LAS REIVINDICACIONES PARAGUAYAS EN ITAIPU Y YACYRETA
Itaipú solamente pudo haber firmado un dictador corrupto
Asunción, Paraguay, 2 de Marzo de 2008/ABC Color
El periodista y escritor brasileño Julio José Chiavenato, autor del best seller Genocidio Americano, sobre la Guerra contra la Triple Alianza, además de otras dos obras, una sobre la Guerra del Chaco y otra sobre la dictadura, afirma en esta entrevista que el Tratado de Itaipú, que establece ventajas casi exclusivas a favor de Brasil, solamente pudo haber sido firmado por un dictador corrupto, refiriéndose a Alfredo Stroessner. El intelectual, que vino a Asunción para asistir a un congreso organizado por el movimiento luguista Tekojoja, dijo que un futuro gobierno honesto y respetable en Paraguay podría tener mejor chance para corregir la injusticia.
–Sus obras son impactantes: Genocidio Americano (sobre la Guerra de la Triple Alianza), la Guerra del Chaco y el libro sobre la dictadura ¿Cómo se interesó en Paraguay?
–Durante la dictadura militar en Brasil, pasó conmigo lo que con muchos periodistas. Perdí el empleo. Viajaba para conocer y me tocó venir a Paraguay en el 75. Y bueno, me tomó cuatro años escribir las tres obras. En 1979 salió el libro sobre la guerra contra el Paraguay, en 1980 el libro sobre la guerra del Chaco, la guerra del petróleo y en 1982, “Retrato de una dictadura”, en base al material que fui recogiendo.
–¿Qué le atrajo de Paraguay?
–Mire. Cuando un brasileño va a Ciudad del Este es como si estuviera en Brasil pero cuando se interna dentro de Paraguay se produce un choque muy agradable, ese verdor impresionante, con gente hablando guaraní, con una cultura muy diferente, su música. Uno queda atrapado. Es fascinante. Más fascinado me quedé cuando conocí la historia de Paraguay, la Guerra del Paraguay, ese genocidio tan traumático que involucró a Brasil y que traumatizó también a Brasil.
–¿Conocen los brasileños la historia de la Guerra?
–Conocen claro, pero de otra manera.
–A la manera de los vencedores...
–Se conoce porque muchos brasileños también murieron en esa guerra.
–Pero hay poca literatura...
–No hay ninguna. Actualmente se pueden contabilizar 4 o 5 libros...
–¿Quién le contó la historia?
–Cuando llegué allá por Caacupé, donde está el monumento a los Niños Combatientes (Mártires de Acosta Ñu, en Eusebio Ayala), pregunté y un niño me dijo: “vamos a mi casa. Mi abuelo te va a contar”...
–¿Allí en el pueblo?
–Sí, allí mismo. Pero no me contó una historia sino me cantó una canción en guaraní y me tradujo para que entienda. Yo me quedé francamente fascinado. No creía que podía ser verdad una cosa tan terrible...
–Que los niños se disfrazaran de mayores para la batalla...
–A partir de ahí comencé a investigar. Vine a Asunción. Después en Brasil hasta que terminé el libro y tuvo mucho suceso...
–Escribir sobre historia seguramente no habrá sido tan arriesgado como escribir sobre Stroessner...
–Sin embargo, para mí lo más complicado fue escribir sobre la Guerra del Paraguay porque en el Brasil nadie le llevaba el apunte a Stroessner, salvo que se sabía que era un dictador corrupto.
–¿Por qué más complicado?
–Fue terrible para mí. Dijeron que yo denigraba la imagen del Brasil. Me trataron de “traidor de la Patria”, quedé marcado.
–¿De cuántos ejemplares fue la primera tirada de Genocidio Americano?
–Fue de 5.000 ejemplares. Se agotó en una semana. La segunda edición fue de 15.000. También se agotó en una semana. En menos de cuatro meses hubo 7 ediciones de 15.000. Todo se agotó sin ninguna nota en la prensa. Lo que yo escribí era una cosa completamente desconocida en Brasil. De 1920 a 1979 no fue publicado un solo libro sobre la Guerra del Paraguay en Brasil. Fue el mayor acontecimiento histórico de Brasil y que quedó 59 años sin ningún libro publicado.
–En silencio...
–Sí. El libro rompió ese silencio. Entonces fue un suceso mediático.
–En su obra sobre Stroessner, usted contó la historia de la guerrilla del 59/60 que ni los paraguayos conocíamos por la censura.
–Creo que no había una publicación que relatara sobre el degollamiento de los guerrilleros paraguayos por los militares.
