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Original: “The US public was conned about Hiroshima”:
Daniel Ellsberg in studio on Hiroshima 74 years later
Dennis J. Bernstein**
En 1961, Daniel Ellsberg era consultante de la
Casa Blanca cuando redactó los planes de guerra nuclear del Secretario de
Defensa Robert McNamara. En 1971, hizo públicos los 47 volúmenes de los Papeles
del Pentágono, un estudio altamente secreto del Departamento de Defensa sobre
la participación política y militar estadounidense en Vietnam desde 1945 a
1967. En esta entrevista, Ellsberg evoca el programa de armas nucleares de los
Estados Unidos, después de su enésima detención –la número 89– por acciones de
resistencia contra el armamento nuclear, la guerra nuclear y los secretos de
Estado.
Dennis
Bernstein: Nos
sentimos honrados de tener aquí a Daniel Ellsberg, el hombre que denunció la
corrupta e ilegal Guerra de Vietnam y que ha continuado sus denuncias e
inspirando a otros desde entonces. Daniel Ellsberg ganó notoriedad a principios
de la década de 1970 al filtrar los Papeles del Pentágono, la historia altamente secreta del Departamento de
Defensa sobre la Guerra de Vietnam, y más tarde por protestar abiertamente por
la guerra y el secreto de Estado que la mantuvo. Sin embargo, pocos saben que
ha pasado la mayor parte de la pasada década inmerso en estudios altamente
clasificados de la máquina de guerra nuclear de EE. UU. Daniel, ¡bienvenido!
¿Acabas de ser arrestado, no es así, en Lawrence Livermore Labs[1]?
Daniel
Ellsberg: Sí, voy allí casi todos los años, con
ocasión del Día de Hiroshima y el Día de Nagasaki, para transmitir el mensaje
de que en este país no se deben fabricar más armas y no hay que arrestar a las
personas por denunciarlo. Es incorrecto estar
haciendo lo que está haciendo
Livermore ahora mismo; con buena conciencia, estoy seguro. Yo mismo elaboré
planes de guerra con buena conciencia. Me engañaron y a ellos también.
Estafaron al público con lo sucedido en Hiroshima.
Aún hoy, casi
nadie sabe cuánta falsedad se les vendió para justificar lo que hicimos. Y
cuando la gente protesta ahora por la bomba, yo diría que la mayoría de los
estadounidenses se preguntan por qué estuvo mal salvar un millón de vidas
estadounidenses. Después de todo, ¿no era esa la única alternativa a una
invasión de Japón? Eso es lo que han escuchado de boca de personas en puestos
de autoridad. Pero, de hecho, no era la única alternativa. De hecho, no era una
alternativa seria a la invasión.
El pueblo
estadounidense ha llegado a creer que matar a 140.000 personas de inmediato y
300.000 a finales de ese año era necesario y, por lo tanto, justificado. Si eso
está justificado, ¿qué no lo está? Lo que estamos haciendo en este momento no
está justificado, amenazando con el “primer uso” de armas nucleares y
preparando ataques que, de llevarse a cabo, destruirían la mayor parte de la
vida en la tierra. Pero eso no se cuestiona, moral o prácticamente.
Dennis
Bernstein: Dan, ¿cómo
evaluarías los peligros que enfrentamos ahora en términos de una conflagración
nuclear? ¿Estamos peor ahora que hace treinta años?
Daniel
Ellsberg: Mira, en 1989-1991, las cosas
comenzaron a tener mejor aspecto. La Guerra Fría había terminado, la
justificación de estas armas había desaparecido. Era el momento de deshacerse
de ellas. Rusia ya no era un enemigo ideológico y la idea existente de ese
conflicto global que nos obligó a armarnos de una manera sin precedentes había
terminado. Pero el concepto de un “dividendo de paz” pasó a mejor vida con la
Guerra del Golfo. Una de las cosas que aprendí hoy en las charlas
ofrecidas en Lawrence Livermore Labs fue que durante los últimos siete años,
cada presupuesto destinado a armas nucleares ha sido mayor que el anterior.
Esto fue particularmente cierto en 2015, bajo Obama, quien lo aumentó a niveles
superiores a la Guerra Fría. El pico del gasto de la Guerra Fría fue en 1985.
