13 11 2019, Rebelión (México) http://www.rebelion.org/noticia.php?id=262385
UN GOLPE CONTRA LOS PUEBLOS INDÍGENAS
Ctxt
Su destitución representa el regreso de la
vieja oligarquía
Evo Morales, el presidente indígena de
Bolivia, se ha visto obligado a renunciar a la presidencia. Su vicepresidente,
(Álvaro García Linera) también renunció, al igual que Adrianna Salvatierra, la
presidenta del Senado, quien se suponía que asumiría la presidencia en ausencia
de Morales. Mientras escribimos este texto la oposición ha arriado la bandera
indígena wiphala en todo el país. Morales, el primer presidente indígena del
país, es el abanderado de generaciones de socialistas indígenas. Su destitución
representa el regreso de la vieja oligarquía. Es un golpe contra la llegada de
los pueblos indígenas de Bolivia a la vanguardia de la historia.
Durante semanas, los manifestantes de
derecha han acosado al partido de Morales, el Movimiento hacia el Socialismo
(MAS). Han incendiado las casas y oficinas de miembros del partido y han
atacado a sus seguidores. Recientemente Patricia Arce, alcalde de Vinto, fue
secuestrada
por una muchedumbre. Le cortaron el pelo, le tiraron pintura sobre
el cuerpo y la obligaron a caminar descalza, humillándola públicamente. La masa
ha bloqueado la sede de TV de Bolivia y la estación de radio Patria Nueva. En
estos momentos, mientras escribimos, las fuerzas de derecha están saqueando y
quemando la casa del presidente Morales y están tratando de arrestarlo.
Esto no es una renuncia. Nadie
renuncia con un arma en la cabeza.
La élite política y económica de
Bolivia apoya esta violencia, como parte del resurgimiento de la extrema
derecha en América Latina. Los activistas locales están siendo aplastados por
estas fuerzas. Nosotros, los abajo firmantes, denunciamos esta violencia y
también preventivamente la violencia que inevitablemente se intensificará en
las calles. Hacemos un llamado a las Naciones Unidas para que haga una
declaración denunciando la naturaleza antidemocrática del golpe y las tácticas
de mano dura de sus partidarios.
Corredactores:
1.
Jordan T. Camp, Director of Research, The People’s
Forum; Visiting Scholar, Center for Place Culture and Politics, CUNY Graduate
Center; Co-Director of the Racial Capitalism Working Group, Center for the
Study of Social Difference, Columbia University
2.
George Ciccariello-Maher, Visiting Scholar,
Decolonizing Humanities and Modern Languages and Literatures, William and Mary
3.
Nick Estes (Lakota), Assistant Professor of American
Studies, Univ. of New Mexico, Co-Founder The Red Nation
4.
Christina Heatherton, Assistant Professor of American
Studies, Barnard College; Co-Director of the Racial Capitalism Working Group,
Center for the Study of Social Difference, Columbia University
5.
Manu Karuka, Assistant Professor of American Studies,
Barnard College; Co-Director of the Racial Capitalism Working Group, Center for
the Study of Social Difference, Columbia University
6.
Vijay Prashad, Director, Tricontinental: Institute for
Social Research
7.
Melanie Yazzie (Diné), Assistant Professor of Native
American Studies and American Studies, University of New Mexico, Co-Founder of
The Red Nation
Firmantes:
1.
Samia Assed, Palestinian-American Human Rights
Activist and Organizer, Board of Directors of The Women’s March
2.
Medea Benjamin, Co-Founder, Code Pink
3.
Bruno Bosteels, Professor of Latin America and
Ibertian Cultures and the Institute for Comparative Literature and Society,
Columbia University
4.
Glen Coulthard, (Yellowknives Dene) Associate
Professor in the First Nations and Indigenous Studies Program and the
Departments of Political Science, University of British Columbia
5.
Andrew Curley (Diné), Department of Geography,
University of North Carolina
6.
Jennifer Nez Denetdale (Diné), Professor of American
Studies, University of New Mexico
7.
Jaskiran Dhillon, Associate Professor, Global Studies
and Anthropology, The New School
8.
