Agência de Informação Frei Tito para América Latina
Natasha Pitts
Periodista de Adital
Periodista de Adital
Desde el pasado martes (14), hay un clima de tensión en La Loma y Plan Bonito, localidades situadas en el departamento del Cesar, en Colombia. La causa son las manifestaciones contrarias a la presencia de la Vale, una de las empresas mineras más grandes del mundo, con sede en Brasil y con explotaciones mineras en 38 países. Cansada de esperar promesas que no se están cumpliendo, la población de estas ciudades decidió demandar atención. Hasta el momento, el saldo es un policía muerto y varios heridos, además de carros y casas incendiadas.
Según Danilo Chammas, de la Organización ‘Justicia en los Trillos’, informaciones provenientes de Colombia señalan que el principal detonante de las reivindicaciones es la lentitud de las negociaciones para reasentar a tres comunidades.
Al llegar a la región para producir carbón térmico, la Vale había prometido reasentar a varias familias en lugares donde no fuesen afectadas por la minería, sin embargo, la promesa continúa sin realizarse. Por el hecho de continuar viviendo en lugares cerca de la mina, las personas están contrayendo enfermedades y sufriendo los efectos de la contaminación por sustancias tóxicas usadas en la explotación minera.
Las reivindicaciones comenzaron en Plan Bonito. Los manifestantes bloquearon la entrada y la línea férrea por la que es transportado del carbón térmico producido en la mina a cielo abierto ‘El Hatillo’. Más de cien camiones que transportaban toneladas del producto fueron paralizados, además de un tren con 135 vagones que cargaba aproximadamente 60 toneladas de carbón cada uno.
Al conocer estas acciones, los moradores de La Loma, también se organizaron para manifestar sus reivindicaciones, pero sus acciones terminaron en enfrentamientos, con la llegada de la policía anti-motines, grupo especial de choque de la Policía Nacional de Colombia.
Según Danilo, hasta ayer las protestas continuaban en esta ciudad. En cambio en Plan Bonito, informaciones recibidas dan cuenta que después de la negociación las manifestaciones cesaron.
La población reivindica que representantes brasileros de la Vale, lleguen a Colombia para negociar, pues argumentan que la Vale de Colombia no tiene poder para tomar decisiones. Tampoco aceptan la intermediación del gobierno, que operaba a través del Fondo Nacional de Desarrollo (Fonade), ya que quieren tratar directamente con la empresa minera, porque es esta empresa, la que no ha cumplido con los plazos y los exigencias de la población.
Además de la reubicación, los manifestantes piden la clausura del vertedero de desechos de la mina y que la empresa comience a realizar los rellenos sanitarios. También están exigiendo el fin del corte de los eucaliptos, ya que esta vegetación constituye la única protección del medio ambiente en la región. Otra demanda es capacitación y oportunidades de empleo para la población local.
Además de la mina El Hatillo, que ocupa una superficie de 9693 hectáreas, La Vale también opera el Puerto de Río Córdoba, en la costa caribeña, en el departamento del Magdalena.
No solo en Colombia, sino en todo el mundo los afectados por la Vale están manifestando su insatisfacción. De acuerdo con ‘Justicia en los Trillos’, desde enero de este año hubo prácticamente una protesta cada semana contra la compañía. Hubo manifestaciones populares en Açailândia y Buriticupu (Maranhão, Brasil), Cateme (Mozambique), en Sudbury (Canadá) y Morowali (Indonesia).
A fines de enero, salió el resulta de la Public Eye Awards, considerado el "Nobel" de la vergüenza corporativa mundial – y la Vale fue electa como la peor corporación del mundo. La votación popular toma en cuenta los problemas ambientales, sociales y laborales provocados por las empresas. El vergonzoso premio es entregado durante el Foro Económico Mundial, en la ciudad suiza de Davos.
Con informaciones de Justicia sobre Trillos.
Traducción: ricazuga51@yahoo.com
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