Después, el gasto disminuyó con la caída de la Unión Soviética hasta que el
segundo Bush llegó al poder. Ahora estamos de vuelta en los niveles de la
Guerra Fría: 9.000 millones de dólares por año. Desde 2015 hasta ahora, cada
año el presupuesto ha aumentado. No comenzó bajo Trump, pero en este momento,
bajo Trump, estamos presupuestando un 40% más que en la Guerra Fría. Es
obsceno, es una locura, es un error.
Ese dinero no
va a manos extranjeras, sino a estadounidenses: Boeing, Lockheed, Raytheon,
Grumman, General Dynamics[2]. Les va muy bien con todo esto. Hay una
razón por la que estamos presupuestando un arma que se está diseñando en
Lawrence Livermore en este momento, y es que se trata de un arma que se
colocará en los nuevos misiles balísticos intercontinentales
(ICBM) que está fabricando Boeing. No hay ninguna razón en el mundo para tener
esas armas, excepto los empleos que en cada distrito Boeing distribuye por todo
el país. Y Lockheed será subcontratista. Cuestión de votos, contribuciones de
campaña y ganancias.
Sorprendentemente,
hoy aprendí algo que me ha hecho sentir más esperanzado de lo que he estado en
mucho tiempo. La asignación presupuestaria de defensa de la Cámara de
Representantes es diferente de la versión del Senado. En la versión de la Cámara
baja no figuran los fondos para los nuevos ICBM y las nuevas instalaciones de
producción. El Senado lo volvió a meter todo, pero ambas cámaras tienen que
coordinarse ahora en una conferencia, probablemente en septiembre, y por mi
parte haré todo lo que pueda para convencer a los miembros de la Cámara de
Representantes y sus constituyentes de que deben decirles a sus miembros de la
Cámara que se mantengan firmes en esos cortes. Esas armas son peligrosas.
Davey
D: ¿Es la idea de que si tenemos las
armas nucleares más avanzadas, podemos ganar una guerra usándolas y sobrevivir?
¿Piensa la gente realmente que podemos usar estas armas y ganar con ellas?
Daniel
Ellsberg: Siempre hemos tenido personas que han
dicho que podemos ganar con ellas. Una serie de presidentes y también, desde
luego, personal de la Fuerza Aérea. Pero por otro lado, conocí a muchas
personas, mientras formaba parte del sistema, que sabían que eso no era
posible. Pero es solo desde 1983, cuando se descubrió realmente el invierno
nuclear, que quedó absolutamente claro que no había ninguna diferencia si
fuiste primero o segundo, y todas nuestras armas están diseñadas para atacar
primero.
Boeing nos
dice que, por malo que sea, no es tan malo como quedar en segunda posición. A
Elizabeth Warren la interrogaron en el último debate por qué no está a favor
del primer uso. Luego le preguntaron si quería que nuestras ciudades fueran
incineradas antes de usar nosotros las armas nucleares. ¿Cómo
responder a esto? Si ella piensa que nuestras ciudades podrían no ser
incineradas si las usáramos primero contra Rusia, ¿en qué posición se queda
ella? Es una locura. En otras palabras, con estos ICBM, que son vulnerables y
tientan a un presidente en situación de falsa alarma, el instinto de los
militares y el presidente es: “Mis ICBM están a punto de ser destruidos. Tengo
que lanzarlos.”
Dennis
Bernstein: ¿Nos hemos
acercado más a una guerra nuclear con estas armas nucleares de nueva generación
que dicen que son más pequeñas? ¿Serían más tentadoras para los planificadores
de la guerra?
Daniel
Ellsberg: Hasta cierto punto, sí. Pero estos
peligros no comenzaron con Trump. Estrictamente hablando, no creo que bajo
Trump el peligro sea significativamente mayor. La cuestión es que el peligro no
se está reduciendo. Con respecto a estas armas de baja potencia, si Trump
pudiera verse tentado a usarlas los resultados serían catastróficos. Ya tenemos
armas nucleares de baja potencia. ¿Por qué querríamos unas nuevas? Livermore
necesita hacer cosas para Lockheed, Boeing, etc. Por cierto, no me habrías oído
decir esto hace un año. Durante los últimos cuarenta años me he centrado en la
parte militar y gubernamental del complejo militar-industrial. Solamente
durante el pasado año me dediqué a estudiar la parte industrial. Es nuevo para
mí ver la Guerra Fría como, en gran medida, una campaña de marketing para
asignar grandes subvenciones cada año a la industria aeroespacial.