Roxanne Dunbar-Ortiz, author of An Indigenous People’s
History of the United States
9.
Jodie Evans, Co-Founder and Co-Director, Code Pink
10.
Ramon Grosfoguel, Department of Ethnic Studies,
University of California, Berkeley
11.
Sandy Grande (Quechua), Professor of Education and
Director Center for the Critical Study of Race and Ethnicity, Connecticut
College
12.
Sarah
Jaffe, author and journalist
13.
Robin D. G. Kelley, Professor, Department of African
American Studies, Distinguished Professor of History & Gary B. Nash Endowed
Chair in United States History, UCLA
14.
Winona LaDuke (White Earth Ojibwe), Program Director
of Honor the Earth
15.
Thea N. Riofrancos, Assistant Professor of Political
Science, Providence College
16.
Boots
Riley, Filmmaker
17.
Linda Sarsour, Palestinian-American Activist and
Co-Founder of The Women’s March
18.
Audra Simpson (Mohawk), Professor of Anthropology,
Columbia University
19.
Keeanga-Yamahtta Taylor, author of From
#BlackLivesMatter to Black Liberation
20.
Rev. Dr. Liz Theoharis, Co-Chair of the Poor People’s
Campaign: A National Call for Moral Revival, and Director of the Kairos Center
for Religions, Rights, and Social Justice, Union Theological Seminary.
21.
Christy Thornton, Assistant Professor of Sociology,
Johns Hopkins University
22.
Gregory Wilpert, Managing Editor at The Real News
Network
23.
David Harvey, Distinguished Professor of anthropology
and geography, Graduate Center of the City University of New York (CUNY) Gerald
Horne, Rebecca Moores Chair of History and African American Studies at the
University of Houston.
24.
Anya
Parampill, journalist
25.
Richard Pithouse, Associate Professor at the Wits
Institute of Social Research, University of the Witwatersrand, Johannesburg,
Editor of New Frame, and Co-ordinator of the Johannesburg office of the
Tricontinental: Institute for Social Research
26.
S’bu
Zikode, Abahlali baseMjondolo
27.
South
African Shack Dwellers Movement
28.
Irvin Jim, General Secretary of the National Union of
Metalworkers of South Africa (Numsa) and National chair of Socialist
Revolutionary Workers Party
29.
Mbuso Ngubane Regional Secretary of National Union of
Metalworkers of South Africa (Numsa)
30.
Andile Zitho Regional Secretary National Union of
Metalworkers of South Africa (Numsa) and National Treasurer of the Socialist
Revolutionary Workers Party.
31.
Michael Neocosmos (PhD), Emeritus Professor in
Humanities, Rhodes University, South Africa; Distinguished Visiting Scholar
University of Connecticut Humanities Institute, United States; Visiting
Professor, WISER, University of the Witwatersrand, South Africa
32.
Palagummi Sainath, Indian journalist and founder
editor of the People's Archive of Rural India
33.
Prabir
Purkayastha, Indian Journalist
34.
Vashna Jagarnath, deputy general secretary SRWP and
Senior Researcher at the centre for social change University of Johannesburg
35.
Eva
Golinger, author and lawyer
36.
Jodi A. Byrd, Associate Professor, English and Gender
and Women's Studies, University of Illinois, Urbana-Champaign
37.
Gary Y. Okihiro, Professor Emeritus of International
and Public Affairs, Columbia University, and Visiting Professor of American
Studies, Yale University
38.
Joanne Barker, Professor and Chair of American Indian
Studies, San Francisco State University
39.
Walter Johnson, Professor of History and Director of
the Charles Warren Center, Harvard University
Abya Yala*/La vuelta de las botas y los yankis al "patio trasero"
13 11 2019, Rebelión (México) http://www.rebelion.org/noticia.php?id=262391
Sobre
el golpe de Estado en Bolivia
El Golpe en Bolivia está consumado. Las botas han vuelto a salir a
la calle en Nuestramérica para voltear un gobierno elegido por el voto popular
y hacerse cargo, de facto, de las riendas del Estado. Eso más allá de que terminen
convocando a la Asamblea Legislativa para abrir un nuevo proceso eleccionario
que unja una nueva administración: serán las fuerzas armadas las garantes de
ello y los custodios del nuevo rumbo que no será precisamente a favor de las
mayorías populares.