–No se sabía que se los lanzaba al río desde aviones. Después copiaron los militares argentinos de la Guerra Sucia...
–Sí. ¿Sabe quiénes me contaron? los propios torturadores de Stroessner. Ellos se creían “patriotas” por asesinar opositores. Estaban contentos conmigo por mi obra sobre la Guerra y entonces me contaban como una hazaña las barbaridades que cometían. Yo llegué a muchos sobrevivientes gracias a ellos...
–Es increíble...
–Para mí fue increíble. Nunca me olvido cuando un ex guerrillero me quiso mostrar unos documentos y me llevó, de noche, en un auto que se caía a pedazos, fuera de Asunción. Me dio mucho miedo. Me hizo entrar a una favela, una casa paupérrima, muy pobre que no tenía ni luz..
–¿Pensó que lo iban a ejecutar?
–Tuve mucho miedo. Pero el ex guerrillero abrió un baúl y sacó muchos papeles. Eran actas, cartas, diarios de la guerrilla. Me pasé toda la noche copiando a la luz de una vela. Ese hombre era depositario.
–¿Cuántos libros ya escribió?
–Tengo unos 40...
–¿Cuál fue el error para usted en el cambio de la dictadura a la democracia?
–Lo que pasó en Paraguay es en menor escala lo que aconteció con Brasil. La transición no fue perfecta. No lo es hasta hoy.
–¿Hasta hoy?
–Tiene muchos errores. Hubo mucha victoria “moral” y mucha derrota política...
–Y económica...
–Exacto. Todos aquellos políticos que lucharon contra Stroessner fueron perseguidos, torturados, pero no tuvieron resultados prácticos en la democracia. Fueron derrotados políticamente. Cuando no fueron derrotados por la represión fueron derrotados electoralmente. Su reacción fue muy emocional. Los derrota el sistema, preparado para el fraude.
–¿Por qué dice que Brasil no despegó todavía? Hoy hasta tiene un gobierno socialista, a cargo de un ex marxista...
–Yo creo que Lula no es ni socialista ni marxista. Es lulista. Es una gran decepción. No tiene coraje de enfrentar a las elites brasileñas para llevar adelante el cambio.
–¿Será por eso que Paraguay tampoco puede conseguir nada en Itaipú?
–Itaipú fue construido dentro del plan de hegemonía de Brasil de ser líder del cono sur. Fue pensado más bien para contener los deseos de Argentina, de hacer lo mismo.
–¿Cómo se entiende?
–Su construcción fue un asunto de seguridad nacional para Brasil. En conclusión, no hay un presidente en Brasil, sea Lula o sea otro, que tenga fuerza para cambiar las cosas, a no ser que toda la sociedad brasileña se pronuncie y convenza al gobierno que es posible revisar el tratado. Detrás de eso están también las transnacionales...
–¿Es así de simple, o es porque Paraguay estuvo gobernado por corruptos a los que no les interesa discutir?
–La forma como está concebido el tratado de Itaipú solamente pudo haber sido firmado por un dictador corrupto. Un presidente honesto jamás hubiera aceptado ese tratado. El Tratado de Itaipú fue hecho específicamente mirando las ventajas del Brasil.
A Stroessner eso no le importó. Paraguay no fue obligado a firmar ese tratado. A Stroessner le interesaba el dinero y nada más.
–Fueron prácticamente sobornados...
–Esto comenzó con corrupción y continuó con la corrupción. No basta solamente con decir que el tratado es injusto. Los que gobernaron no defendieron los intereses de Paraguay. Entonces, Paraguay está pagando hoy 20, 30, 40 años de corrupción.
–¿Por qué Bolivia tuvo un éxito casi inmediato cuando reclamó el precio del gas?
–Porque el negocio fue con Petrobrás, que tiene una cierta autonomía de acción y no depende de las multinacionales. Aparte, los gobiernos bolivianos tienen una tradición de rebeldía, de resistencia, algo que no existe en Paraguay. Los gobernantes no tienen condiciones para enfrentar una discusión.
– ¿Esta situación puede variar con un gobierno que proyecte otra imagen?
– Paraguay tiene que ser gobernado por un gobierno serio, honesto, inteligente, que no admita más la sumisión o la interferencia de Brasil, Argentina o cualquier otro país a cambio de sobornos. Una nueva imagen le podría dar una mayor fortaleza. Cuando venga un gobierno que tenga fuerza y apoyo popular, la conversación va a ser distinta. Con gobiernos corruptos nunca se puede llegar a nada serio. Por eso son corruptos, porque hacen prevalecer intereses particulares. (ABC Digital/Paraguay)
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