Dennis
Bernstein: Una de las
bombas que lanzamos sobre Japón fue construida en Hanford. Ese programa todavía
produce radiación en Hanford.
Daniel
Ellsberg: Lamentablemente, mi padre era
ingeniero estructural jefe durante el crecimiento de Hanford justo después de
la guerra, después de haber trabajado en estos problemas durante la guerra.
Renunció al programa por dos razones, que me reveló cuarenta años más tarde. Le
habían pedido que trabajara en Savannah River[3],
que, por cierto, ahora podría dedicarse al negocio de la fabricación de armas
nucleares. Solía fabricar material para ellos. Eran trabajos destinados a la
bomba H, que iba a ser mil veces más poderosa que la bomba atómica. La primera
bomba de hidrógeno que explotamos en 1954 tenía mil veces el poder
explosivo de la bomba de Hiroshima. La bomba de Hiroshima equivalía a
15.000 toneladas de TNT, es decir un poder explosivo mil veces mayor que las
bombas más grandes de la Segunda Guerra Mundial. La potencia de la primera
bomba de hidrógeno fue de 15 megatones, tres veces mayor de lo que predijeron.
El Día de
Hiroshima y el Día de Nagasaki (6 de agosto y 9 de agosto), no deberían ser
unos días como cualquier otro en estas plantas en que continúan construyendo
bombas de tipo Nagasaki, que se utilizan para hacer estallar una bomba H.
Recuerdo muy bien las fechas porque entre las dos está el aniversario de mi
boda, el 8 de agosto. No pudimos celebrarlo porque me arrestaban una y otra
vez. Livermore ha descubierto cómo mantener estas cosas en silencio, al no
llevarnos a juicio, lo que mantiene fuera de la vista de la gente que allí está
sucediendo algo por lo que otros estadounidenses protestan.
Dennis
Bernstein: Hiciste
pública la historia secreta de la Guerra de Vietnam, pero también tenías la
historia secreta de la guerra nuclear prevista, y también querías revelarla.
¿Que pasó?
Daniel
Ellsberg: Fue la gran decepción en mi vida.
Pensé en publicar las miles de páginas que tenía sobre amenazas y peligros
nucleares después de publicar los Papeles del Pentágono. Un amigo mío, Randy
Keillor, me dijo en ese momento que eran más importantes que el material sobre
la guerra. Era cierto, pero Vietnam era donde estaban cayendo las bombas en ese
momento, así que decidí ver qué podía hacer para poner fin a ese bombardeo, y
luego sacaría la información nuclear. Desafortunadamente, le di las miles de
páginas sobre el programa nuclear a mi hermano para que las guardara. Los
escondió en un montón de basura, pero sufrieron un huracán y nunca pudimos
encontrar esos documentos.
Dennis
Bernstein: ¿Qué
perdimos entonces?
Daniel
Ellsberg: Gran parte de la información que
perdimos en ese momento está en mi libro ahora, muchos años después. Mucha de
ella ha sido desclasificada. No hablo mucho sobre Hiroshima en el libro porque
es un asunto absolutamente enredado para los estadounidenses. Se les ha lavado
tanto el cerebro sobre “por qué estaba todo bien” y “por qué era necesario”
lanzar la bomba atómica.
La bomba
atómica llegó al mundo para los estadounidenses de la peor manera posible para
que entiendan las implicaciones de la era nuclear. Imagínese si Hitler hubiera
fabricado primero la bomba. Habría sido calificada como el arma nazi por
excelencia, un arma de exterminio de civiles. Ese habría sido el crimen de
guerra número uno en Nuremberg. No les habría ganado la guerra. Podrían haber
destruido Londres, Liverpool, pero no les habría ganado la guerra. Sin embargo,
se hubiera ahorcado a los responsables por ello, y no solo los responsables,
también todos los científicos. No estoy a favor de la pena capital, pero creo
que los juicios por crímenes de guerra pueden ser muy útiles.
Desafortunadamente, debido a que nosotros habíamos estado
bombardeando centros civiles, no los acusamos a ellos de bombardearlos. En
efecto, descartamos los bombardeos de la lista de crímenes de guerra. Debido a
que no queríamos ponernos nosotros mismos en cuestión, ni por
la bomba atómica ni por lo que había sucedido antes, no los acusamos de esos
bombardeos.