Está clarita la injerencia imperialista en todo este
proceso lamentable. Los hechos se fueron sucediendo como piezas movidas de un
plan perfectamente elaborado, y esa elaboración fue indudablemente foránea.
Yanki, para más precisiones. Ahí está para confirmarlo la declaración de Trump,
que despeja cualquier tipo de duda:
"La dimisión ayer del presidente de Bolivia, Evo
Morales, es un momento importante para la democracia en el Hemisferio
Occidental. Tras casi 14 años y tras su reciente intento de saltarse la
Constitución boliviana y la voluntad del pueblo, la salida de Morales preserva
la democracia y abre el camino para que el pueblo boliviano haga que se escuche
su voz. Estados Unidos aplaude al pueblo boliviano por exigir libertad y al
Ejército boliviano por cumplir con su juramento de proteger no solo a una
persona, sino la Constitución de Bolivia. Estos eventos mandan una fuerte señal
a los regímenes ilegítimos de Venezuela y Nicaragua de que la democracia y la
voluntad del pueblo siempre van a prevalecer. Ahora estamos un paso más
cerca de un Hemisferio Occidental completamente democrático, próspero y
libre".
¿A qué le llama la bestia que ejerce la presidencia de
Estados Unidos, “el pueblo boliviano”? Porque viene bien recordar que el
gobierno depuesto fue votado por el 47% de la población, a más de 10 puntos del
segundo, Mesa –otro golpista- que cosechó el 37%. Es evidente que no a la
mayoría, mucho menos si es colla o aymará.
Así termina la puesta en escena que tuvo su origen con la
intervención de la “oficina yanqui para la Región”, la OEA, el 20 de
octubre pasado, cuando este instrumento imperial se entrometió para cuestionar
el proceso electoral que dio ganador a Evo Morales, mientras hacía la vista
gorda ante el estallido social chileno, del Chile mimado por el imperialismo y
gobernado por el cipayo Piñera. La posturas que fueron tomando tanto la Policía
como las FFAA fueron “armoniosas y confluyentes”: se fueron llevando unos a
otros de la mano hacia el control del Estado y la instauración de facto del
Estado de Sitio.
Las fuerzas “democráticas” que se reparten hoy el manejo al
país hermano, esas que Trump festeja y aplaude, se han erigido a través de un
golpe de Estado, representan a la minoría étnica de Bolivia, económicamente
acomodada, cipaya, profundamente oscurantista, clasista, racista, violenta y
fascista, lo peor de la derecha que descansa sus privilegios en las iglesias
católica y evangelista, y en las fuerzas armadas y de represión.
A eso el imperio lo llama “democracia”.
En definitiva, lo terriblemente inquietante es el nuevo
escenario que se instala en la Región. EEUU ha vuelto poner su atención en
ella, y ya no se contenta con la sanción económica, la manipulación mediática o
el “lawfare”: desempolvó las botas y recurre nuevamente a las Fuerzas Armadas
para conseguir sus objetivos. Tenemos una trágica memoria de ello. No se
contentará con Bolivia. Irá por Cuba, por Nicaragua y Venezuela. Irá en auxilio
de los Piñera y los Moreno. Azuzará a los Bolsonaro. Socavará a Fernández y López
Obrador.
Las fuerzas populares combativas y sobre todo las
revolucionarias, deberán estar a la altura de lo que se viene. Zanjar
diferencias y construir y consolidar espacios de unidad y coordinación.
Organizarse para resistir y construir. Tener memoria, aprender de la historia
lejana, de la no tan lejana y de la reciente, cuestionar esta “democracia” de
mentira, negar sus instrumentos e imposiciones económicas, ponerla en jaque;
entender quién es el enemigo y cuál es su instrumento de saqueo y explotación:
el sistema capitalista y su fase superior, el Imperialismo.
Cualquier cosa que se intente dentro de esa podrida e
injusta maquinaria, terminará como ha concluido al menos en esta etapa,
trágicamente, la experiencia de masismo boliviano.
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