segunda-feira, 7 de maio de 2012

AMÉRICA LATINA: PANORAMA OPTIMISTA A PESAR DE LA CRISIS GLOBAL

7 mayo 2012/Agencia de Información Fray Tito para América (ADITAL) http://www.adital.com.br

Fundación Centro Gumilla
Centro de Investigación y Acción Social (CIAS) de la Compañía de Jesús en Venezuela (Jesuitas)

Por Oláguer Chacón y Claudia Sisco, economistas

La crisis económica iniciada en el 2008, en Estados Unidos, y que rápidamente se propagó al resto del sistema internacional, ha significado un gran problema para la economía global dada la enorme inestabilidad existente por la caída del volumen del comercio internacional, la volatilidad de los mercados financieros mundiales, así como la incertidumbre producida por los problemas fiscales y el enorme endeudamiento externo que están padeciendo los países de la zona euro.

Como estos males son sufridos por países económicamente importantes y que antes de la crisis lucían sólidos, es de esperarse que tal como señala la alocución popular Donde los gordos rebajan los flacos desaparecen, la crisis tenga consecuencias desastrosas para las economías emergentes.

En el caso específico de América Latina, la recesión económica así como la crisis crediticia que ha afectado a mercados tradicionales como Estados Unidos y Europa, implica un enorme peligro para la estabilidad económica de la región. Sin embargo, Latinoamérica ha logrado permanecer a salvo de la crisis, e incluso ha podido crecer económicamente en plena crisis mundial.

En efecto, la Comisión Económica para América Latina y el Caribe (Cepal) tiene previsiones bastante optimistas para el desempeño económico de la región ya que ha calculado que el crecimiento promedio para el 2012 será del 4%, un poco más del doble del crecimiento mundial para el mismo período, calculado en 1,8%.

No obstante, aunque América Latina presenta un panorama optimista, al menos para el presente año, la experiencia de otras crisis económicas como la crisis de la deuda de 1982, así como la propia gravedad de la actual, nos indica que se debe tener cautela y plantear la interrogante ¿es sostenible ese crecimiento económico?

Las amenazas: la crisis de la zona euro y Estados Unidos
La región más afectada es Europa, fundamentalmente por la crisis fiscal de los países llamados PIIGS [por sus siglas en inglés(1)]: Portugal, Irlanda, Italia, Grecia y España. Economías que por su tamaño y por el volumen de la deuda involucrada, causarían una catástrofe financiera mundial si se declarasen incapaces de pagar sus deudas, lo que ha generado enormes presiones tanto de los miembros de la Unión Europea como del Fondo Monetario Internacional para que realicen enormes ajustes presupuestarios a fin de evitar la quiebra.

Sin embargo, especialistas como Joseph Stiglitz y Paul Krugman, Premios Nobel de Economía 2001 y 2008, han criticado los recortes en el presupuesto pues agudizan la crisis que pretenden evitar ya que contraen más la economía no solo porque se reduce la inversión pública sino también el consumo y la inversión privada. Los ajustes se están haciendo fundamentalmente en la inversión social a través de recortes de los salarios públicos, las subvenciones a la salud y la educación, y el congelamiento de las pensiones; ante esta situación, las personas reconocen que se enfrentan a tiempos difíciles y restringen sus gastos, lo cual hace que la demanda de bienes y servicios se contraiga aún más, y que las empresas reduzcan los puestos de trabajo y las inversiones, con lo que se reduce la producción y con ello la capacidad de generar empleos e ingresos fiscales para el Estado.

Esta contracción de la demanda pública y privada junto con la sobrevaluación del euro, que le resta competitividad a las exportaciones europeas, dificultan el crecimiento de Europa; esto, a su vez, se traduce en una menor demanda de materias primas, lo cual afecta las exportaciones latinoamericanas. Para el momento de la redacción del presente análisis, México y Uruguay ajustaban sus expectativas de crecimiento para 2012, de 4% a 3,5% por los efectos de la crisis europea.

