crecimiento en la materia. "Vamos a incorporar un 11 por ciento de energía eléctrica con un plan para generar 280 megawats más. Además vamos a generar 10 millones de metros cúbicos. Es un 8 por ciento más que el último invierno", aseguró.
Fernández de Kirchner destacó el acuerdo regional con Bolivia y Brasil, y volvió a resaltar la "integración energética" como la única salida posible.
"El problema de la energía es un problema del mundo y de la región. Nosotros estamos en el mundo y en la región por lo tanto debemos abordar la cuestión con seriedad y mucha tranquilidad", agregó.
También aseguró, como lo había hecho durante la semana, que la incorporación de Venezuela al Mercosur "es clave para cerrar la ecuación energética" regional.
A la hora de los reclamos, primero atacó a la oposición: "Los expertos pronosticaban que íbamos a tener problemas en el invierno pero esos mismos fueron los que protagonizaron los cortes en los 80 cuando el crecimiento del país era negativo. Crecíamos a tasas negativas. Entonces había mala economía y nula energía", sentenció.
Tampoco estuvo exento de las críticas el empresariado brasileño. Las palabras de Sergio Gabrielli, presidente de Petrobras, quien había afirmado que su compañía no cedería "ni una molécula de gas" a Argentina, no fueron bien recibidas, y calificó sus dichos como "un criterio poco feliz para la integración y la solidaridad latinoamericana".
Más tarde, la Presidenta argentina destacó las obras de infraestructura como "una polea del crecimiento económico".
Tampoco se olvidó de hablar de su "tema favorito": la educación. Allí resaltó el compromiso del sector de cumplir con los 180 días de clases y reconoció que desde el año 2003 al 2007 se puso el acento muy fuerte en el área.
Luego de más de 90 minutos de discurso, Cristina Kirchner, con un reluciente vestido blanco, salió a saludar a unos 200 seguidores, quienes congregados en la Plaza de los Dos Congresos aprovecharon para saludarla y sacarse fotos con la primera mandataria.
La jefa de Estado también le reclamó al Reino Unido que les otorgue permiso a los familiares de los caídos en la Guerra de Malvinas para poder ir en avión a la inauguración del monumento construido por ellos mismos.
http://www.abi.bo/index.php?i=noticias_texto_paleta&j=20080301181430
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