Y todavía
consideramos que ese tipo de bombardeo está a nuestro alcance. Escuche lo que
dijo nuestro presidente el otro día: “Podría ganar la guerra en Afganistán,
pero tendría que matar a diez millones de personas”. Esto nos regresa a Harry
Truman, quien no vio en el lanzamiento de las bombas atómicas un problema moral.
Desde su posición, era bastante razonable ya que ya habíamos estado matando
antes a tantos civiles japoneses como pudimos durante cinco meses.
La bomba de
Hiroshima, que se lanzó el 6 de agosto, fue el segundo acto de terrorismo más
grande en la historia de la humanidad. Nagasaki, tres días, después fue el
tercer acto de terrorismo más grande. Pero el mayor acto terrorista realizado
en un solo día en la historia de la humanidad tuvo lugar la noche del 9 al 10
de marzo de 1945, cuando quemamos Tokio y matamos entre 80.000 y 120.000
personas en una sola noche. Lo hicimos con napalm, un producto inventado en la
Universidad de Harvard. Se usó sobre seres humanos porque se adhiere a la piel
y quema a la persona. Fue muy efectivo para quemar edificios y personas.
También utilizaron fósforo blanco y otras sustancias incendiarias, con la
intención de quemar a la mayor cantidad de personas posible.
Luego
sometimos a este tratamiento a otras 67 ciudades japonesas. Todo esto fue antes
de la bomba atómica. Matamos algo así como 900.000 civiles japoneses antes de
las bombas atómicas, que agregaron otros 300.000. Esto es casi igual al número
de judíos gaseados en Auschwitz y no murieron exactamente mejor que en las
cámaras de gas. Cuando comenzó a salir información sobre la radiación, el
general Groves dijo que había escuchado que era una forma bastante agradable de
morir. En realidad, eso no es cierto: la mayoría de las personas en Hiroshima y
Nagasaki murieron a causa del fuego. (Las personas que saltaron de las Torres
Gemelas no eran estúpidas; la alternativa era morir entre llamas).
No hubo una
diferencia moral entre Tokio e Hiroshima. Simplemente, la bomba atómica era más
eficiente, más barata. La cuestión es que el pueblo estadounidense apenas ha
oído hablar de esto. La decisión de bombardear Hiroshima no supuso un gran
problema para Truman. Pero la explicación de que era algo necesario se
transmite generación tras generación de estadounidenses y sus aliados. Si eso
estuvo bien entonces, entonces amenazar con hacerlo a una
escala mucho mayor también es ahora aceptable.
*Daniel Ellsberg es miembro directivo destacado de
la Nuclear Age Peace Foundation, y autor de The Doomsday Machine: Confessions of a Nuclear War Planner (2017) y de Secrets (2003). Es también el
personaje principal del documental The Most
Dangerous Man in America y figura principal de la
película de Steven Spielberg sobre los Papeles del Pentágono, The Post. Ellsberg se ha hecho merecedor del premio
Olof Palme de 2018 por su arraigado humanismo y excepcional valor moral. En
1971, Ellsberg publicó los Papeles del Pentágono (Pentagon Papers) un documento de 47 volúmenes,
altamente secreto, del Departamento de Defensa sobre la participación política
y militar de Estados Unidos en Vietnam de 1945 a 1967.
**Dennis J. Bernstein es un integrante de "Flashpoints" en la red de radio Pacifica
y autor de Special Ed: Voices from a Hidden Classroom. Puede acceder a los archivos de audio en www.flashpoints.net.
***S. Seguí Traductor catalán. Miembro de los colectivos de Tlaxcala y
Rebelión.
NdT
[1] Laboratorio de
investigación avanzada dependiente de la Universidad de California, Berkeley.
Su principal fuente de financiación es el Departamento de Energía de Estados
Unidos y está especializado en el estudio y desarrollo de la energía atómica
para usos militares.
[3] Instalación de investigación y producción de
materiales atómicos de uso militar, dependiente del Departamento de Energía de
EE UU y situada en el estado de Carolina del Sur, que emplea en la actualidad a
más de 10.000 personas.
Muito obrigado a Tlaxcala
Fonte: https://bit.ly/32FZSe0
Data de publicação do artigo original: 24/09/2019
URL deste artigo: http://www.tlaxcala-int.org/article.asp?reference=27259
Fonte: https://bit.ly/32FZSe0
Data de publicação do artigo original: 24/09/2019
URL deste artigo: http://www.tlaxcala-int.org/article.asp?reference=27259
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