Por su parte, el presidente de Estados Unidos, Barack Obama, ha decidido seguir medidas económicas distintas a las europeas y ha tratado de estimular la economía a través del gasto público. Esto ha aumentado la deuda de Estados Unidos a niveles alarmantes, ya que en agosto de 2011 superó 100% del PIB (EEUU debe más que el equivalente de toda su producción de un año). Los magros resultados de las políticas de estímulo de Obama más la férrea oposición del partido Republicano que está apostando a que la crisis económica se agrave a fin de obtener ventajas políticas en las elecciones presidenciales del 2012, hace prever que el crecimiento económico de Estados Unidos sea moderado y con ello su capacidad de producir, lo cual implica, lo mismo que Europa, una baja en la demanda de las materias primas, afectando a países que dependen del mercado estadounidense como México, los países centroamericanos, Colombia y Venezuela.

También hay que considerar la precariedad del empleo en Europa y Estados Unidos, producto de la crisis, al igual que las presiones sobre los inmigrantes como problemas que repercuten en América Latina, sobre todo en los países que dependen de las remesas familiares como México, Centroamérica y Ecuador; este último, sobre todo, ya que las remesas representan 33% de las divisas que ingresan al país (se puede decir que el principal producto de exportación de Ecuador son los trabajadores).

Por otra parte, una consecuencia de la crisis crediticia es que dada la desconfianza en los mercados, los países latinoamericanos se vean forzados a pagar tasas de interés elevadas para poder acceder al mercado financiero mundial. El endeudamiento caro fue el principal problema económico de América Latina en los 80 y ha sido una pesada carga para los pueblos de la región. En enero de 2012, mientras que los bonos del tesoro de Estados Unidos ofrecían 3% de interés, Ecuador debía ofrecer 10%, Argentina 12% y Venezuela 15%.

Por último, aunque el crecimiento del precio de las materias primas puede ser recibido como una oportunidad, existe el riesgo de que a finales de 2012 o en el 2013 estalle la burbuja de los productos agrícolas, similar a la que ocurrió con las hipotecas en el 2008 y que originó la crisis actual. Debemos recordar que desde finales de los 90 los especuladores bursátiles han sido hábiles en inflar los precios de la acciones en sectores específicos hasta niveles insostenibles y que el desplome del mercado ha causado la quiebra de miles de inversionistas, primero con los llamadospunto com (páginas web y empresas tecnológicas), luego con las hipotecas, y ahora con las materias primas, cuyos precios se han triplicado desde 2008 por la demanda de inversionistas que buscan refugiar su dinero en acciones consideradas seguras; es decir, el precio de los alimentos en los mercados internacionales se ha triplicado no porque el consumo se haya triplicado sino por la especulación bursátil. El riesgo en este sentido es doble, ya que por una parte se está sometiendo a países con economías muy débiles o dependientes de las importaciones al encarecimiento de los alimentos con el consecuente peligro de hambrunas y estallidos sociales, y por otra, el desplome del precio de las materias primas podría eliminar en pocos meses el crecimiento económico latinoamericano logrado en una década.

Las oportunidades: desplazamiento de la esfera de influencia Durante la década de los 90, países como
España, Francia, Gran Bretaña y Alemania, entre otros, trataron de aprovechar el auge de los procesos de integración, la apertura de las economías latinoamericanas así como los vínculos históricos con la región para fortalecer el comercio bilateral, lo cual también fue percibido por Latinoamérica como una oportunidad para ingresar al mercado europeo, el cual se había constituido como el más grande del mundo. Sin embargo, las negociaciones entre ambas regiones rindieron pocos frutos, "… por la diferencias en cuanto a los temas comerciales pues mientras por una parte la Unión Europea presionaba para abrir sus mercados, por otra parte se negaba a levantar las restricciones a las importaciones agrícolas en detrimento de los países latinoamericanos” (Hernández Juárez, 2006, p. 124).

Un proceso similar se vivió con Estados Unidos que se mostró poco flexible en el levantamiento de los subsidios a la producción agrícola poniendo en desventaja a los productores latinoamericanos. Mientras Estados Unidos y Europa se empecinaban en poner trabas al comercio agrícola así como de otras materias primas de vital importancia para América Latina, China e India comenzaron a demandar, sin restricciones, commodities latinoamericanos lo que hizo que nuestra región perdiese interés en el comercio con sus tradicionales socios comerciales. Entre 2000 y 2009, el comercio con China se triplicó, siendo significativo este crecimiento en países como Chile que pasó del 5% del total de sus exportaciones en el 2000 al 23% para el 2009, Perú del 6% al 15% y Brasil del 2 al 12%. Como resultado, el buen desempeño económico de China, así como el de India, ha sido la causa fundamental de nuestro crecimiento económico y de que la crisis de la zona euro y de Estados Unidos no sean un peligro, por el momento, lo cual implica que la diversificación de los mercados con el aumento del comercio con Asia sea una estrategia fundamental para minimizar el impacto de la crisis en la región y sostener el crecimiento económico observado a lo largo de la década. Sin embargo, es necesario que ese comercio no se haga solo en materias primas sino también con productos manufacturados, ya que de lo contrario se continúa el problema de un intercambio desigual y la dependencia de la región de los países industrializados.

Por otra parte, la propia región tiene en sí misma la posibilidad de reducir los riesgos de la crisis económica a través del aumento del comercio intrarregional, de forma que los países de la región puedan aprovechar los buenos resultados obtenidos por todos. En ese punto, resulta clave el comercio con Brasil, cuyo crecimiento económico del 7% en 2011, cercano al desempeño de China, le permitió desplazar a Gran Bretaña y colocarse entre las seis economías más grandes del mundo, apenas por debajo de Estados Unidos, China, Japón, Alemania y Francia(2).

Algunos casos
Por la diversidad de la región es difícil establecer una generalización en cuanto a los riesgos y oportunidades, por lo cual es pertinente hacer algunas observaciones particulares. En primer lugar se puede observar que México continúa siendo dependiente de Estados Unidos, por lo que las previsiones de crecimiento para 2012 y 2013 deben ser reservadas. No obstante, su fachada hacia el Pacífico le permite aumentar su intercambio con el mercado asiático.

En el caso de los países centroamericanos, la disminución de las remesas familiares y el aumento de los precios petroleros pueden ser un factor de riesgo importante. Venezuela, Colombia y en menor medida Ecuador, por el contrario, se verán beneficiados por los altos precios petroleros.

Perú mantendrá su política macroeconómica que le ha permitido mantener controlada la inflación, y se verá beneficiada por la creciente demanda de metales preciosos. El crecimiento económico de Perú se estima en 7%, uno de los más altos de la región. Se esperan también resultados positivos para Chile y Argentina, aunque para este último la inflación podría afectar el crecimiento económico que también se sitúa en 7%. Aunque Brasil podría crecer solo 3%, será el motor económico de la región.

Conclusión
América Latina tiene un panorama favorable para 2012, que pudiese prolongarse hasta 2013, gracias al aumento del precio de las materias primas así como del comercio con Asia; esto significa que aunque la crisis europea y estadounidense podría impactar en la economía de nuestra región, el riesgo fundamental se encuentra en el enfriamiento de la economía de China e India. Igualmente, existe un enorme peligro de que se esté produciendo una burbuja especulativa en el precio de las materias primas de la misma forma como ocurrió con los inmuebles y las hipotecas cuyo desplome, en 2008, causó la crisis actual, por lo cual la explosión de esta burbuja tendría consecuencias desastrosas en la región. Los países latinoamericanos deben, en consecuencia, aprovechar el auge económico para diversificar su producción así como para desarrollar su industria. La crisis mundial es una amenaza que puede convertirse en una oportunidad con la aplicación de las políticas económicas y sociales pertinentes.

Referencias
Fondo Monetario Internacional (2011, septiembre): Perspectivas de la economía mundial. Washington, DC: Autor.
HERNÁNDEZ JUÁREZ, W.R. (2006): Diplomacia de Cumbres. Caracas: Brújula Internacional.
OCDE/CEPAL (2011): Perspectivas Económicas de América Latina 2012: Transformación del Estado para el Desarrollo, OECD Publishing.
www.ambito.com
www.cesla.com
www.datosmacro.com

[Fuente: Análisis de coyuntura AMÉRICA LATINA Y CARIBE ENERO - MARZO 2012]

Notas
(1) La prensa británica fue la primera en utilizar las siglas PIIGS, como un juego de palabras para referirse al mal estado de estas economías y de las consecuencias nefastas que tendría para la Unión Europea que estos países se declarasen insolventes. Por supuesto, los países involucrados consideran estas siglas ofensivas, ya que Pigs, también se traduce como cerdos.

(2) Se espera que para 2015 Brasil desplace a Francia y para 2020 pudiese alcanzar a Alemania.


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